jueves, 5 de diciembre de 2019
jueves, 12 de septiembre de 2019
En la cocina
Estaba en la cocina,
preparando la cena, esa noche había pensado hacer una ensalada... hacia calor....
Mire en la nevera y empecé a sacar las cosas: tomates, cebolla, pepinos...Comencé
a lavarlos, pelarlos hasta que me di cuenta que el pepino que tenia en mi mano
era el mismo que había usado para masturbarme. Mi mente se fué hacia esos
momentos llenos de placer, esos momentos en los que estaba con mi Señor, mi
Amo, mi Dueño .Cuando por orden suya me masturbaba delante de él y gozaba,
siendo los únicos momentos en los que soy yo misma. Al principio era una madeja
de nervios, vergüenza, miedo. Ahora no puedo dejar de hacerlo y excitarme
cuando el me mira, y sentir mi placer y su placer, mi dolor y su placer.Cuando
terminé la ensalada me sentía culpable de poner ese alimento en la mesa y
estuve a punto de tirarla, pero me acordé de los malos momentos junto a mi pareja,
que por desgracia son bastantes. La llevé a la mesa y empezamos a comer. Cada
bocado que daba era como una especie de venganza. No me considero una persona
rencorosa, pero tengo que reconocer que disfrutaba viendo como se lo comía. Esa
verdura que tanto placer me había dado ahora estaba dándome un placer aún
mayor. Se estaba comiendo mi entrega, mí sumisión, algo que yo aún no había
asimilado él lo estaba digiriendo, y eso hacia que me excitara más.
Pensaba en mi Señor y notaba
como poco a poco me iba mojando. Cada bocado suyo...me ponía mas .Noté como mi
coño estaba empapado, mis pezones duros por la excitación. Y me acordé de mi
Señor y poderle entregar todo aquello. También pensé que no era su guerra, y
que lo mismo podía enfadarse por eso. Me aguanté las ganas de masturbarme por
que quería ver como se lo comía todo. Cuando terminó me levante de la mesa y me
fui al servicio. Según me tocaba me decía para mi misma "Que puta
eres". No me arrepiento de haberlo hecho, tampoco lo volveré a hacer. No
trato de demostrarme nada a mi misma o quizás sí....Hasta la próxima vez.
martes, 12 de marzo de 2019
lunes, 11 de febrero de 2019
Amor
Nuestra historia no es nueva ni
reciente.
Nos encierra en barrotes de aire tan
fuertes, como el amor
qué los sustenta en el pensamiento.
¿Cuántas mujeres conocí ? Muchas.
¿Cuántas mujeres amé? Las suficientes
para saber también
de su sufrimiento.
Pues solo acaso la insensatez, o el
triste suicidio
de los sentimientos prematuros, nos
haga quedarnos
con el dulzor, que enmascara el
veneno placentero.
Necesito recordar el dolor. Ese dolor
que enmascara
Eso que es mas fuerte que los
vientos,
Mas fuerte que el dolor más profundo.
El amor.
No quiero morir de pena, tampoco
quiero morir de amor.
Lo conocí de muy joven. Ame como solo
se ama
tan tempranamente. Con locura, sin
miedo, sin que hubiera un mañana.
Química, ilusión pasajera,
encoñamiento…hasta que el, decide que lo conozcas.
Querrías olvidarlo, querrías no haberlo vivido.
Pero…que triste es no haberlo
conocido.
Sufres por el, lloras cuando llega de
felicidad más,
lagrimas, rabia y pena te acompañan
cuando se aburre de ti.
Nada da tanto en tan poco.
Nada nos da tanto dolor durante tanto
tiempo,
envuelto en el olor de su hermoso
veneno.
domingo, 3 de febrero de 2019
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