jueves, 12 de septiembre de 2019


En la cocina


Estaba en la cocina, preparando la cena, esa noche había pensado hacer una ensalada... hacia calor.... Mire en la nevera y empecé a sacar las cosas: tomates, cebolla, pepinos...Comencé a lavarlos, pelarlos hasta que me di cuenta que el pepino que tenia en mi mano era el mismo que había usado para masturbarme. Mi mente se fué hacia esos momentos llenos de placer, esos momentos en los que estaba con mi Señor, mi Amo, mi Dueño .Cuando por orden suya me masturbaba delante de él y gozaba, siendo los únicos momentos en los que soy yo misma. Al principio era una madeja de nervios, vergüenza, miedo. Ahora no puedo dejar de hacerlo y excitarme cuando el me mira, y sentir mi placer y su placer, mi dolor y su placer.Cuando terminé la ensalada me sentía culpable de poner ese alimento en la mesa y estuve a punto de tirarla, pero me acordé de los malos momentos junto a mi pareja, que por desgracia son bastantes. La llevé a la mesa y empezamos a comer. Cada bocado que daba era como una especie de venganza. No me considero una persona rencorosa, pero tengo que reconocer que disfrutaba viendo como se lo comía. Esa verdura que tanto placer me había dado ahora estaba dándome un placer aún mayor. Se estaba comiendo mi entrega, mí sumisión, algo que yo aún no había asimilado él lo estaba digiriendo, y eso hacia que me excitara más.
Pensaba en mi Señor y notaba como poco a poco me iba mojando. Cada bocado suyo...me ponía mas .Noté como mi coño estaba empapado, mis pezones duros por la excitación. Y me acordé de mi Señor y poderle entregar todo aquello. También pensé que no era su guerra, y que lo mismo podía enfadarse por eso. Me aguanté las ganas de masturbarme por que quería ver como se lo comía todo. Cuando terminó me levante de la mesa y me fui al servicio. Según me tocaba me decía para mi misma "Que puta eres". No me arrepiento de haberlo hecho, tampoco lo volveré a hacer. No trato de demostrarme nada a mi misma o quizás sí....Hasta la próxima vez.

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