En la cocina
Estaba en la cocina,
preparando la cena, esa noche había pensado hacer una ensalada... hacia calor....
Mire en la nevera y empecé a sacar las cosas: tomates, cebolla, pepinos...Comencé
a lavarlos, pelarlos hasta que me di cuenta que el pepino que tenia en mi mano
era el mismo que había usado para masturbarme. Mi mente se fué hacia esos
momentos llenos de placer, esos momentos en los que estaba con mi Señor, mi
Amo, mi Dueño .Cuando por orden suya me masturbaba delante de él y gozaba,
siendo los únicos momentos en los que soy yo misma. Al principio era una madeja
de nervios, vergüenza, miedo. Ahora no puedo dejar de hacerlo y excitarme
cuando el me mira, y sentir mi placer y su placer, mi dolor y su placer.Cuando
terminé la ensalada me sentía culpable de poner ese alimento en la mesa y
estuve a punto de tirarla, pero me acordé de los malos momentos junto a mi pareja,
que por desgracia son bastantes. La llevé a la mesa y empezamos a comer. Cada
bocado que daba era como una especie de venganza. No me considero una persona
rencorosa, pero tengo que reconocer que disfrutaba viendo como se lo comía. Esa
verdura que tanto placer me había dado ahora estaba dándome un placer aún
mayor. Se estaba comiendo mi entrega, mí sumisión, algo que yo aún no había
asimilado él lo estaba digiriendo, y eso hacia que me excitara más.
Pensaba en mi Señor y notaba
como poco a poco me iba mojando. Cada bocado suyo...me ponía mas .Noté como mi
coño estaba empapado, mis pezones duros por la excitación. Y me acordé de mi
Señor y poderle entregar todo aquello. También pensé que no era su guerra, y
que lo mismo podía enfadarse por eso. Me aguanté las ganas de masturbarme por
que quería ver como se lo comía todo. Cuando terminó me levante de la mesa y me
fui al servicio. Según me tocaba me decía para mi misma "Que puta
eres". No me arrepiento de haberlo hecho, tampoco lo volveré a hacer. No
trato de demostrarme nada a mi misma o quizás sí....Hasta la próxima vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario