jueves, 7 de noviembre de 2013





Equilibrios

Hoy, le pedí a mis sueños que te trajeran a mi cama. Que convirtieran en besos tus desprecios.
Que te montaran en la noria de mis deseos.
Hoy, pedí a mis sueños que vinieran a mí en colores llameantes, que dejaran el blanco y negro perenne arrinconado. Que saliera el Sol desde detrás de la oscura tétrica luna.
Solo le pedí volver a recordar tu sonrisa, esa que alimentaba el quinqué de mi vida.
Sé que ya pedí mis tres deseos en esta vida aunque fracasaran más…
Yo le pido a mis sueños…











Y bailo sobre la llama de ese quinqué, tratando de no quemarme, tratando de no olvidarte.
Tu imagen persiste incisiva pese a mis pases de torero por sortear tus cornadas, mas es tan dulce la sangre que se desparrama al recordarte que moriría desangrado añorándote.
Seguiremos viviendo, sorteando las penas y miserias, bailaré un vals sin saber el ritmo cuando las sonrisas se apiaden de mí y vengan a ofrecerme ese baile gratuito, sin pedirme nada a cambio, solo sonriéndome y sin palabras, decirme que no todo es tan malo. 
Ya, ya hoy parece un mal día para escribir recuerdos pasados y tan presentes pero, ¿Qué quieres hacerle? Si por mucho que lamente seguiré caminando de forma masoquista, acaso esperando que me saquen a bailar, acaso  solo con la esperanza de que el próximo palo sea más flojo que el anterior.
Te estoy viendo, no te rías  hombre. Ya sé, me conoces, me conoces bien, ya hace tantos años. Pero también sabes que mis lamentos son sinceros, que siento tanto como sufro ¿Qué quieres que haga? Pero sigues sonriendo, sabes que volveré a levantarme, que no sé rendirme, qué asqueroso que eres, ni me das pie a la pena y ahí quizás te confundas en ocasiones. Hay veces que las fuerzas me abandonan, que tengo miedo de que esta vez no pueda levantarme, sí, sí me levanto una y otra vez, lo sé, lo sé pero ¿me creerás cuando te digo que en ocasiones temo a esas uñas afiladas que parecen paralizarme el alma?, esas que me dicen con un susurro que esta vez no me levantaré, sé que no estoy solo pero…qué solo me siento en ocasiones, amigo.

domingo, 27 de octubre de 2013

                                                        Como un vendaval


Hoy, como una locomotora desbocada entraras rauda y veloz, sin frenos que detengan su avance.Apartaras otros pensamientos banales quizás, importantes !!no importa¡¡ Arrasaras todo a tu camino y tu imagen aparecerá diáfana adueñándose del pensamiento prematuro, de ese que nace al despertar el día o acaso, cuando la sabana de la oscuridad y silencio cubrirá el cuerpo para tratar de darle el descanso merecido.
Sonrío, sé que aparecerás en mi mente sin pedir permiso como siempre, alborotaras todo el corral de esta mente, dejando a su paso ese olor, ese olor que nunca estuvo y en cambio siempre lo sentí tan presente  
que hasta entre un millón lo reconocería.
  No lucho por apartarte, se que es tarea baladí ese intento desesperado, ya pasó el miedo a tu presencia temprana, constante, esa que arrasa sin dejar nada en su sitio, en esa falsa limpieza estética con que arreglo a base de plumero y mocho la mente para dejarla limpia para la próxima visita.  
Sonrío sé que tan rápido como apareciste desaparecerás sin que haya mano o deseo que te retenga diez minutos más, lo sé, lo sé. Más...¿sabes una cosa entre tú y yo? Cuando te vas y vuelvo a coger el mocho,
en ocasiones apoyo mi cabeza en el palo que lo sostiene,  en silencio, asomando una cómplice sonrisa  y durante unos segundos cierro los ojos y si aspiro por mi corazón, noto tu olor de arriba a abajo, de abajo a arriba,  pintando aun cada uno de los poros de mi piel  y cuando vuelvo a abrir esos ojos desapareces pero, esa sonrisa sigue perenne mientras paso ese mocho con energía  

domingo, 22 de septiembre de 2013

Por que siempre hay que recordar con una sonrisa

miércoles, 11 de septiembre de 2013



Sin pensar

Lluvia deshojada , lagrimas huérfanas de ojos propios que empapan mi cuerpo.
Ojos que miran hacia arriba, suicidas en busca de esa gota asesina.
Llueve, el cielo de luto asiste en silencio a este entierro prematuro de un Sol sin vestidos de nubes.
Y así, como avergonzados tapamos nuestros cuerpos. Acompañamiento necesario, flores de obligado cumplimiento ante la defunción solemne, acaso prematura, acaso necesaria de ese sueño llamado verano.
Volvemos a vestir mortecina-mente, para volver a esa rutina cotidiana del día a día.
Comiendo las morrallas de las desgracias cotidianas que si acaso antes existieron igual, nos protegíamos de ellas detrás de unas gafas oscuras y un moreno para que ni nuestra piel sintiera, los crudos zarpazos de esa realidad cotidiana.
El pobre seguirá con su oficio de pobre, el parado volverá a su desespero cotidiano, sintiéndose cada día un poco mas triste, un poco mas inútil.
El vestido prestado del verano se le ira cayendo a cachos, sin repunte de hilo y aguja que lo arregle. Así sera. Y si acaso no con la cabeza alzada orgulloso de él, si es cierto que seguirá buscando ese rayo de sol efímero llamado esperanza.mas no nos mintamos, no es una cuestión de valentía. Es mas sencillo; no le toco otro camino en esa lotería.
Y los que trabajamos, hablaremos mientras nos frotamos las manos notando ese frío latente que parece traspasar cada una de las capas que nos protegen. De nuestra boca saldrá la palabra compasiva, la solidaridad callada. Mas no pensaremos ni hablaremos de nuestro miedo a ser parte de esa legión de parados. Temeremos mas que al propio infierno la simple idea de creer en la posibilidad de ser uno más de los que engrosan esa lista de zombis en busca de un sustento.
El miedo, ese miedo que cada día es más fuerte, nos hace instintivamente apartarnos de ellos pues, como la lepra, creemos que pueden ser contagiosos. Hoy, somos una élite aquellos que trabajamos y sin querer, casi por instinto, nos volvemos más serviles, más esclavos. Ya no es cuestión de derechos, no; eso paso. Inconscientemente agradecemos como un favor el no formar parte de esa legión de parados. Y sí, también necesitamos pensar en ese verano ¡¡lo necesitamos!! Necesitamos poder dejar los miedos aparcados en casa aunque en realidad, sin confesarlo a nadie, tememos que al volver, seamos uno más de la lista, un numero más que cambia simplemente de casilla.

Por eso, esta lluvia que empapa mi cara, mi ropa, mi alma, me hace sonreír; yo no cambié de casilla.

lunes, 29 de abril de 2013

Tiempo



Tiempo
Nos falta tiempo para ver crecer la vida,
Nos falta tiempo para amarnos sin prisa mientras corremos.
Si volviéramos a nacer entre los trigales del tiempo imperfecto,
Del amor no declaro, acaso culpable de nacer de una sonrisa imperfecta,
Acaso de un abrazo que solo el viento y la distancia entienden y abrigan.
Nos falta tiempo para desojar el propio tiempo,
Nos falta tiempo para ese beso furtivo, ese que solo existe en los deseos,
Ese tan buscado en los rincones de esa cebolla que a cada capa nos hace llorar.
Nos falta tiempo para lograr tiempo querida, nos falta tiempo

domingo, 3 de marzo de 2013

Ella





Ella


Si hoy, fuese capaz solo durante un instante, un solo instante de mostrarte con palabras el palpito de mi corazón, ese momento que durante un instante es capaz de sobresaltar mi sueño, de abrir mis ojos en la oscuridad de la noche, de hacerme llegar los temores guardados en lo más recóndito de mi alma.
Si fuese durante un instante capaz de explicarte porque llora un alma entre rincones de felicidad pasada. Olas de un mar bravío de sentimientos encontrados. Como me gustaría que vieras mis ojos plagados de arrugas, superpuestas una sobre las otras, cruzándose la felicidad del recuerdo, con el arado sangrante de lágrimas secas que riegan esos campos.
Si hoy fuese capaz de explicarte con una sola palabra, mil manuscritos narrados a cada segundo que pase contigo. Contemporizar el transcurso inmortal de un segundo contigo,  donde hasta el tiempo se detenía en el quicio para sonreír y  detenerse en  su caminar para disfrutarlo ¡¡Si fuese capaz!!
Zozobras escondidas entre sonrisas de distancia, brindándole ese beso a la nostalgia, evocándola, llamándola por tu nombre, porque tu nombre es el dueño de ese latido.
Si solo eso pudiera, si solo eso pudiera…entenderías mi pena, entenderías porque al abrir los ojos cada mañana, verías tu nombre escondido en sus pupilas.
Solo quizás entonces, entenderías esta pena que arropa mi corazón que preñado de amor te dice con pobres palabras…te quiero.



Ella (epilogo)
El tiempo se impacienta y tira de mi pelo mientras, el viento barre con premura las lágrimas que nacieron para sentirse únicas.
El tiempo del escrito se acaba dejando paso al pasado presente que un día, dejara de ser futuro. Con suerte, el tiempo rendirá pleitesía a la tozudez de esta alma atormentada. Quizás, con suerte tenga benevolencia  y le dé el descanso del rendido, que hincó rodilla rindiendo sus pobres armas de carton piedra, que así, es como queda un corazón que perdió el último tren de su felicidad. Porque si acaso es mentira pasajera, más cierto es que para él, ya no hay batalla ganada, ni recompensa, ya solo hay vacío que no se llena.
Más…¿Para qué mentirnos? Solo acaso la muerte y aun así lo dudo, deja la esperanza  efímera como la luz de una vela en medio de la tormenta. Tremula,  luchando por sobrevivir en un mundo de realidades difusas, de esperanzas baldías.
La esperanza, daga afilada, aliada odiada del sueño. Aquella que nos reconforta como dulce veneno ante la espera de ese Sol que ilumine nuestro próximo mañana.