domingo, 27 de octubre de 2013

                                                        Como un vendaval


Hoy, como una locomotora desbocada entraras rauda y veloz, sin frenos que detengan su avance.Apartaras otros pensamientos banales quizás, importantes !!no importa¡¡ Arrasaras todo a tu camino y tu imagen aparecerá diáfana adueñándose del pensamiento prematuro, de ese que nace al despertar el día o acaso, cuando la sabana de la oscuridad y silencio cubrirá el cuerpo para tratar de darle el descanso merecido.
Sonrío, sé que aparecerás en mi mente sin pedir permiso como siempre, alborotaras todo el corral de esta mente, dejando a su paso ese olor, ese olor que nunca estuvo y en cambio siempre lo sentí tan presente  
que hasta entre un millón lo reconocería.
  No lucho por apartarte, se que es tarea baladí ese intento desesperado, ya pasó el miedo a tu presencia temprana, constante, esa que arrasa sin dejar nada en su sitio, en esa falsa limpieza estética con que arreglo a base de plumero y mocho la mente para dejarla limpia para la próxima visita.  
Sonrío sé que tan rápido como apareciste desaparecerás sin que haya mano o deseo que te retenga diez minutos más, lo sé, lo sé. Más...¿sabes una cosa entre tú y yo? Cuando te vas y vuelvo a coger el mocho,
en ocasiones apoyo mi cabeza en el palo que lo sostiene,  en silencio, asomando una cómplice sonrisa  y durante unos segundos cierro los ojos y si aspiro por mi corazón, noto tu olor de arriba a abajo, de abajo a arriba,  pintando aun cada uno de los poros de mi piel  y cuando vuelvo a abrir esos ojos desapareces pero, esa sonrisa sigue perenne mientras paso ese mocho con energía