martes, 21 de marzo de 2017





Tan sencillo enamorarse de ti,
Tan complicado olvidarte.
Como una enredadera sin tentáculos de vida, sin raíces.
Fue creciendo sencillamente, como el sueño deseado.
No hay azada que lo mate ni agua que le de vida,
Pero vive, alimentada de sueños y recuerdos,
esos que no dominas.
Osados, juegan contigo,
te traen y te llevan a su voluntad.
Apareces y desapareces sin que mis manos te toquen,
ni mis labios saboreen el néctar de tu boca.
La decrepitud que asoma en mi cuerpo,  parece no afectar.

Yo cada día más viejo, tu cada día más presente.