viernes, 8 de agosto de 2008

Manuscrito

TERMINO DE COLOCAR EN EL APARTADO DE "CUENTOS Y OTRAS COSAS DE BDSM EL MANUSCRITO DE UN MAGNIFICO LIBRO SOBRE EL TEMA, CON UN PUNTO MAS QUE DESTACABLE DE HUMOR, RECOMIENDO QUE LO LEAIS.






lunes, 30 de junio de 2008

miércoles, 4 de junio de 2008

lunes, 26 de mayo de 2008

Sentir



























REFLEXIONES EN LOS SENTIMIENTOS



Cuando los sentimientos, son una mezcla de miel y hiel, cuando el reloj del tiempo, inexorable, acuciante. Hace que sus agujas penetren en mi carne cada segundo del día .
Cuando me olvido de olvidarte, ese dia caminas como sombra a mi lado.
El tiempo pasado no cuenta, cuando tu recuerdo es tan presente y lascerante.
Lloro.
Lloro en silencio, con lagrimas de surco en mi corazón. Surcos de tierra valdia .
Surcos donde solo crece el dolor por el recuerdo.
¡Dios! ¡que dificil es olvidarte!


OLOR


Me gusta olerte. No, no soy ningun pervertido…acaso alguien sin olfato.
Me gusta mirarte y no, no soy ningun miron. Acaso alguien que le gusta ver el mundo en color.
Te valoro despacio, sin ruido de calculadoras, simplemente como el que admira un tesoro.
Te odio deprisa, como el que no quiere perderse una reconciliacion.
¿te dije hoy que te quiero?



CUENTO



Como de facil seria contarte un cuento, alimentado de fantasias que durmieran.
Cuando los sueños no son suficiente, cuando la realidad se impone como bota militar. Cuando dejas de creer en mi.
Se oscurece el sol, el tiempo se detiene y el amor solo es una palabra y tu…desapareces.
Entonces yo no existo y tu no naces cada mañana . Y los dos, morimos en cada suspiro.


QUIZAS


Quizas fuese facil olvidarte, quizas el sol dejase de salir cada mañana.
Quizas incluso la sonrisa fuese solo un rictus sin mas.
Quizas, solo quizas.
Quizas pasara todo eso alguna vez pero…pero solo podria pasar si yo, no existiese.
¿y sabes? Me siento muy vivo.
Hoy tu, mañana yo.
Hoy yo, mañana tu.
Pero el hoy, no existira sin el tu y yo.




ME GUSTARIA


Me gustaria, solo me gustaria.
Hay dias de rosas y otros de espinas.
Pero ¿sabes?.
Siempre que fueran dentro del mismo jardin.

Hoy te vi sonreir.
No, no es especial.
¡Mentira!
Siempre es especial tu sonrisa para mi.

¡Que dias!
¡Que noches!
Pero siempre que tu presencia lo llene todo.


HAY DIAS


Hay dias en que me suicidaria tirandome desde tus pestañas.
Hay dias en que hasta tus desplantes, me hacen ser tan manso, que hasta acaricio el capote de tus palabras. He impaciente espera, quieto. Viendo la mano temblorosa, la espada de tus desprecios en la mano presta a darme la estocada.

Hay dias en que el sol luce brillante, las nubes destacando por su ausencia y ese dia…me sonries.

Hay dias en que solo eres tu, nada mas que tu.


MIEDOS


¡Hay de ti!
¡Hay de mi!
¿Qué pasara cuando dejemos de soñar?
¿Qué pasara cuando nos olvidemos de vivir?

Niña, si el sol lo ponemos nosotros cada dia en su cenit.
Si la luna solo guiña el ojo a los enamorados si somos capaces nosotros de sonreir.
Niña…¿Qué cojones hago sin ti?

Por delante, por detrás, por un lado o por otro.
Mire donde mire estas tu y ¿sabes?...me gusta.



CUENTO CORTO PARA UNA HISTORIA LARGA
Alguien, una vez dijo que era mas fácil olvidar que existía una guerra, que olvidarse de unos sentimientos.
Posiblemente tenia razón, hoy en pocos minutos pasan por mi mente mil vivencias, mil sonrisas, mil olores de la misma persona. Es curioso, estoy como en una mala digestión, asimilando el final de un amor que por tener unos limites concretos, fue la historia de un amor apasionado que hoy, por fin llego al final de su agonía.
Es curioso, como no pasan rencores, ni malos momentos que seguramente los hubo. Solo es una sucesión de recuerdos encadenados a una sonrisa. Seguramente esto a ocurrido o esta ocurriendo ahora a millones de personas al mismo momento pero, siendo así, es único.
En este banco, sentado, viendo el discurrir monótono de tanta gente que pasa junto a mi me siento único. Un chiquillo hace cabriolas, otro mas distante rasca una guitarra con poca fortuna y yo, bailo con mis pensamientos junto a el.
Mañana, esa soledad me seguirá acompañando, quizás prolongue esa estancia un tiempo mas, no lo se, pero si que se que se cansara de esta compañía, he ira en busca de desamores mas recientes a los que acompañar. Se lo agradezco mas, se que no me entendería cuando le hablara de lo vivido, lo sentido, asentiría ¡son tantas las historias que le contaron de desamores¡ y eso es lo que no entendería ¡que es única¡ y así, nos cansaremos el uno del otro y cada uno ira en busca de algo diferente. El en busca de rotos enamorados para hacerles esa compañía tan necesaria, y yo, en busca de otro sentido, de otra ilusión.
Ahora me levantare de esta silla del parque, tengo q trabajar, iré sin prisas, dejando que la vida camine junto a mi, siendo un espectador sin prisas de mi mismo discurrir, con la humildad del que ya no espera nada y por eso, lo desea todo. Buscare un lugar donde guardar sin que haga daño lo vivido, hasta que con el tiempo, nazca de el una flor que me haga sonreír calidamente cuando aparezca. Sin espinas, sin dolor, alimentándola de paciencia, eliminando las malas yerbas del rencor de lo perdido y así, un día nacerá esa flor y sonreiré. Entonces tendré esa paz y volveré a ser feliz.

domingo, 25 de mayo de 2008

Cuentos y otras cosas de BDSM

1-CADÁVERES EN EL ARMARIO Y REFLEXIONES SOBRE EL SEXO Y EL SER.
"Todo lo que he publicado no son más que fragmentos de una gran confesión"Goethe.
Bienvenidos a un mundo oscuro lleno de pervertidos, tarados e insanos que se sumergen en lujuriosas fantasías sexuales sin límites. Y, por lo tanto, bienvenidos a un mundo fascinante. A lo largo y ancho de este nada humilde escrito, ya iremos viendo que la primera frase es mentira podrida (pero de alguna forma tenía que llamar la atención) y, sin embargo, la segunda se queda corta (la de fascinante). Pero como somos gente educada y más o menos de bien, antes que nada las presentaciones;
Me llamo Spirit o Juanma o Sr. Fernández, dependiendo del lugar y la condición (Sr, Fernández las menos, para qué nos vamos a engañar), aunque, como diría Chespir, ¿qué importa un nombre? Soy, ante todo y sobre todo, un tipo normal, resguardado por esa mediocridad absurda que llamamos vida. De esos que sufren el olor a humanidad del metro en hora punta (e incluso contribuyo a él si hace mucho frío y no me apetece ducharme por la mañana), que trabaja honradamente cumpliendo órdenes deshonrosas para que el banco gane dinero con el sudor de mi frente, que es feliz con la cosa más nimia del mundo, como que no pongan demasiados cortes publicitarios mientras emiten "Aquí no hay quien viva" y que ayuda a las ancianas a cruzar la calle sin robarles el bolso, (aunque les pregunto si tienen nietas que vayan en minifaldas a discotecas de mala reputación, pero es para darles conversación por que con el rollo de la a rtrosis van muy despacio). Sin embargo, como sabe todo aquel que ve "CSI", "Sin Rastro" y demás series norteamericanas por el estilo, la convencionalidad no existe. Todos tenemos múltiples facetas y nos ponemos múltiples máscaras a lo largo de este vodevil absurdo llamado vida. Escarbas un poco y lo que piensas que es una persona se transforma. Aparecen secretos, rasgos, sentimientos y sucesos que no están a la luz y que son desconocidos incluso para sus seres más cercanos. ¿Eres tu inocente y no tienes nada que ocultar?.
No es el propósito de este escrito sacar los cadáveres del armario (aunque debería hacerlo, porque ya huelen y los vecinos se van a quejar) pero si lo es hablar de las cosas poco convencionales y sacarlas un poco a la luz. En concreto, de una forma de sexualidad poco convencional llamada bdsm. Pero vayamos por partes, como diría Jack;
El sexo forma parte de todos los seres vivos (a excepción quizás de mi madre) y está presente en todas las moléculas y partículas del aire, aunque a veces se revista de amor. Estoy hablando de simple biología, no de que seamos todos unos salidos (que, por supuesto, también lo somos).Llevamos el deseo sexual de serie por aquello de la necesidad de perpetuar la especie. El cómo concibamos el sexo, tanto nosotros como nuestro entorno, condicionará en gran medida nuestras acciones y forma de ser. Hasta aquí de acuerdo, ¿no?
El cómo se concibe el sexo en el mundo mundial en general y en el Occidente Cristiano en particular es sabido. Cuentan las Crónicas que Jesús le dijo a Pedro: "sobre esta piedra edificaré mi Iglesia", y que Pedro le respondió: -"Haré lo posible para transmitir sus enseñanzas de caridad, amor y comprensión, Maestro"; -"Ni hablar"- le contestó a su vez Jesús- "Tienes que hacer lo posible para hacer que la gente no pueda follar a gusto, qué cojones, ya que me han crucificado los voy yo a joder a conciencia". Al igual que Julieta mató a Romeo y pagó a Chespir para que cambiara el final, esta parte de la Biblia no ha llegado a nuestros días tal y como fue concebida en cuanto a la literalidad de la cuestión, pero sí en cuanto al propósito.
No es el propósito de este escrito hacer un análisis de las tropecientas mil causas culturales, históricas y sociales que han hecho que el sexo sea algo tabú y obsceno, aunque se haya apuntado una de las principales. Solo cabe remarcar que el producto de ello es la creencia de que hay una convencionalidad sexual, que es aquella que coincide con la natural (es decir; la que practican los monos y demás animales con los que no nos diferenciamos tanto como queremos creer). A saber; meterla, sacarla y repetir el mismo movimiento más o menos rítmicamente hasta que la fricción lleve al orgasmo (al menos al hombre), con el sano propósito de perpetuar la especie (aunque no sabemos para qué) y tener hijos que vayan a la guerra a morir, salten vallas esperando un mundo mejor o en el mejor de los casos sean capaces de matar a sus abuelas por llevar bambas de marca con el certificado de "hechas en un sótano del tercer mundo por menores de ed ad". En fin; inclemencias de la vida que no cuentan para nada y no vienen al caso.
Pero los tiempos adelantan que es una barbaridad, al menos en el Occidente Cristiano, quizás por ser más lo primero que lo segundo. No nos podemos quejar. El sexo, en nuestra sociedad actual, se concibe también como algo lúdico y más allá de los cánones y las buenas costumbres. Es cierto que hay una gran liberalización sexual. Pero hasta cierto punto. No todo está del todo aceptado, incluso lo que aparentemente pensamos que sí, como la homosexualidad. Ésta sigue siendo mal vista, cosa que se nota sobre todo fuera de las grandes ciudades o en esas bonitas manifestaciones del foro de la familia, por no hablar de las leyes anti-sodomía que rigen en algunos Estados del país de la democracia. Pero no solo la homosexualidad. ¿Cuántas veces se habla abiertamente de sexo oral o masturbación, por ejemplo, como algo natural y sin complejos, en la tele o en el cine? ¿Por qué las campañas contra el sida, además de incluir el uso del preservativo, no hacen propaganda de otras prácticas sexuales que vayan más allá del coíto vaginal? Por mucha liberación sexual que haya, todo lo que se salga de lo convencional (aquello que compara al hombre con el mono y le niega su capacidad de pensar y evolucionar), sigue suscitando recelo, miedo e incomprensión; pesa mucho la tradición cultural apostólica- romana. Y es aquí donde enlazo conmigo mismo y mis cadáveres en el armario.
Resulta que Dios, en el que no creo, me ha hecho una putada y, si bien no desprecio para nada lo anterior, en mi caso no es suficiente. Mi sexualidad natural, aquella que condiciona mis deseos, mis actos y en cierta forma mi forma de ser, se sale un poco, o un poco bastante, de lo convencional. Demoleré el posible suspense de forma inmediata, más que nada porque de ello trata este libro; disfruto con fantasías sexuales sado- masoquistas. Para ponernos un poco en el tema; disfruto sexualmente cuando me ponen el culo rojo con una fusta, un látigo o la mano directamente, a ser posible féminas con botas altas y demás estética fetichista, y a ser posible estando atado y/o amordazado. También me corro cuando me ponen pinzas en los pezones y los testículos, y me encanta ponerme a cuatro patas como un perro y servir a esas mujeres malas mientras me desprecian, me siguen pegando o me humillan con insultos, órdenes y acciones, entre otras lindezas que ya iremos desgranando.(Ahora paro un momento de escribir porque me he puesto a cien solo de pensarlo y me voy a hacer mi correspondiente gayarda de óscar de Hollywood......uummmm......ya está; sigo; no, un momento, que no me he limpiado la mano y estoy dejando pringoso el teclado; ya está; ahora sí).
Sí; lo confieso; soy un puto sumiso-masoca-fetichista-puta-viciosa y disfruto con todo eso, que englobaremos dentro de las siglas bdsm. Bdsm, como todo el mundo sabe (y si no sabe yo se lo explico ahora) es un anagrama compuesto de Bondage (que no es hacer bondad, si no inmovilizar), Dominación, Sumisión y Sado-Masoquismo o, lo que es lo mismo, del fascinante y oscuro mundo el cual desgranaremos en este escrito. Pues no, no se parece para nada al meterla y sacarla de toda la vida, cachislamar.
¿Por qué es una putada? Bueno, es evidente, ¿no? Porque se tiene una sexualidad diferente y, por tanto, rara. Porque no hay una cultura sobre el sexo como algo lúdico y espontáneo. Porque las fantasías sexuales son tercas y atenazan, provocando la infelicidad. Porque por ellas podemos hacer esfuerzos y perder mucho tiempo y recursos. Porque los amantes del bdsm somos conscientes de la incomprensión hacia nuestras fantasías. Sabedores de que cuando Pepe Navarro invita a alguien de este mundillo, sea una profesional o un practicante, es para chotearse de él en su puta cara. Resignados a que, en el mejor de los casos, Hollywood nos refleje como unos pervertidos que descuartizan niñas en un sótano (imagen que yo prefiero antes que otra entrevista de Pepe Navarro a cualquier supuesta Ama) o seamos el elemento cómico de una teleserie sin ideas. Porque estamos asociad.os para siempre al tipo de cuero de los Village People, (que, dicho sea de p aso, ni era gay ni nada; solo le contrataron para hacer ese papel).
Es una putada porque no siempre es fácil el camino a recorrer para aceptar estas fantasías y saber que no son ni una tara ni nada malo. Porque en estos tiempos convulsos follar es más o menos (palabras claves; más o menos) fácil, pero es casi un milagro encontrar gente que te comprenda en estos aspectos, y más con los que te puedas compenetrar (ya que hay mucho desgraciado en este mundo también, como ya veremos). Por todo eso y muchas cosas más, es una putada. ¿He dado ya suficiente pena? Pues ahora contraataco:
Hay un refrán norteamericano que viene a decir "si te dan un limón, haz limonada", que viene a ser el equivalente a la expresión castiza "no hay mal que por bien no venga". Aunque a mi me gusta más explicarlo mediante una anécdota totalmente innecesaria pero que me parece lo suficientemente bonita para incluirla aquí; (oye, si no puedes hacer gilipolleces en tu propio libro, ya me dirás dónde).
La E.C Cómics era una editorial norteamericana de los años 50, tristemente famosa por haber sido objeto de represión por, entre otras cosas, lo explícito de sus historias de terror. Pero eso es otra historia que no cabe contar aquí. La anécdota que quiero relatar es que dicha editorial publicaba historias cortas escritas en su mayor parte por los propios editores, de nombre Bill Gaines y Al Fedstein. Ambos no dudaban en copiar historias que habían leído previamente en todo tipo de libros y revistas. En una de esas historias, copiaron descaradamente un relato de Ray Bradbury, conocido escritor de la época cuya fama ha llegado hasta nuestros días, quien al enterarse del plagio los demandó. En vez de ponerse nerviosos, los editores reconocieron su culpa y aceptaron pagar al escritor una cantidad equivalente a sus honorarios. En el número siguiente, pusieron en portada con letras bien grandes "Ray Bradbury colabora con nosotros dblquote y vendieron el doble. Puede que el suceso no sea del todo así, pero....¿vamos a estropear una bonita leyenda por una miserable verdad?.
¿Qué quiero decir con esto? Que si te dan un limón, haz limonada. Que si tienes una sexualidad diferente, en vez de llorar por una absurda normalidad o un glosario de frustraciones, aprovéchala para acumular experiencias. Conoce a gente que ha sufrido como tu, que desea lo mismo que tu, y tendréis mucho en común ya de partida. Aprovecha la complejidad para enriquecerte. Aprende del camino, llegues o no a la meta. Crece con las múltiples visiones de todo. Entra en un mundo prohibido con un bagaje vital y algún as en la manga. Ten miedo. Pero véncelo.
Y de eso trata, más o menos, este libro. Del fascinante mundo del bdsm a través de un tipo normal (yo) que ha llegado hacia él siguiendo un camino propio. Y de la gente que ha conocido y los pensamientos que ha compartido. Desde la humildad, la veracidad y el realismo. Como miembro más o menos activo de algo que podríamos llamar "comunidad bdsm", sea lo que sea eso. Como amigo de sus amigos. Como viciosa en celo. Como persona.
No soy alguien especialmente inteligente, pero sí tengo al menos la memoria justa para apropiarme de las ideas ingeniosas de los demás y exponerlas como si fueran mías, cosa que haré descaradamente a lo largo de este escrito. En estos tiempos llenos de libros magníficos que nadie lee y de libros no tan magníficos que todo el mundo escribe, estas páginas empiezan como un ejercicio de reflexión personal. Como siempre, dejaré que las palabras vuelen libremente y vayan donde quieran, porque siempre he creído en su valor. No se busca ninguna verdad porque ésta no existe. Se busca un viaje más o menos alucinante hacia el conocimiento y la diversión.
Aquellos que busquen fotos para hacerse la correspondiente gayarda de óscar de Hollywood ya habrán ojeado las páginas y comprobado que no hay ninguna, por lo que dudo que lleguen a esta línea para descubrirlo. La misma advertencia hago para aquel que busque relatos eróticos con los que machacársela a gusto; espero que estés a tiempo de que te devuelvan el dinero. No es que tenga nada en contra de los relatos de fantasías salvajes estupendamente mal escritos, yo mismo me he hecho trillones de pajas con ellos conseguidos al por mayor, bien en el proceloso mar de la red, bien en las librerías de saldo y esquina, e, incluso, he confeccionado un par totalmente chapuceros que quemé un día que los volví a leer y me di cuenta de lo cutres que eran. Pero aquí no ha lugar a ellos. Es un libro sobre el bdsm desde un punto de vista personal y humano, sin elementos erotizantes aunque igual algún momento cachondo sí hay. Tampoco soy una ado lescente en celo contando con todo lujo de detalles sus sesiones sado masoquistas para morbo y deleite de la afición general, quizás por desgracia para mí. Así que quien espere ver a una Melissa P en tío, témome que también saldrá defraudado. Y no es la sección de cartas al director de las revistas porno, así que no habrá pajas físicas y mentales con sucesos peri- patéticos que se intentan hacer pasar por reales. No cuela que me raptasen una tribu de amazonas nazis perdidas en una selva medieval. No obstante, para qué nos vamos a engañar, alguna escena de morbo sí que habrá por que somos como somos y no lo podemos evitar.
Voy a comentar mis opiniones y vivencias. Y las opiniones y vivencias de mucha gente que he conocido. Pero no voy a dogmatizar ni exponer verdades absolutas. Hay cosas en las que el 98% de la gente que practica el bdsm estará de acuerdo. Otras que son más o menos opinables y sobre las que cualquier otra visión es válida. Se expondrán también. Intentaré no hablar de mis tres grandes obsesiones; Batman, Bush y "Aquí no hay quien viva", pero témome que no siempre será posible. Intentaré pensar que el ombligo del mundo no soy yo, pero eso será más imposible todavía, pese a que la realidad sea tozuda y me lo lance a la cara cada día. No obstante, cierto es que se habla de lo que se conoce y se vive.
Si estás metido en el mundo bdsm hasta el tuétano, posiblemente ampliarás visiones, por aquello de que si lo sabes todo es debido a que te falta información. Si no tienes ninguna experiencia con el bdsm, creo que este escrito puede ser un buen primer paso. Si no te atrae especialmente el tema, puedes disfrutar con mis paridas y llamar la atención con un libro así en el autobús, que mucha gente ha ligado por menos.
Asímismo, este tocho no es un manual con técnicas para azotar en las zonas musculares idóneas, hacer el bondage al estilo wakiariono (sí, me lo acabo de inventar) y demás cosas para sacar cum laude en las prácticas, entre otras cosas por que yo me hice sumiso para no trabajar y que sea la parte dominante quien se complique la vida. No; este libro trata sobre gente normal a la que le han llamado la atención estas fantasías. Gente que he conocido. Gente que he tratado. Gente con la que he intercambiado incluso fluidos, azotes y cubatas. Trata un poco sobre el bdsm como parte de la vida, como parte de las relaciones humanas, el bagaje vital, el crecimiento y, por qué no decirlo, la diversión. Porque una cosa es tomárselo en serio y otra es ser demasiado trascendente. Porque las fantasías sexuales son tercas y si no puedes vencerlas únete a ellas. Porque si te dan un limón, haz limonada.
Porque soy un tipo normal, pero tengo un cadáver en mi armario. Y eso me hace más interesante.
¿Y tu?.


SIGUIENTE CAPITULO ( Y SON YA DOS )


2- FORMAS DE COMPLICARSE LA VIDA.
"En esta vida no existe nada que no tenga interés. Todo lo más, puede haber alguien a quien no le interese". (Leído en alguna parte).
Nosotros somos nosotros y nuestras circunstancias, así que como en casi en todo de esta vida no se puede generalizar. Pero es cierto que de forma común se podría decir que dar el paso para entrar en estos mundos no es fácil. Estamos hablando de deseos (y, por qué no decirlo, de emociones) que se salen de la norma. Nos complicamos la vida, nadamos a contracorriente.
¿Por qué entra la gente en estos mundos?¿Por qué la gente siente deseos de practicar bdsm? ¿Cómo nos topamos con estas fantasías?.
Personalmente, pensaba que se tenían de forma natural. Como el que es gay y de toda la vida le han atraído los hombres. Sin embargo, una vez entrado en este mundillo y conocido gente, he descubierto con asombro que la mayoría no había oído hablar de estos mundos ni por casualidad hasta bien entrada su edad adulta, incluso ya casado/a y con una vida hecha y derecha. Así que, una vez más, el por qué alguien entra en estos berenjenales se bifurca en un abanico casi infinito de opciones. Casi tantas como vidas e historias personales.
Pero vayamos por partes y hablemos en primer lugar de quienes los hemos sentido de forma natural.
¿Es por un gen? Al fin y al cabo el ser humano es genética y sociedad. O, como diría Severo Ochoa, somos física y química. Yo mismo he leído teorías sobre un gen regresivo, que la verdad suenan muy mal así de entrada. Quizás con el tiempo se descubra "el gen del masoquismo" o similar, situado en la bacteria 1,456.685 pi del ADN. Pero a día de hoy me parece una explicación demasiado fría y aséptica. ¿Acaso gays y lesbianas tienen leucocitos diferentes a los heteros? ¿Se puede operar y crear un mundo mejor y más sano?.
Los seguidores de Freud (psicólogo) se remiten, como siempre, a la infancia. ¿Nos gusta el bdsm por haber sufrido malos tratos de pequeños? Me parece tan absurdo como decir que las naranjas y las bombonas de butano pertenecen a la misma especie porque ambas tienen el mismo color. Hablando por mí, lo cierto es que lo más parecido que puedo recordar yo al respecto es a mi pobre madre tirándome la zapatilla por el pasillo por intentar asesinar a mi hermano (justamente, por supuesto) y fallando estrepitosamente pese a lo gordo que estaba por aquel entonces. Ni placer sexual ni mucho menos trauma alguno tengo de ello. Justo es decir que la mayoría de psiquiatras o hechiceros de la tribu hoy en día "sólo" consideran estos juegos como perversión o parafilia. Ni nos fusilan ni nos encierran, con lo cual algo hemos avanzado.
Quizás tenga que ver con el primer impulso sexual que tenemos en nuestra vida. Yo, por ejemplo, creo que lo tuve con la Madrastra de Blancanieves. Desde entonces me gustan las mujeres malas, crueles y exageradamente maquilladas, a las que he dedicado las mejores pajas de mi vida. Qué puto era ese Walt Disney. Me contaron de un tipo que compartía habitación con sus hermanas, y él las veía desde la litera de abajo. Por eso ahora le gustan las mujeres gigantes.
¿Alguna otra explicación? Miles, la verdad. ¿Sabías que hubo en Nuevo México una misteriosa lluvia de meteoritos y ese año nacieron miles de sumisos masocas? Y es que, como sabe cualquiera que ve House, el remedio depende del diagnóstico. Sólo que....¿Hay que ponerle algún remedio?
A ver; seguro que alguna explicación científica o psiquiátrica hay, y seguro que algunas de las expuestas son válidas para algunas personas, incluso la de una maldición gitana. Pero igual que nadie se psicoanaliza si le gusta el fútbol, el tabaco o las amapolas volando, creo que da igual el porqué nos gustan estos juegos. Nos gustan y punto. Si ningún psiquiatra o científico ha llegado a ninguna conclusión concluyente, mucho menos voy a llegar yo, que mi especialidad son los tebeos de Batman y hacerme pajas (ambas cosas no necesariamente por separadas). No creo que valga la pena comerse el coco por este motivo. Que inventen ellos y cuando lo descubran me envíen la respuesta a casa, a poder ser de forma discreta, como en los pedidos de las tiendas porno.
Luego hemos dicho que hay gente que ha descubierto estos mundos con una vida ya hecha y derecha. Y quizás sean los más.
Hay quien leyó algo en alguna parte, o vió una escena, o un póster, o lo que sea, y ello le motivó para seguir buscando más. Uno de mis mejores amigos en estos mundos descubrió su fantasía al leer un relato erótico pillado de la biblioteca de su hermano, sin saber siquiera de qué iba. Solo quería hacerse una pajilla adolescente. No sabía que esa pajilla le iba a cambiar la sexualidad (no, si en el fondo van a tener razón quienes dicen que las pajas son malas).
Una Ama, y sin embargo, amiga, entró en un chat una tarde aburrida, sin por aquel entonces ser más ama que de casa. Y quién le diría ahora que hace cinco años esto era para ella la dimensión desconocida. Conoció a gente y empezó a desarrollar sus inquietudes. Es como quien descubre "Aquí no hay quien viva" a mitad de temporada. Mucha gente ha sabido de estas fantasías a través de su pareja. Porque en un momento dado tuvo un rollete que le introdujo en el tema, y el rollete ha quedado perdido en la noche de los tiempos pero el tema le sigue.
Gente que simplemente siente ese noble sentimiento de "me da morbo" los hay a miles. Quieren probar nuevas cosas. Y no son pocas las féminas que piensan que es una forma fácil de ligar, sea en un rol o en otro. Por aquello de la ley de la oferta y la demanda.
Es cierto que hay gente con una personalidad tan definida (dominante o sumisa) que no concibe el sexo más que como una prolongación de su forma de ser. Por eso cuando descubren estos juegos se arrastran a ellos.
Las principales profesionales del sector han conocido el sado por pura necesidad, como es el caso de Dómina Zara. Y luego han hecho de él algo más que una especialidad a tarifa especial. Porque han comprendido su magia. Otras muchas personas se han quedado en el camino, porque un día tuvieron cierta curiosidad y ésta no fue lo bastante grande. O por miedo. O porque no encontraron lo adecuado. Hay quien se siente insatisfecho, simplemente, y no sabe lo que quiere. Pero no parará hasta conseguirlo y a lo mejor dando tumbos llega a la meta.
Me viene a la mente otro amiguete, este Amo, que trabajaba haciendo entregas, aunque nunca especificó de qué tipo. Un día le enviaron a un recado a un local sado y quedó tan encantado de lo que vio que dando el coñazo en estos mundos le tenemos. ¿Y si le hubieran enviado a una lavandería? Me acuerdo de una teleserie en la que un matrimonio se aburría y dijeron; "vamos a probar algo porque esto no se levanta ni llamando a Lázaro".No he conocido casos así, pero pueden existir perfectamente. Y, para qué engañarnos, mucha gente accede al bdsm para conocer gente, para mitigar su soledad a través de internet, porque está recién separada y todo vale, porque conoce a amigos o conoce a alguien y a fin de no perderlos contigo al fin del mundo.....En fin; historias miles. Al fin y al cabo la coincidencia es el lazo secreto que une al mundo. La cosa es empezar a andar; ya habrá una selección natural entre afines.
Cada persona es diferente. Siente diferente y ha tenido un camino diferente también. ¿Cúal es el tuyo?
En todo caso todos son perfectamente válidos y legítimos. No hay que mitificar ni hacer drama de nada. Buscamos vivir nuestra vida lo mejor que podemos. Son fantasías que no hacen daño a nadie. Llegamos al bdsm por el camino que sea, y nos atrapa. Por su sexualidad, su magia, su morbo. Y con ello a rastras buscamos ese instante de felicidad y satisfacción que tan a menudo se nos niega.
Me gustaría exponer esta carta, totalmente veraz (ejem, ejem) encontrada en la sección de consultas de la revista para adolescentes "Super Pop Chachi", que creo significativa a modo de ejemplo de cómo se pueden acceder a estos mundos y algunos de los miedos que conllevan.
Con la venía;
Chachis-saludos, amiga CORI;
Soy una Libra de 16 años soñadora y romántica. Tan soñadora y romántica que ya me he pasado por la piedra a todos los chicos de clase, (menos al friky que lee tebeos, por supuesto, que además no se ducha). Los chicos dicen que soy guapa, pero yo me veo un poco gorda. Menos mal que me meto religiosamente los dedos después de comer, si no no me cabría la ropa que me compro en Mango. Mis mejores amigas son la Jessi y la Vane, y nos enviamos msns continuamente contándonos nuestras cosas.
Te escribo explicando mi caso personal por si puedo ayudar a otras amigas. Acudiría al "diario de Patricia", pero no tengo un conjunto que me guste para salir en la tele. Resulta que una noche les dije a mis padres que me iba a dormir a la casa de la Jessi y en realidad nos fuimos a una discoteca . Es que mis padres no me comprenden y por eso soy una rebelde, ji ji ji. No me deberían de haber dejado pasar, pero íbamos vestidas como putas, nos vieron como carne fresca y el portero ni siquiera nos pidió el carnet, aunque lo habíamos falsificado con típex. Alguna ventaja ha de tener ser mujer. De todas formas ya soy mayor.
En la discoteca vi un chico muy guapo. Tenía una mirada tierna y sensible. Y estaba bueno, que es lo que importa, ji ji. La cosa es que emplee mis técnicas de seducción, siguiendo varios artículos vuestros como "fóllate a tu novio y haz que parezca que te lo pidió él" o "seduce con la mirada y los movimientos insinuantes". La verdad es que en principio no me prestó mucha atención, pero como ya llevaba dos sorbos de cubata me lancé y fui a por él y los movimientos insinuantes fue abrirme de patas delante suya. No se lo que pasa con los hombres, que hay cosas a las que no saben decir que no. La cosa es que nos besamos y sus labios sabían a cubata de wocka con red bull. Sería romántico si el red bull no supiese a meado, pero estaba bueno. Vive cerca de mi casa y quedamos para el día siguiente. Estaba enamorada y Jessi se moría de envidia, porque ella usa aparato en los dientes y un chico dijo que no quería besarla con ellos por temor a que se le enganchase la lengua, pero se lo merece porque es una guarra.
El chico se llama Frenchu y empezamos a salir. Es algo mayor que yo, tiene 20 años, pero hacemos buena pareja. Sus ojos hacen juego con mi forma de vestir. Los primeros días no hablamos mucho porque nos estuvimos metiendo mano todo el rato, cosas del amor. Me venía a recoger al insti, me enviaba msns cuando no nos veíamos, me invitaba al Mc Donald, s, me llevaba a casa a las 9....era una relación perfecta y madura. Pero a la semana, en la fiesta light del sábado por la tarde, vi que me ocultaba un secreto. Bueno, más que verlo, él me lo dijo. Teníamos ya ese período de relación en que nos sinceramos el uno con el otro. Yo también le dije que tenía otro, pero no le dio importancia a que forrase mi carpeta con fotos de Bisbal cuando a mi quien en verdad me gusta es el cachas de U.P.A.
Me lo dijo muy serio: "te tengo que contar algo de mi".Pensé que era gay, pues en una semana de novios no lo habíamos hecho todavía. Salir con una gayi es IN, es cachi. Hubiésemos cortado, claro, pero lo tendría como amigo y se lo presentaría a todo el mundo para que vieran lo IN que soy. Igual conocía a Jesús Vázquez. Pero no era eso. Me preguntó si sabía lo que era el BDSM. Yo pensaba que era un grupo, como UPA o NKOTB, pero me dijo que no, que era una práctica sexual. "Yo es que quiero mantener mi virginidad por detrás hasta el matrimonio", le contesté, pero me dijo que no era eso, que no lo entendería, que mejor lo dejáramos y que adiós. Lloré mucho y Jessi y Vane me consolaron. Fuimos a casa de Jessi y buscamos qué era BDSM. Primero lo buscamos en el libro de mates, pues pensamos que era algo de clase, pero como no lo encontramos nos pusimos en internet. Al teclear " bdsm" nos salieron un trillón de páginas. Justo en ese momento recibí un msn de Frenchu; "soy sumiso y solo disfruto con la entrega y el dolor". No entendí nada; ¿qué entrega? ¿cómo un paquete por SEUR? ¿Y qué tenía que ver eso con bdsm? ¿eran las siglas de una agencia de mensajeros que hacía la entrega?¿Y el dolor?¿Le dolía algo? ¿estaba enfermo? ¿ese era su secreto?¿y qué era significaba "soy sumiso"? Jope, vaya lío. Esto del amor es muy complicado. Al próximo me lo follo sin más.
La cosa es que por internet me enteré qué era el bdsm. Se ve que una persona adopta lo que se llama un rol, un papel, (que en mi caso sería de dominante, por lo que me dijo Frenchu) y otra parte adopta el rol inverso (o complementario) de sumiso/a, y el primero tiene licencia para atar, pegar, humillar y demás lindezas al segundo. La verdad, así en bruto suena a tarado mental, para qué nos vamos a engañar."Jopa, tía, qué fuerte, a tu chico le gusta que le arreen, es un sucio pervertido"- Me dijo Jessi. Estaba tan sorprendida que no le metí el aparato de los dientes por el coño. (Igual le gustaba, de hecho creo que ella misma se lo hace cada noche, mira quien habló de pervertidos). Vane dijo que no lo veía mal; -"mejor eso que lo contrario, no?". Vimos algunas fotos de mujeres con látigos arreando a hombres.¿Por qué todas las mujeres eran guapas y todos los hombres eran feos?
Nos metimos en un chat del tema, pero se pasaban el rato saludándose entre ellos y hablando de temas insustanciales. De hecho, un tal Spirit hablaba de tebeos.-"¿No hablan de mazmorras llenas de sangre y amputarse órganos por placer?"-preguntó Jessi. –"Bueno, aquí solo hablan del MORTADELO del 1971", le dije. ¿No hablan de sadomasoquismo? ¿no nos habremos equivocado? Incluso la gente que quería sexo se dirigía a nosotras con las palabras "zorra, ponte a cuatro patas", como en un chat normal.
Solo había varios nicks con la palabra "amo" en ellos, que era lo más parecido al tema que vimos, pero estaban callados sin decir nada, aunque uno nos envió el siguiente mensaje: "¿Estás desnuda? ¿llevas bragas?¿Eres mujer?".
La verdad, de repente no lo vi tan pervertido. El bdsm, quiero decir.
Estaba hecha un lío. Frenchu me envió otro msn; "quiero entregarme a ti, ser tuyo, que me hagas sufrir por amor".¿No debería de decir yo eso cuando le pida hacer el amor?"Quiero ser tu esclavo", me dijo en otro msn después. "¿podemos hablar’". Hice lo que hacen todas las personas maduras y razonables. Apagué el móvil y me enfadé por romperme los esquemas y no quería saber nada de él.
No es justo. En vuestra revista hay consejos prácticos si tu novio te pide relaciones y tu no quieres, (que no es nunca el caso, por supuesto), o artículos de cómo hacer una felación, fingir un orgasmo, no desmayarte si te encuentras a Ricky Martín por la calle, sacarle el máximo partido a un fin de semana en el que tus padres se van...esas cosas son para las que yo estoy preparada. Pero que el chico que me gusta me diga que quiere que le ate y le pegue y no se qué de la entrega me supera.
Nos vimos al día siguiente. En principio no quería hablarle, y Jenni empezó a tirarle piedras por si le gustaba. La cosa es que accedí y dimos un paseo. –"Lo siento"- me dijo-" mi sexualidad es masoquista. Solo disfruto si una mujer me posee hasta el último extremo, me hace suyo, me entrego a ella totalmente y ella me corresponde azotándome con el látigo o dándome órdenes. Son juegos sexuales, pero importantes para mi y sin ellos no soy capaz de mantener una relación. Soy un chico normal, pero estás en tu derecho de verme como un pervertido. No he sabido explicártelo ni bien ni a tiempo".
No sabía que Frenchu hablara tan bien. La verdad es que no me enteré de nada, pero me gustó mucho como sonaba. Le miré a sus ojos. No lo vi tan mal. "Oye...puede ser divertido"- le dije. Y sonrió.
La cosa, AMIGA CORI, es que no tengo edad para votar (votaría a Bisbal, por supuesto) y ya tengo un esclavo a mis pies. Hace lo que quiero y pobre de él como no lo haga. Le ato con pañuelos o medias o gomas de pollo y le arreo leñazos hasta que me canso. Descargo adrenalina. A veces voy a la disco y me morreo con quien quiero solo para que él lo vea y sufra. Le he puesto un collar de perro y le hago andar por la calle con él. La sensación de poder y seguridad que eso da es chachi. No me lo podía imaginar que fuera tanto. Es un juego, vale, pero es un juego divertido. Me encanta..Voy a pasar de Bisbal, UPA y esa gente y forraré la carpeta con fotos de dómina Zara.
Por eso, CORI, quiero decirle a todas las lectoras de esta revista que pasen de ser sumisa sometidas por el markéting industrial, los chulos rapados con mechas y camisas ajustadas y demás pijadas, amigas; coged un sumiso y haceros amas, que mola mazo y así no desperdiciaréis vuestra adolescencia.
Un besi de una libra que os quiere.
Vale, tenemos una necesidad, un deseo, una inquietud, lo que sea. Conocemos estos mundos y los queremos probar. ¿Y ahora qué? Ahora tenemos miedo y de eso va el capítulo siguiente.








TERCERA PARTE DE ESTA NOVELA

3-MIEDOS, DESEOS Y GENTES Y PERSONAS EN GENERAL
"Una cebra va por la selva y se cruza con un león que quiere comérsela. Evidentemente, tiene miedo. El miedo es importante, pues viene ligado al instinto de supervivencia. Pueden pasar dos cosas; que la cebra se escape o que sea comida. Si es comida se acaba la historia. Pero si se escapa también se acaba la historia; la cebra sigue, una vez a salvo, paseando por la selva, comiendo hierva y haciendo su vida de cebra normal. Olvida el miedo que le generó ver al león y que le hizo escapar. Pues bien; el hombre es el único animal que continuamente piensa que ve a un león. Y el miedo que esa visión le provoca hace que genere las mismas reacciones químicas que si de verdad estuviera allí. Y ese continuo miedo no le hace sobrevivir, si no que le impide crecer". Transcripción bastante libre de una entrevista a Eduard Punset.
Recapitulando; por las razones que sean, tenemos estas fantasías o hemos dado con ellas cual Santo Grial. El siguiente paso es llevarlas a la realidad. Sin embargo, dar el paso de una fase a otra no es nada fácil, aunque como en todo me remito a que cada persona es un mundo y tiene su historia y circunstancias. No porque no haya gente, medios u ocasiones para llevarlas a la práctica, que en todo caso sería otro tema. Si no que es difícil dar el paso por nosotros mismos.
Tenemos miedo porque nos sentimos raros. Tenemos miedo porque no nos aceptamos. Porque desconocemos. Porque mitificamos y no comprendemos. Porque negamos. Porque al fin y al cabo existen términos como el dolor y eso da un poco de yu- yu. Porque hemos oído, leído o visto estereotipos insanos sobre estos mundos. Porque estamos hablando de algo que no es convencional. Porque nos puede dar vergüenza reconocer que nos gusta que nos peguen, aten y vejen, incluso a nuestros más íntimos. Porque la sociedad nos califica de depravados y el rechazo es tal que ríase usted de aquel al que le abandonó el desodorante. Por cómo reaccionará nuestra pareja, caso de tenerla. Porque si eres sumisa y dices en tu entorno que te gusta esto te dirán cosas como "acabarás muerta en un descampado". Porque el infierno son los otros. Porque si eres Amo te acusarán de maltratador. Porque por mucho que nos la suden los demás, estamos vivi endo con ellos. Porque aceptarse es un proceso, y luego tirarse a la piscina otro. Porque no cuestionan a la persona, si no al rol. Dejas de ser el macho masculino tradicional, caso de ser sumiso, y te combiertes en un fracasado calzonazos a ojos del mundo. Y encima a saber cómo harás o canalizarás esas fantasías raras, a ver si te crees que eso se puede decir en la barra de un bar y ligar con la primera que pasa.
¡Ey!, nadie dijo que fuera fácil.
Sí que es cierto que existe una cierta "barrera" ante estos mundos y todo lo expuesto es verdad, pero que nadie muera de frustración. Para ello ya tenemos el fútbol. No estamos en Afganistán y se ha exagerado un poco el panorama. Pero para que no se piense que se ha exagerado mucho pondré algunos casos, a modo de ejemplos, que he visto/ vivido o me han contado a lo largo de mi larga o corta trayectoria;
Conozco un amigo, sumiso también, que ocultó durante años sus fantasías sexuales porque pertenecía a un cuerpo macho y viril como La Legión. ¡Ah!, el ejército; acepta a los asesinos en masa pero no a los que les gustan ser dominados por mujeres. Otro conocido ocultó durante años sus fantasías a su esposa, porque tenía miedo de que no le comprendiera. Ignoro como acabó la historia, supongo que con amantes furtivas y/o divorcio. Yo era habitual de un chat. Durante un tiempo hice amistad con una chica que buscaba información, pues su pareja le había pedido practicar bdsm y ella estaba confusa y asustada. -"¿Y si se pasa de la raya?"- me preguntó un día. Creo que entonces: a) no confías en tu pareja b) no estamos hablando de bdsm, por lo que en ambos casos tenéis un problema, pero oye...... ¿quién soy yo para asesorar matrimonialmente a nadie? Algunas noches de luna llena me preguntó qu
'e9 habrán hecho al final, aunque me tomo un par de cervezas y se me pasa.
Comentando el tema de que a veces es difícil dar un paso adelante, una amiga, hoy en día una de las mejores Amas del Reino, me dijo que eso son chorradas, pues si algo te gusta lo pruebas y ya está, como hizo ella. Y entonces un contertuliano le recordó la primera vez que entró a un local bdsm, siendo ella por aquel entonces simple curiosa. Iba con una amiga que quería probar la sumisión con un noviete que tenía y la hoy en día "no pasa nada, se prueba y ya está", empezó a dar gritos de que como hicieran daño a su amiga se iban a enterar, que vaya locos que eran todos los que estaban allí y demás lindezas. Vivir para ver las vueltas que da el mundo. Me dice la protagonista que no fue exactamente así, pero....¿vamos a cambiar una bonita leyenda por una miserable realidad?
Personalmente, a mi me costó bastante aceptarme durante la adolescencia. Lo cual, esto me recuerda, con la perspectiva del tiempo, a aquellos gays que salen en "El Diario de Patricia" contando que ocultaban su homosexualidad a sus madres y que ligaban con chicas para ocultar sus verdaderos deseos. Porque claro, en una discoteca, le puedes decir a una chica si estudia, trabaja o se deja meter mano (normalmente las 3 cosas). Pero no si te puede atar y pegar. Así que yo durante una larga etapa adolescente negué mis fantasías e incluso me avergonzaba masturbarme con ellas. Qué tiempos aquellos; como diría el refrán, ojalá no vuelvan nunca. Qué tonto que era, por Dios, pero qué le vamos a hacer. Si volviéramos atrás con todo lo que sabemos ahora seríamos Dioses.
Mucha gente, es cierto, no ha tenido trauma ninguno. Ha dicho "esto parece que mola, a la piscina con ello". Otros simplemente se han dejado llevar de la mano de alguien en quien han confiado o a quien han querido, de forma progresiva, poco a poco. Hay quien ha tenido miedo a saber si está a la altura. Supongo que no le gustaría lo suficiente, porque ese mismo miedo lo pudimos tener todos a dar nuestro primer beso y aún así lo dimos. En fin; nos remitimos a lo dicho de que cada persona es un mundo y tiene su propia historia......¿Tenías miedo al entrar? ¿A qué? ¿Cómo lo vencistes?
Puede no ser fácil abrirse camino, pero las fantasías sexuales son tercas y se abren paso por ellas mismas. No se pueden poner diques al mar. Todo parte de un deseo. Y que éste sea lo suficientemente fuerte para llevarte hasta el final y vencer todo tipo de miedos. ¿A qué se reduce todo? Supongo que a una cuestión de libertad y seguridad.
Libertad para elegir la opción sexual que quieras sin que te condicione tu entorno. Y eso requiere de un proceso y de una madurez. Seguridad para llevarlas a la práctica sabiendo que es eso, una fantasía.
Me viene a la mente un chiste-moraleja recogido por Jorge Bucay en su libro "Déjame que te cuente...". Dos amigos se encuentran y uno le dice al otro que va al psiquiatra porque se mea en la cama. Al tiempo se vuelven a encontrar.
-¿Qué -le pregunta el amigo- cómo te ha ido la terapia?
-Fabulosa -Le contesta él.
-¿Ya no te meas en la cama?
-Sí, pero ya no me importa.
Hay dos versiones más; en una la contestación es "sí, pero ya se por qué" y en otra la contestación es "sí, pero ahora me pongo calzoncillos de goma". En todo caso también me viene a la memoria el cuento del ciempiés, este recogido del libro "El mundo de Sofia";
El ciempiés era el mejor bailador del bosque. El grillo, que le tenía envidia, quiso desmontar su hermoso baile. Y por ello le preguntó; "Ciempiés; me encanta tu forma de bailar. ¿Cómo lo haces? ¿Pones primero tu pie número 49 y luego el 15? ¿Empiezas por los múltiplos de cinco y luego avanzas con los pares?" El ciempiés se quedó pensativo. No sabía cómo lo hacía. Y desde entonces, cada vez que se ponía a bailar, lo pensaba y no le salía ningún baile. A veces, la razón anula la intuición.
Es decir; qué más da porque nos gustan estas fantasías. No debería ser ese el debate. El debate debería ser vivirlas y disfrutarlas. Y hacer algo útil y bello con ello.
Y ahora enfocamos el tema de la seguridad;
Cuando alguien entra un poco en estos mundos desde el desconocimiento más absoluto (y más legítimo) lo primero que le viene a la mente son las leyendas urbanas que Hollywood o las series malas de la tele se han encargado de propagar. La advertencia de que acabarás muerto/a en un descampado. (Pero tranquila, que el agente Grissom resolverá el caso).
Vamos a ver; los psicópatas, asesinos y mal nacidos en general no se disfrazan de bdsm ni tienen nada que ver con él; son psicópatas, asesinos y mal nacidos en general, y existen desde el alba de la humanidad y existirán hasta el final de los tiempos. Punto. El bdsm, estos juegos, no tienen nada que ver con los terribles sucesos que leemos cada vez más habitualmente. Las diferencias son palpables, pero antes me gustaría remarcar una frase de un amigo mío que creo definitoria; "Conozco a muchas mujeres que han acabado en el hospital o directamente muertas a manos de sus parejas convencionales. A ninguna que le haya pasado lo mismo por practicar bdsm".
Y es que una relación bdsm no es más que un Mc Guffín y una suspensión de la realidad. Me explico;
El Mc Guffin, en el argot cinematográfico, es algo así como "un truco". Un suceso que da origen a la trama y que está presente de forma obvia (y por tanto imperceptible) en toda la película, aparentemente nimio pero de vital importancia porque sin el cual no se hubiese originado nada. Como cuando en "Ciudadano Kane" el moribundo dice "Rosebult". Gracias a ello, pese a que nadie lo ha oído, se repasa su vida. Pues bien; en el bdsm el McGuffin es que es un juego de voluntades. Se está porque se quiere. Y eso mismo se obvia y nos conduce a suspender la realidad; es decir; estamos dispuestos a creernos (o, mejor dicho, a sentir) cosas que sabemos que no son ni ciertas ni creíbles, como cuando vemos "Supermán" y admitimos que un hombre puede volar. En este caso ejercemos unos roles, creamos unas reglas. Creamos un mundo interior en el cual no ha de entrar el mundo exterior. Lo que diferencia una relación bdsm, por muy extrema que sea, de estar preso en Guantánamo, los malos tratos o recibir una paliza del borracho del bar es que el bdsm es esto. Un salto con red. Creo que la mejor definición que se me ocurre es que, en mi nada humilde opinión, creamos una ilusión. Nos creemos las prácticas, las transformamos en emociones, las vivimos y sentimos.
El sumiso/a hace una "cesión de derechos" porque le da placer entregarse, disfrutar con el dolor, disfrutar con las ataduras o con las vejaciones, y el dominante "recoge" esos derechos para utilizarlos porque le da placer su complementario; dominar, vejar, azotar, etc.....pero nos ponemos de acuerdo hasta donde podemos y queremos llegar. El dolor duele, claro, pero en el momento que es un dolor elegido ya no es un daño real. Ya hablaremos de canalizarlo en otras sensaciones. Y el pegar puede ser peligroso si se pega mal, claro, pero por ello se tiene la confianza de que la parte dominante no va a hacer nada que no esté segura de hacer. Los verdaderos sádicos no practican el bdsm; se hacen presidentes de los EEUU.
Y en esto un aviso a los humoristas sin ideas; la figura del masoca que va por las calles pidiéndole a la gente que le pegue, no existe, por mucha (supuesta) gracia que haga (supongo que las primeras tres millones de veces alguna haría). El dolor se disfruta en un contexto, en un ambiente de fantasía, con unas normas de seguridad.
Por ello todo aquel que se haya adentrado en el mundo del bdsm sabe que el lema del mismo es "Sano, Seguro y Consensuado". Se trata de jugar a una fantasía sabiendo lo que podemos hacer y lo que no. En el momento en que las reglas no se cumplen, el sumiso "recupera" los derechos que previamente ha cedido, se hace obvio el Mc Guffín y se grita a los 4 vientos. Se rompe la cuarta pared y Superman dice; "me llamo Cristopher Reeve y estoy colgado de un cable". Se para el juego.
¿Existen riesgos? Como todo en esta vida. En el momento en que alguien está atado está indefenso....¿cómo sabe que la otra persona va a respetar esas reglas y no se va a extralimitar? Ahí partimos de la confianza en la otra persona; el bdsm es un juego de confianza y honestidad, por eso tampoco es cuestión de practicarlo como si fuera un polvo furtivo de buenas a primeras. Sano, seguro y consensuado. Y partimos también del sentido común, el mismo que nos incita a no coger caramelos de desconocidos con gabardina. .¿Puede haber accidentes en las prácticas bdsm? Igual que en el trabajo pese a la ley de prevención de riesgos.
No quiero decir con ello que esto es jauja y no pasa nada. Es algo serio y conlleva responsabilidad, respeto, riesgos y saber hacer. Solo quiero decir que el miedo, aún siendo legítimo, no nos ha de paralizar, solo incentivar a tomar las precauciones para ello. Se corre más riesgo de caer en manos de un psicópata viendo cualquier partido de fútbol que en realizar una fantasía sexual consentida una noche de verano en la que sea muy hermoso no querer ni sentir.
Pero además, estas cosillas que se calibran propias de estos mundos se cuelan de forma habitual en la llamada sexualidad convencional, cuando no en la propia vida social, por lo que de tan tarados no serán. Solo se diferencian, como diría un alcohólico, en el hábito y el grado. Si aceptamos, por ejemplo, que la estética fetichista es una de las características de estos juegos, vemos como el fetichismo de cualquier tipo está en todas las partículas y moléculas del aire, cortesía de la moda, la publicidad, la tele, el cine y demás corporaciones siniestras (pero legales) que apelan a nuestros más recónditos deseos ocultos del subconsciente. A ver si piensan que Gilda se quitó un guante para no ensuciárselo y si las cantantes de moda visten botas altas y minifaldas para estar más cómodas, por no hablar de esos torsos desnudos de los culebrones de sobremesa.
Creo que está relativamente extendido (salvo en gente como mi madre, miembros de corazón del Opus Dei y demás fauna similar) los juegos eróticos en los que una parte venda los ojos a la otra con un pañuelo, el morbo de alguna atadura con el mismo o algún cachete bien dado, e incluso arrebatos aparentemente inofensivos como el clavar las uñas en la espalda o morder con más intensidad de lo habitual. Juegos suaves que condimentan el polvo convencional. Joder, si al fin y al cabo el beso no es más que una reminiscencia carnívora. ¿O es que no han visto lo guarros que son en "9 semanas y media" o lo bestia que es Jack Nicholson en "El cartero siempre llama dos veces"? ¿Y la relación dominación- sumisión emocional de muchas parejas? ¿Además, el amor no es en mismo una entrega?.
Como todo en esta vida, nada es malo de por sí. Todo depende de la utilización que se hace. El cuchillo sirve para cortar la carne. Pero también para matar una persona. Lo mismo con el bdsm. Si es sano, seguro y consensuado, no puede ser malo. Si la concepción del bdsm que tiene una persona se sale de estos parámetros, sea en el rol que sea, se tiene un problema. Pero es por la persona en sí. No por el bdsm. Como diría un antiguo profesor mío, no existen las crisis, si no personas que siempre están en crisis y siempre lo estarán.
Creo que si analizasen en verdad nuestros deseos y pensamientos pocas personas se librarían de ser tomadas por locas, así que no se metan con los pocos que llevamos a la práctica una mínima parte de ellas sin hacer daño a nadie (no en el sentido literal, claro, que al fin y al cabo estamos hablando de causar dolor). Otro argumento sería sobre lo absurdo de esta sociedad y prácticamente todas las premisas en las que se basa, donde ser políticamente correcto, como diría Joaquín Sabina, es aceptar que ¾ partes del mundo se están muriendo de hambre, así que no me digan lo que está bien o está mal. Que no nos vengan con monsergas y gilipolleces.
Dicen los defensores de la sexualidad tradicional que es la forma "natural", por lo que todo lo que se aleje de ahí son aberraciones producto de ese colega llamado Satán. Si de la forma "natural" dependiéramos, lo natural sería morirnos en cuevas de enfermedades que a día de hoy, gracias a la forma "no natural" de vida, no nos hacen gritar de dolor ni fallecer tras una larga agonía. Tampoco es natural vivir en cómodos pisos con aire acondicionado, ni la castidad, pues ningún animal la practica, ni la caridad, pues la naturaleza se reduce a la ley del más fuerte. Y así hasta el infinito. Porque, desde luego, no veo el por qué no tiene que ser natural el tener la capacidad de pensar y crear mundos de fantasías y disfrutar con ellos. Soy tan inocente que siempre he creído que es mejor jugar al sexo que repartir boletines de la asociación nacional del rifle.
Menos mal que yo no tengo más religión que un cuerpo de mujer.
El bdsm, como el sexo, como el amor, como los sentimientos, es también un canto a la libertad y a la vida. Un deseo, un juego, un aliciente, una emoción, para sortear la existencia. La última vez que salí a la calle nada de esto era delito. Por ello hay que quitarle mitología, trascendencia y literatura. Por ello no se ha de tener miedo.
Y estableciendo estas premisas....¿ahora qué? Hemos llegado a unas fantasías. Hemos vencido nuestros miedos. Y ahora queremos conocer a gente para practicarlas porque esto del sexo, como diría Woody Allen, mejor acompañado que solo, ya que, al menos, se conoce gente.
Ahora bien, esta es la la parte chunga, pero tranquilos, que para eso se inventó internet.

(Y ESTA ES LA CUARTA PARTE)

4-INTERNET Y OTROS DEMONIOS
"Tenemos un montón de tecnologías avanzadísimas para demostrar que seguimos siendo igual de estúpidos" (Leído en alguna parte)
Para bien o para mal, hoy en día no se puede hablar de estos mundos sin dedicarle unas líneas al tema de internet.
Como todo el mundo sabe, internet fue en principio un invento militar, supongo que para dar la razón al humorista J. Perich cuando decía que si las guerras se hicieran con rayos de sol, la energía solar sería ya una realidad. Nadie imaginaba que acabaría siendo usado para bajarse fotos porno, despotricar de los tebeos de Batman, mentir en un chat intentando ligar, comprar billetes de avión de saldo y demás bonitos usos cotidianos.
Personalmente creo que internet ha cambiado el mundo menos profundamente de lo que se piensa, y la prueba es que lo tenemos los pobres. Pero sin duda ha cambiado la forma de relacionarse de mucha gente de forma más o menos sustancial.
Desde más o menos los tiempos de la transición, existe en nuestro país cierto liberalismo sexual y ligar es más o menos fácil (palabra clave; más o menos). Digamos que yo, como casi el doble de Brad Pitt que soy, (voy sin afeitar y también me gusta Angelina Jolie), encuentro una mujer en un bar y ésta no se puede resistir a mi formidable atractivo sexual (bueno; y va lo suficientemente borracha, pero no nos perdamos con detalles....). Le puedo decir que vayamos a su casa, que yo vivo con mi madre y luego me echa bronca si traigo petardas a casa. Ella todo lo más que me puede exigir es que pague un motel porque vive con su marido y le echa bronca si liga con fracasados en un bar. Hasta ahí bien, con la dosis de romanticismo justo para que ninguno de los dos se cuelge, que el amor es muy jodido. Pero digamos que en un momento dado le espeto...."¿oye, te importaría atarme con tus medias, hacer que te lama los pies, darme bofetadas y escupirme en la cara, llamarme perro asqueroso y ponerme pinzas en los pezones?" Y la mujer bien puede reirse en mi cara (en vez de escupirme), o bien puede irse con su marido recordando súbitamente que le quiere mucho y, al menos, es un tipo normal, o bien puede huir despavorida directamente.
Porque claro, si se coleccionan grifos de ducha antiguos se puede ir uno al puesto del rastro donde los venden, buscar en las páginas amarillas alguna asociación de grifosdeduchacoleccionistas o hablar abiertamente de tan bonita afición a fin de quien lo oiga y esté interesado en el tema, se una a tan interesante materia (por cierto; mi abuela tiene un grifo de ducha a juego con la casa, que creo que es de antes de que se inventaran las duchas y todo). El ser humano, no lo olvidemos, es un ser sociable que detesta a sus semejantes, y tiene la tendencia natural a asociarse y relacionarse entorno a los temas que le suscitan interés.
Pero si eres aficionado al bdsm no hay, al menos de forma habitual y ni siquiera hoy en día, puestos en el rastros, ni figuramos en las páginas amarillas. Y tampoco puedes conocer gente en locales convencionales ni hablar abiertamente de tus fantasías, por todo lo expuesto a lo largo de este escrito. Y aquí es donde aparece internet. Personalmente, pienso que la principal función de este invento es ser un "catalizador" de afinidades, algunas no siempre lícitas (por ejemplo, los seguidores de Batman son un grupo peligroso cuyo fanatismo hace que Bin Laden parezca ateo).
Pongámonos antes de la irrupción de internet en la vida cotidiana, en esos tiempos remotos de hace un montón de años, casi miles,....digamos a mediados de los noventa.
En esos tiempos prehistóricos donde la gente hablaba por teléfono fijo, solo había cuatro vías para poner en práctica estas fantasías y prácticamente las mismas para conocer gente y hablar del tema; a) preguntar a todo ser vivo del universo (empezando, claro, por los del sexo contrario) si conocen y les va el tema, con el riesgo que pase como con los riesgos comentados; b) mirar en las revistas de anuncios (tanto especializadas como el "segunda mano" y esas donde todo se compra, se vende y se intercambia) los contactos, casualmente solo de tíos desesperados o profesionales encubiertas o, la tercera opción (también llamada c) de irse directamente a la sección de "relax"

( Y ESTA LA QUINTA PARTE ¿QUIEN LO DIRIA?)

5-CABALLERO MASCULINO SINGULAR.....
"EL azar se parece al deseo" (Oído en una canción de Joaquín Sabina)
Decía un escritor de renombre que para confeccionar una historia lo difícil es empezar. Una vez sumergido, los acontecimientos llevan a acontecimientos, los personajes llevan a más historias y se produce un torrente de ramificaciones en múltiples direcciones que no siempre se pueden controlar. Yo no soy un escritor de renombre, (ni siquiera un escritor, que me gano muy regular la vida como puta...digo; como asalariado), pero normalmente me acuerdo de esta frase. Porque conforme van saliendo temas en este escrito me acuerdo de tal o cual cosa que creo interesante abarcar.
En todo caso, he dicho que, antaño, una de las pocas formas de conocer gente del mundillo era poner anuncios peri- patéticos en lugares más peri- patéticos todavía. Actualmente, también se produce este fenómeno, bien sea en prensa cutre (revistas de anuncios o marginales), en lugares ignotos de internet, o en donde simplemente se pueda, como los sms de las teles locales (que, por otra parte, a veces son más interesantes que la propia programación). Estos anuncios son perfectamente legítimos, ojo, y me parecen totalmente válidos como medio de búsqueda. Que cada palo aguante su vela. Sabido es, no obstante, que no suelen dar resultados. Por cuestiones culturales que analizaremos más adelante, la proporción entre tipos desesperados buscando sexo fácil y mujeres dispuestas a lo mismo es abismal, al menos por este medio (otra cosa es ir a un concierto de O.T, pero eso es otra historia....)
Personalmente, nunca he recurrido a este medio, ni aún en mis momentos de mayor desesperación. Igual porque tales momentos coincidieron con que no existía (de forma cotidiana, al menos) ese gran invento para la humanidad llamado móvil, que al igual que internet ha cambiado la forma de las relaciones y al que, por cuestión de espacio, no hemos dedicado la atención que se merece. Poner un anuncio y dar como forma de contacto el número de mi casa, para que cogiese el teléfono mi madre y se muriese de un patatús no me parecía buena idea. Pero en tiempos pretéritos hubo un tal...er...Sporit que publicó un anuncio totalmente ficticio...er...digo, real, en...er....algún lugar que no desvelo. Por su gran calidad literaria, creo conveniente pegar y copiar descaradamente.
Como prueba de lo que decíamos antes, (de que las historias llevan a historias y los temas a temas), al decir que he copiado este anuncio me acuerdo, así mismo, de un suceso real ocurrido en Italia, si no recuerdo mal. Resulta que una fémina, bajo seudónimo y aparentemente de buen ver según se publicitaba ella misma, publicó un anuncio (hace años, antes también de la aparición de móviles e internet) en el que solicitaba correspondencia erótica de forma discreta con caballeros de todo tipo y condición. R
(AQUI LA 6 PARTE ¿AUN TE RESULTA INTERESANTE? PUES SIGUE SI ES ASI)

6-PENSAMIENTOS APARENTEMENTE INCONEXOS
"Si crees saberlo todo, posiblemente te falte información", (Leído en alguna parte).
Vamos a entrar un poco ya en materia. Ya sabemos que estos mundos existen, en qué consisten, alguna que otra regla, que hay gente que los practican y que gracias a internet encima son cada vez más. ¿Y ahora qué? Profundicemos un poco en ellos a través de varias ideas inconexas que sin embargo juntas forman un mosaico necesario para entender un poco más este fascinante mundo en toda su complejidad....o sencillez.
Lo primero a tener en cuenta es que ninguna persona es igual a otra en nada en esta vida. Todo el mundo tenemos nuestro mecanismos, nuestros gustos, somos nosotros y nuestras circunstancias. Aunque en el fondo no somos tan diferentes como nos gusta creer, lo cierto es que cada uno es hijo de su madre. Pues esto tan simple, aplicado al bdsm, se exponencia al infinito.
Comparemoslo con la sexualidad convencional; cada persona besa de forma diferente (pero aunque la española siempre besa de verdad, incluso la verdad es relativa) y hace el amor de forma diferente también, por aquello que hemos comentado de que cada uno es hijo de su madre. Sin embargo, para qué nos vamos a engañar, por muchas características propias que se tengan y mucha imaginación que se ponga al asunto, un beso o una follada constan siempre de los mismos movimientos, por muy personales e intransferibles que sean estos.
En el caso del follar, en el cual la canción no dice nada sobre si española lo hace o no de verdad (por lo que podemos deducir que finge el orgasmo),este noble arte de la necesidad humana consta en meterla, sacarla, repetir el mismo movimiento con cierto ritmo y fricción hasta que el hombre se corra y se eche a dormir (la mujer que se aguante, claro, ¿qué culpa tenemos nosotros si la naturaleza es cruel?). Se puede hacer con más o menos destreza, incluso encontrar el punto G ese que algunos/as dicen que existe (aunque mientras yo me corra me da igual, para qué nos vamos a engañar), y hacerlo con algunas variantes como, por ejemplo, en los probadores de El Corte Inglés (que no se porqué es la fantasía de mucha gente, consumistas hasta para eso), en el ascensor (en un derroche de imaginación), con la luz apagada pensando en que nos follamos a Pamela Anderson/ George Cloney (táchase lo que no proceda) en vez de a quien hemos pillado o tenemos, probando las dos o tres posturas del kamasutra que no nos hacen crujir los huesos...etc....si, variantes hay muchas, claro, pero el abanico de las mismas es relativamente pequeño. Al menos en comparación al bdsm.
Estos juegos ofrecen una amplia variedad de prácticas, y dentro de las mismas una amplia gama de intensidades, que hacen que el espectro de posibilidades sea casi infinito.
Me explico; en estos juegos hay dolor, humillación, dominación, inmovilización, servilismo y un largo etc de prácticas. A una persona no le tiene por qué gustar todas ellas, y dentro de lo que le gusta, no todo tiene por qué hacerlo con la misma intensidad. Esto es válido tanto para una parte como para otra. Digamos que a un sumiso/a le gusta estar atado. Pero no es lo mismo estar inmovilizado con una momificación (cubrir todo el cuerpo de forma que se esté totalmente inmóvil) que con una fina cuerda alrededor de las muñecas. Y dentro de la humillación, a alguien le puede gustar que le insulten pero darle asco lamer los pies. O bien considera que travestirse es demasiada humillación y que por ahí no pasa. También es cierto que todo el mundo tiene un umbral de dolor diferente, o una zona sensible diferente, y lo que es caña para uno es suave para otro.
Puede haber un Amo/a que lo que quiera es que le sirvan, y no le guste azotar. Y un sumiso/a que diga que para servir se alista al ejército y que a, él, lo que le gusta es que le den caña y se dejen de gilipolleces. Exiten a quienes le fascina golpear, pero se les hace un mundo pensar en escupir a un sumiso/a. Puede que a alguien una cosa le de un poco de morbo, otra le encante y otra no la pueda soportar. Y así con todas las combinaciones posibles en todas las intensidades existentes en todas las prácticas imaginables. El abanico es casi infinito. El espectro de juegos y fantasías es ilimitado. (Y ahora paro un momento y voy al baño, que tanto describir prácticas me ha dado ganas de tener un momento íntimo conmigo mismo). Sigo;
Como diría un amigo mío llamado Helios, al cual copio miserablemente, en este juego entra lo que ambas partes quieren. Lo que a una parte le gusta, y la otra lo tolera, (no le gusta del todo pero no le repugna) también está dentro del juego (por aquello de complacer al otro más que nada). Lo que al menos a una de las partes le repugna, evidentemente está descartado. Y es que nunca hay que perder la perspectiva; somos personas antes que roles y esto es sobre todo un juego de placer. ¿Es un juego entre iguales? En el instante en que es un juego de voluntades libremente aceptado, sí. Ninguna parte es superior a otra. Otra cosa es que, una vez que se empieza a jugar, se acepta que una parte manda y otra obedece. Entonces se acepta la "desigualdad". Se transforma en un juego entre iguales que gozan representando la diferencia. Se prioriza el placer de la parte dominante por encima de la parte sumi sa. Es una relación de igualdad transformada en una relación asimétrica. Siempre dentro de este contexto y con los límites marcados, claro. Es una putada pero al fin y al cabo es lo que queremos, ¿no? No, si en el fondo estaremos locos de verdad.
Pero para salvarnos de la locura, al menos en las formas, hemos descubierto un truco. Y es la diferencia entre el "dentro" y el "afuera". El "dentro" es cuando asumimos un rol, jugamos y aceptamos unas reglas. Creamos un mundo de fantasía donde hay poses, dolor, sensaciones que sentimos. El "fuera" es la otra realidad. El mundo donde somos personas, donde las reglas se diluyen y la razón y la cotidianidad se imponen al deseo y a la magia.
Retomando un poco el hilo, hemos dicho que en el bdsm hay un montón de prácticas con un infinito espectro de intensidades. ¿Hay algo común a cada momento? Pues podríamos decir que sí, y que ese algo es la entrega.Se supone que ésta entrega es el objetivo del encuentro, sesión o relación bdsm. El resto, al fin y al cabo, son sólo prácticas, y éstas también se pueden dar fuera del bdsm.
La entrega es algo difícil de definir. Tampoco ha de ser igual para todo el mundo. Puede ser algo así como la "predisposición a dejarse hacer" para unos. Se puede considerar como el deseo por ser pertenecido y "entregarse" hasta el extremo, darlo todo por el otro/a (por eso se dice que a veces es parecido al amor, o más intenso incluso). Puede que en el fondo sea una mezcla de ambas cosas. En todo caso la entrega, sea lo que sea y se defina como se defina, va en una doble dirección; el sumiso/a se entrega al dominante y este le corresponde. Le da su protección, "juega" con él para darle placer, le estimula, le domina y le cuida como se cuida a algo que es tuyo y que quieres conservar. Ying y Yang. Halcón y Paloma. Luz y Oscuridad. Bien y Mal. Agua y Fuego. Eros y Tánatos. Cielo e Infierno......Amo/a y Sumiso/a. Una parte define a la otra. Ninguna parte es nada sin su complementario. Se necesitan, se complementan, se dan placer. Y en esta ecuación....¿qué cabe? Pues cabe todo. Todo lo que se decida....y sea legítimo. ¿Incluso los besos? ¿Incluso el amor?.
Sabios y teóritas del bdsm, que los hay como en todo, y que circulan por internet (normalmente ya a las nueve de la mañana), dicen, convencidos y gritando, que en el bdsm no cabe el amor, ni siquiera las muestras de cariño y mucho menos un beso. Argumentan, entre otras cosas, que cómo se puede hablar de amor con una persona a quien vejas, azotas y tratas mal. Lo cual, al menos a mi parecer, es partir de un punto de partida erróneo. Porque no estás vejando, azotando y tratando mal a una persona; ella QUIERE que le hagas todo eso. Lo disfruta. Si le damos la vuelta al argumento, entenderíamos que no tendrían inconveniente en hacer sufrir a alguien desconocido por el que no sintieran nada, y por lo tanto no son más que sádicos (de verdad) en potencia, y por ende gente peligrosa. Se argumenta, además, que una muestra de cariño te hace "menos" Amo/a, "menos duro", etc...como si hubiera que mantener una pose. Como si el mundo irreal construido se desmoronase por un beso. No; bajo mi punto de vista simplemente se reafirma. "Soy tuyo/a, Eres mío/a", dicen los complementarios en el lenguaje universal de los labios que lo dicen todo sin decir ni mu.
Puede que lo que aquí se presenta sea una versión "vainillada" del mundo sado. El término vainilla se utiliza, no se por qué, en estos mundos para calibrar algo que es demasiado "normal",o "descafeinado", o "light". También para algo que es más propio de la sexualidad convencional que de estos mundos crueles y oscuros donde se causa dolor y se sufre. Puede ser. Pero yo creo que es una versión algo más realista, simplemente. Incluso algo más completa. Sin embargo, recuerdo que no hay nada en este escrito que sea verdad absoluta. Todo es opinable. Solo hablo de mis sensaciones, opiniones y experiencia. Y no he visto ni vivido ningún momento "Terminator".
En mi opinión, el grado, implicación e intensidad de esta "entrega" forma el espectro que va desde lo que en la sexualidad convencional se llama "un polvo" a hacer el amor. Sin que por ello ninguna forma sea mejor que otra. Igual que el sexo sin amor es estupendo, y hay polvos que matan el amor y polvos que lo descubren, el bdsm, como sexualidad que es, como juego que es, funciona con la misma gama. Hay entregas de una sesión. Hay entregas de una implicación vital.
Hemos comparado numerosas veces la sexualidad convencional con el bdsm como si fueran algo antagónicos o estuvieran reñidas. ¿Es que bdsm y sexo no son lo mismo? ¿Acaso no hay sexo convencional dentro del bdsm? ¿Acaso simplemente no lo debe haber? Pues nos remitimos a todo lo dicho; en el bdsm debe haber lo que las partes quieran;
El bdsm, como juego sexual que es, es sexo de por sí, como tal, sin necesidad de más. Solo que tiene un alto componente psicólogico. Se desarrolla/utiliza/necesita más el mayor órgano sexual que tenemos.....el cerebro (quizás por eso normalmente se piensa con los genitales). Se priorizan otras sensaciones aparte de la sexual- física. Se canaliza la entrega, el dolor, etc...en un placer sensorial, en un mundo interno de fantasía. Por lo tanto, el sexo convencional, el meramente genital, sea en la forma que sea, es algo secundario. O no. Depende, como todo en esta vida. Hay quien lo necesita más y quien lo necesita menos. Ya hemos dicho que estos juegos son tan amplios y cada uno los coje a su forma y antojo,que no hay ninguna regla o ley más que la ley del deseo.
Bajo mi nada humilde punto de vista, el sexo "convencional" es prescindible, pero no solo no es descartable si no, que dentro del juego, es un elemento más, presentado en muchos aspectos: masturbación, sexo oral, coíto...etc.Pero, con una pequeña puñetería: hemos dicho que "dentro" del rol no hay una relación de igualdad. Manda la parte dominante. Pues lógico es que sea ésta quien decida cómo administra, (si lo hace) el sexo; si masturba, le masturban, si manda que le hagan una comida (no me refiero a un salteado Campofrío), o si directamente folla (o hace el amor si hay tal). Todas las combinaciones son posibles y legítimas. Porque todas forman parte del juego, de la sexualidad y de las personas.
La parte dominante prioriza su placer....porque es lo que quiere ella y es lo que quiere el sumiso/a. El sumiso/a da placer al Amo/a y con ello lo recibe a su vez. ¿Y qué pasa cuando la parte dominante tiene ganas pero la sumisa no? ¿O viceversa? Es más: el control del orgasmo es algo muy importante en una relación bdsm. Porque dejar, o no, que te corras significa poder. Porque no se sienten las mismas ganas de servir o recibir dolor o jugar una vez corrido/a que antes. Porque se juega con el deseo constantemente, con la espera, con el ansia. ¡Ah!, amigos, qué dura es la vida en general y la sumisión en particular. ¿Cómo se lleva esto? Pues depende, como en todo. Ahora bien.....¿y cómo se lleva esto constantemente?.
Hay un tipo de relaciones llamadas 24/7 que consisten en estar las 24 horas del día los 7 días a la semana en rol, viviendo con intensidad una relación de DOM-SUM. El sumiso/a está siempre a disposición de la parte dominante. Personalmente, me parecen relaciones totalmente legítimas, pero creo (y esto es teoritas pura y dura, ya que no he visto ningún caso en profundidad) que, a la larga, se van a dar los mismos convencionalismos, problemas y rutinas que en una pareja normal. No se puede estar siempre jugando a un deseo porque a veces tenemos ganas y a veces no. Porque somos personas y no siempre prevalece la parte dominante, si no que tenemos nuestro yo, nuestro ego y nuestras necesidades. Porque el mundo de "dentro" no se puede prolongar siempre. Porque la idea de una pertenencia "real" es absurda. En todo caso depende, como en tod o, de las personas. Como lo lleven, como lo vivan, la intensidad de sus deseos, etc.....Personalmente, creo que hay cosas en el bdsm que quedan mejor en el mundo de la fantasía que en el real. Una de mis fantasías es estar atado en una casa abandonada durante días. Sin embargo, de hacerse realidad tal cosa, supongo que no tardaría ni dos horas en cagarme en mi supina estupidez y desear que acabase la broma de una puta vez (y si encima coincide con la emisión de "Aquí no hay quien viva", seguro que me transformo en "El Increible Hulk" y me desato solo, que yo no me puedo perder un solo episodio de esa obra del arte catódico). Pues creo que el 24/7 forma parte de esos casos.
¿Significa esto que después de un encuentro, o sesión, nos duchamos, nos ponemos pomada para las marcas, (algunos el anillo de casado), etc...y lo olvidamos todo? ¿No hay ningún puente entre el mundo de "dentro" y el mundo de "fuera"? Pues claro que lo hay. Lo bonito del bdsm, a mi parecer, es que el "vínculo" de dominación - sumisión permanece más allá de entre sesión y sesión, siempre que sea una relación prolongada, sin necesidad de ser un 24-7 ni nada parecido. Este vínculo está presente, de forma imperceptible, mezclado con la cotidianidad, pero se puede retomar en cualquier momento, se puede recordar, se puede jugar con él.
Pondré un ejemplo: érase una pareja que va a un bar. Son dos tipos normales y hablan de las noticias, el cabrón del jefe o el último programa de la tele. Sin embargo, en un momento dado vemos como es ella la que siempre pide las bebidas, la que encierre el cigarro al hombre, quizás algún parroquiano de los del carajillo y puro que mira a todas las tías se ha fijado en que no lleva ropa interior y luce un collar algo raro. Pues es una pareja bdsm, un Amo y su sumisa que están tomándose un cortado tranquilamente de tu a tu. Pero hay un "vínculo" solo perceptible entre ellos, y que ellos mismos lo toman o retoman de forma natural. Un lenguaje secreto de símbolos, ritos, simples detalles, ajeno al mundo exterior pero que juega con él, inmerso en él. Y estos detalles (no llevar ropa interior, llevar un collar, realizar alguna acción, etc....) están también presentes aunque las partes no estén juntas. Toda relación se ha de trabajar. Cuanto más estas.
Hay quien este mundo secreto, simbólico y lleno de vínculos los plasma por escrito. La intención, supongo, es poner un barniz de "realidad" a una situación de fantasía. Se redacta que el esclavo/a "X" pertenece al Amo/a "Y" y las normas de tal posesión, normalmente con los límites pactados y las obligaciones de las partes (la de cuidar y proteger en el caso de la parte dominante y unos quince o veinte folios en los casos de la parte sumisa). Personalmente me parecían una chorrada, algo bonito sin más, pero un amigo mío, sumiso que tiene una relación parecida al 24-7 (y que, mira por donde, a él le va bien) me dio la clave para entenderlos; "lo que hay que poner en el contrato es todo lo que te da morbo, y esforzarte en cumplirlo por lo mismo"
lang1033 . Puede ser esta la clave. El hecho es que el bdsm es, también, en una parte importante, un mundo de ritos y símbolos, y, en el fondo, un contrato no deja de ser un rito simbólico más. ¿Tienen validez legal estos contratos?.
Consultemos al experto jurista profesor Juan M. Spirus, de la universidad de Villabotijos del Pinar, que tras un sesudo estudio de diez micro- segundos ha llegado a la siguente conclusión; "tienen la validez legal de un garbanzo". El solo hecho de poner que una persona es propiedad de otra y tiene la obligación de servir y la total disposición a ser pegada, vejada, etc...según capricho y algún que otro límite (como no matarla demasiado), es contrario a todos los ordenamientos jurídicos que rigen en el Occidente Cristiano, desde la Declaración de Derechos Humanos hasta las post-datas de prospectos de jarabes para la tos. Y de manual jurídico es que ninguna norma de rango inferior puede contradecir a una de rango superior.
Ahora bien; ¿puede un contrato acreditar que se ha hecho algo considerado políticamente "poco correcto" como pegar a una mujer porque ella lo quiere y que se trata de un juego y no de un caso de "violencia de género" ante un posible accidente? Puede, supongo. ¿Y puede servir para encubrir un caso de malos tratos haciéndolo pasar por un juego? Ahí yo entiendo que no, aunque desconozco que se haya dado la situación. No puedes enmascarar un maltrato amparándote en un juego. Cae por su propio peso. Un juego bdsm es algo bonito, hermoso y elegido en libertad. Y, sobre todo, consensuado. Por placer. Un mundo de doble entrega lleno de simbolismos. Donde cabe el sexo, el amor, la fantasía. Y un maltrato es todo lo contrario y no se puede ni camuflar ni sostener.
Bajo mi punto de vista, hay tres límites claros en el bdsm. Uno es lo que hemos comentado de sano, seguro y consensuado, que luego retorceremos un poco, pero que me parece evidente y brillantemente expuesto en el capítulo anterior. Luego, ni que decir tiene que actitudes como la pederastía o cualquier otro abuso del más débil topan con el rechazo más firme y más absoluto tanto de quien esto escribe como de todas las personas que menciono y conocen el mundillo bdsm. Y el tercer límite, este algo más difuso, son las cosas irreversibles, por muy legales, sanas, seguras y consensuadas que sean.
Me explico; la vida cambia, las personas cambian, los deseos cambian, y como somos personas antes que roles (por muy metidos que estemos en una sesión) eso nos afecta. Nosotros cambiamos y nuestras relaciones cambian. Lo que hoy hemos elegido como entrega absoluta mañana puede ser un "volviéndome loco/ derrochando la bolsa y la vida/ la fui poco a poco/ dando por perdida". Por eso, por muy intensa que sea una relación DOM- SUM, todo lo que se haga en esa relación calificado como irreversible personalmente me parece erróneo. Poner el piso, la nómina, los calzoncillos y el reloj del abuelo a nombre de mi Ama/o porque le pertenezco, aunque solo me lo he currado yo (o mi abuelo, que me lo ha dejado en herencia), me parece un error.
No obstante, pondré un ejemplo algo extremo, ajeno al bdsm pero en cierta forma aplicable a él. Hubo, hará ya un lustro, un par de gays en Alemania, creo que era, que decidieron que uno de ellos se cortaría la polla y el otro se la comería. No recuerdo exactamente los detalles, pero el caso era éste. Vamos; que dejaban a Romeo y Julieta como un encuentro en los lavabos. ¿Era consensuado lo que hacían? Sí. No se hasta qué punto es como si lo consensuara un deficiente mental, pero vale, estaban de acuerdo sin entrar en su presunta incapacidad. ¿Sano y seguro? La castración es una operación que si se hace bien, en manos de un equipo y eso, puede ser sana y segura, sí.Aceptamos barco como animal acuático, vale. ¿Inmoral, extremo? También. Pero dejemos esas cuestiones, que por sí solas hacen discutible la operación. Digamos que, dentro de unos años empiezan a engordar, no tapan la taza del wáter, dejan de afeitars e y encima uno de ellos llega sospechosamente tarde del trabajo con pelos púbicos entre los dientes. Vale....¿y ahora qué? Pues ahora uno se ha quedado sin polla porque un día tuvieron un arrebato de pasión y llevaron un poco más allá un juego de amor, o sexo, o lo que fuera. Y eso es irreversible. Si te casas te puedes divorciar, si te dejan marcas ya se irán con el tiempo y pomada. Pero en según qué actos no hay marcha atrás.
Por muy intensa que sea una relación bdsm, y por mucho que se diga "maldito aquel que en los primeros instantes de una relación amorosa no piense que esta relación ha de ser eterna", hay que tener en cuenta que no se puede perder la perspectiva; es un juego, una fantasía, una emoción. Por eso hemos de llevarla bien. No hagamos de una fantasía algo irreversible.
A este respecto, no puedo evitar sacar mi mala bilis acumulada durante casi una década. Resulta que Pepe Navarro en su, por otra parte, nada añorado programa de "Crucemos el Missisipi", entrevistó, (supongo que un día que "La Veneno" estaba demasiado drogado/a o trabajando chupando pollas), a una supuesta Ama a fin de cachondearse no demasiado finamente de ella, darle a la mujer algunas pesetillas y tener en el programa la dosis de morbo y sexo que llegaría a la cumbre meses después desmenuzando los asesinatos del crimen de Alcáser, pero esto último es otra historia. Pues bueno, en un momento dado, le preguntó a la señora (me niego a llamarla Ama, y ya guardo respeto llamándola señora en vez de puta estúpida, algo que yo sería incapaz de decir) pues...eso, que le preguntó a la puta estúpida, digo, a la señora , si había practicado alguna vez una castración a un sumiso. Ella riéndose y jactándose de lo muy buena Ama que era, dijo que si, que menuda era ella, y que a uno que se había portado mal lo había castrado. Esa ha castrado a alguien, como yo me he ido a Japón a bailar sevillanas, claro, pero no es esa mi queja. El bdsm es, para mí, todo lo expuesto en este capítulo y no un estereotipo llamando la atención para generar morbo y, por lo tanto, audiencia. Los extremismos existen, claro, pero existen en todas partes y, la verdad, donde menos los he visto es en el bdsm. Yo solo he conocido a gente normal en estos mundos, incluso gente educada, segura, con una vida normal, a veces mejor, a veces peor. Bien tengan contratos, bien vivan algo parecido a un 24-7, bien vayan a un bar con un collar, bien tengan marcas en las caderas, bien guarden sus secretos en la intimidad de su alcoba.
Es un juego, es una fantasía, es un mundo mágico. No la jodamos con chorradas, estereotipos y subnormalidades. Ya lo hacemos todo bastante complicado en esta vida. Y el bdsm no es más que vida, vitalidad, fantasía.....y amor.
SIGUIENTE CAPITULO

7-ABECEDARIO.
Normalmente, todo libro que pretenda ser más o menos didáctico tiene un glosario técnico. Yo también quiero uno, pues soy envidioso por naturaleza. Lo ideal, supongo, sería ponerlo al principio o al final, no en el capítulo séptimo. Pero claro....si no puedes hacer gilipolleces en tu propio libro, ya me dirás donde. Aparte de eso, este no es un glosario en sí. La mayoría de palabras o técnicas son conocidas por el lenguaje común, y aquí no se explican más que someramente en algunos casos. Esto es un ligero balance alfabético de cuántas cosas puede abarcar el bdsm, y más o menos de qué modo, a modo un poco de recapitulación y otro poco de introducción a lo que iremos viendo a partir de ahora, pues desarrollaremos un poco todos los conceptos a lo largo de este nada santo escrito. Al menos esa es la intención, así que vayamos con ello;
A de atar, de Azotar, de Amo, de Ama.....y de Amor. ¿Quién ha dicho que este último concepto es incompatible con los anteriores?
B de Bondage. De Beso negro......y de Beso normal.¿Hay algo más sensual que un beso?¿No es un beso una reminiscencia carnívora?
C de Cuero, que es nuestra etiqueta, de Collar, que lucimos con orgullo, de Coñ....no, que eso queda muy basto. De Cruz, por partida doble; donde nos atan y con la que metafóricamente cargamos, de Confianza, sin la cual no hay nada, de Culo, a ser posible rojo, de Curiosidad, que hizo disfrutar al gato. De Cadenas, que me atan a ti.
D de Dominación, por supuesto, de Dómina, Domine, Domini, de Dildo (o enculador), que va muy bien para las Diarreas (lo siento, chiste malo), de Diosa......pero sobre todo de lo que mueve a todo este abecedario; de Deseo.
E de Espera. Todo buen sumiso sabe por qué.
E2: De Entrega. La que va en una doble dirección; ¿O acaso el Dom no se entrega igual o más que el sumiso?
E3: De Esclavo.
E4: De Enculamiento, qué narices.
F de Fusta, de Facesitting (sentarse con el culo en la cara, para quien no lo sepa) de Fist (que significa puño, no digo más), Falo, de Fetichismo, pero sobre todo del elemento que mueve a todos estos componentes; F de Fantasía. Sin este último los demás son objetos inútiles.
Coño, y F de Follar, a ver si vamos a ser más papistas que el Papa.
G de Gato (tipo de látigo corto).
H de Humillación, aunque....si es una Humillación buscada y que da placer....¿se puede considerar tal? De "Historia de O", libro (del que hicieron una película) sobre estos temas.
I de Idealización, que es como se ven los roles, de In Crescendo, que es como van estos mundos, de Internet, que los han democratizado.
J de Juego, pues no hay que perder la perspectiva. De Jarabe de palo, que es la medicina de los sumisos, pero esa la pasamos.
K (pasapalabra).
L de Látigo, por supuesto. Y de Libertad. ¿Libertad en un juego que habla de esclavos manejados con el látigo? Lógico.
LL de Lluvia. No hace falta decir de qué tipo ¿verdad?
M de Maitresse, que es Ama en francés, que son más viciosos pero a la vez más finos, de "Más", que es lo que siempre pedimos, de Miedos, que hay que desprenderse, de Masoquismo, Masoca, Masoch, que es ese tipo que escribía de puta pena del cual cojemos el nombre, de las Máscaras que nos ponemos a lo largo del día, y no siempre físicas. Pero sobre todo de Magia, de Mundo Mágico, que es lo que transporta, lo que tiene, este imperio de los sentidos.
N de "No". Con un "No" del sumiso el mundo del Amo se paraliza.
Ñ CoÑe, si esta letra la van a dejar de fabricar.
O de Orgullo, el que siente un/a Ama/o de su sumiso, del Orgullo que se resquebraja y, sin embargo, permanece, transformado en placer.
P de Pala, para azotar, de Potro, de Pony (ponerse a caballito y que alguien te monte encima), de Pinzas para los Pezones y para la Polla,, de Pies, de Pertenecer, de Perro a 4 Patas, pero sobre todo, ante todo, por todo, para todo y pese a todo.....de Placer. Si no ¿de qué?
Q de nuevo pasapalabra, aunque algunos pies sepan a Queso al lamerlos (lo siento, chiste pésimo, pero no lo he podido evitar).
R de Realidad, que supera a la ficción pero no a la fantasía, de Rol, que es lo que adoptamos,
S de Spirit, por supuesto.
Y S de Sed de ti, de Sumiso/a, de Sado, de Sexo, de Sade, pero nunca de Sadismo. Porque no se trata de causar dolor, que es muy fácil Se trata de causar Placer.
S de Sano, Seguro, conSensuado.
T de Tetas, que no están reñidas con una buena sesión. De transformismo, pero sin mariconeo (o con él). De Te quiero.
Y de Yugo. Aunque uno diría que de Yoyas, pero bueno.
V de Venus, la primera Mujer Diosa a la que los hombres adoraban. De Visión, de Vara, de Venda, pero sobre todo de Vida, pues el bdsm es una ofrenda a vivir, a disfrutar.
W de Wanda, la protagonista de "La Venus de las Pieles".
W1: De Whisky, que no viene al caso pero es que yo siempre pienso en lo mismo.
Z, que es la letra final. Y como todo el mundo sabe, un final no es más que algo que aglutina el camino recorrido hasta aquí,
Por eso es Z de Zoe, que significa vida.
Tengan cuidado ahí fuera.
Y OTRO MAS

8-SENTENCIAS SPIRITDIANAS
"¿Os habéis fijado como la historia de la filosofía, el pensamiento de muchos grandes hombres, caben en una sola frase? Desde el "solo sé que no se nada", de Sócrates, al "pienso, luego existo",de Descartes, pasando por "la lucha de clases es el motor de la historia" de Max o "El hombre es un lobo para el hombre" de Hume....todo el gran saber se puede comprimir en unas pocas palabras" (Chema Sánchez Alcón, "El radiofonista pirado").
Hay cosas que pertenecen al mundo de la razón y hay cosas que pertenecen al mundo de los sentimientos y/o emociones. El bdsm, como productor de sensaciones que es, pertenece a este último mundo. Como el sexo, como el amor....por mucho que lo racionalicemos, no deja de ser algo difuso que nos sale del deseo, del corazón, del alma (vale, y de la polla y el coño, pero seamos algo más románticos).
Como todo lo que genera sensaciones y es difuso, las interpretaciones salen de forma pasional...e incluso romántica. Al fin y al cabo es algo mágico, sensorial, casi místico. Y siempre bello.
Quería recoger yo algo de esta belleza y no sabía bien cómo hacerlo. Hasta que, como siempre, me aproveché de hombres más inteligentes que yo para salirme con la mía copiando miserablemente. Al fin y al cabo todo lo que hacemos en esta vida viene de lo que otros han hecho anteriormente. El amigo este que les comenté que lleva una relación parecida al 24-7 hizo, en los primeros meses de la misma, una serie de sentencias que recogían muy bien lo que es este mundo y las sensaciones que genera, al menos una parte de ellas. Esas frases le dan cien vueltas a las mías....pero que publique él su libro, si no lo ha hecho ya (ejem, ejem) que yo cojo el formato para expresar unas sensaciones.....personales pero transferibles.
UNO: Arrodillado ante tu pie, sé que he llegado a lo más alto.
DOS: El paraíso tiene tantas formas que a veces pide prestado los instrumentos del infierno.
TRES: Sé que en tus manos no soy nada. Pero eso es serlo todo.
CUATRO; No me engaña la fusta de tu mano; solo eres, igual que yo, igual que todos, una marioneta movida por dos hilos; el hilo del deseo mueve tu crueldad, el hilo del cariño te mueve a ti entera.
CINCO: Tacto: tus golpes. Gusto: tus labios. Olfato: tu presencia. Oido: los chasquidos, la respiración. Y vista: tapada para percibir mejor el resto.
SEIS: Magulla mi cuerpo, moldea mi mente. Pero hazlo porque te has ganado el alma.
SIETE: He descubierto la fórmula mágica que transforma el sufrimiento en placer: Tú.
OCHO: ¿Soy buen sumiso? si soy buen amigo y me gusta jugar, no he de preocuparme de eso.
NUEVE: Es mentira que me entrege a cambio de nada.
DIEZ: Es solo un juego pero tremendamente difícil; hay una regla que no todo el mundo sabe comprender. La de saber que es solo un juego.
ONCE: Atado. Inmóvil. Y sin embargo totalmente libre.
DOCE; No me siento inferior a tí. Solo me siento tuyo.
TRECE; no hay trece.
CATORCE; Los mordiscos son besos
los azotes caricias
la pasión ternura
la crueldad fantasía
el dolor es pasión
todo junto es vida.
QUINCE: No hay que ser nada valiente para practicar el bdsm. Solo hay que estar seguro de que no se va a tener miedo.
DIECISEIS; La diferencia entre una relación bdsm y otra convencional solo es de formas.
DIECISIETE; Sí que me das miedo vestida de ama. Temo perderte.
DIECIOCHO; Fantasía, ternura, imaginación,confianza...¿cúantas relaciones no bdsm lo tienen?
DIECINUEVE; El ama ha de repartir todo, (sufrimiento, castigo, celos, protección, placer...) en su justa medida. Si se pasa en la cantidad de uno solo de los ingredientes, incluido el cariño, toda la receta se viene abajo.
VEINTE; (bueno, el cariño no.)
VEINTIUNO; es un juego de símbolos, apariencias, fantasías...solo real porque tu lo eres.
VEINTIDOS; Gilda se quitó un guante. Veronika Lake encendió un cigarro. Bette Davis levantó una ceja. Tú sonries.
VEINTITRES; "Haz lo que quieras. Esa será la única ley". -Me dijistes al exigirme esclavitud total.
VEINTICUATRO; No admitía marcas permanentes. Y me has hecho una en el corazón.
VEINTICINCO; Vas vestida para matar. Mátame.
Y ya está bien de tanto romanticismo, vamos a hablar de mujeres.
Y PORQ NO? OTRO MAS

INTERLUDIO-1. ROLES Y ROLLOS
"La vida no es más que un teatro donde todos representamos más de un papel" (William Shakespeare)
Pues tenemos estas fantasías en forma de deseo, morbo, curiosidad o lo que sea. Sabemos un par o tres de cosas sobre ellas, incluso hemos desglosado algunas sensaciones. No está mal para un puñado de páginas, ¿verdad? Ahora, sin embargo, queremos pasar a la praxis. Sea pagando con dinero contante y sonante, sea con nuestra pareja, sea con rolletes conocidos por internet....la cosa es que estamos decididos a pillar cacho de esta forma tan rara.
Para practicar estas fantasías adoptamos lo que se llama "un rol". Es decir; nos "transformamos" en un papel. Este papel tiene una doble vertiente; por un lado asumir el rol forma parte del deseo y la fantasía.Nos ponemos a cien solo "sintiendo" que dominamos o que somos unos perros de mierda. Y, por otro, posibilita que canalicemos el resto de prácticas que yacen retenidas en la líbido. Si estas prácticas que protagonizan nuestros sueños húmedos son de dominar, azotar, etc....adoptaremos el rol de Amo/a. Si lo que nos pone es su complementario, esto es; disfrutamos con el dolor, sirviendo y/o siendo vejados, adoptaremos el rol de sumiso/a. Si bien nos gustan ambas facetas, utilizaremos esa palabra tan rara que se llama swchit.
¿Tiene algo que ver el rol adoptado con la personalidad? Si hemos admitido nuestro absoluto fracaso a la hora de saber por qué estos juegos nos llaman la atención, aparte de por ellos mismos, por extensión hemos de admitir nuestra más absoluta impotencia para saber porqué nos decantamos por un rol u otro. Como hemos repetido hasta la saciedad, no hay un único patrón y cada persona forma su propio universo.
Personas con carácter fuerte, incluso con mala leche congénita, que ocupan cargos de responsabilidad y mando, disfrutan siendo vejadas y azotadas como perros sarnosos. Por ende, pobres tipos y tipas que no tienen donde caerse muertos y de los que nadie hace caso en su vida cotidiana ejercen con fruición las funciones de dominadores/as sádico/as. ¿Ley de las compensaciones? Lo podría parecer si no fuera también común el caso inverso; personas que necesitan llevar siempre la iniciativa y el control en todos sus aspectos vitales no conciben otro rol que no sea el de Dominante, mientras que personas que se "dejan llevar" en su vida cotidiana se sienten más a gusto en el rol de sumiso/a. ¿Cómo se explica esto?
Porque no hay más ley que la ley del deseo, no existe un patrón válido y general. Creo que lo que más abunda en esta vida, y por ende en estos mundos, es la gente normal, con su pequeña área de triunfos y su parcela de frustraciones, que se siente atraída por una u otra opción sin más explicación. Todos podemos ser encantadores o encantadoramente capullos en un momento dado.
En muchos casos la elección de un rol viene determinada por la personalidad. En la mayoría, nuestra personalidad es tan variada y depende de tantos factores que las apariencias simplemente están para que engañen.
Personalmente, me considero una persona pacífica, afable y con expreso deseo de agradar. Sin embargo, llevo muy mal el no salirme con la mía, necesito controlarlo todo siempre y me vuelvo tremendamente irascible si me siento atacado. Ni yo mismo sigo un patrón ni soy consecuente; ignoro qué parte de mi ser corresponde a mi faceta sumisa y qué parte no. Así mismo, dentro de lo mucho o poco que he visto en estos mundos sería incapaz de establecer ninguna ley. Una sumisa amiga, directora de varias instituciones, puede ser la persona más borde del universo y, sin embargo, transformarse en la sumisa más humilde una noche de verano en la que sea muy hermoso no pensar ni querer. Lo mismo para Amos que sirven café de forma encantadora, Amas duras que lloran con "Pretty Woman" y Dominatrices de fama internacional que ayudan a ancianas a cruzar la calle.
Lo que si que me gustaría dejar claro es que un rol es una elección. Motivada por un deseo, por ese noble sentimiento que es el morbo o por algo que nos atrae.En algunos casos puede ser también una necesidad, desde luego. Pero el concepto que quiero dejar claro es que los roles del mundo de la fantasía no se extrapolan al mundo real. El solo hecho de asumir el papel de Amo/a o de sumiso/a, no presupone que las personas tenga las mismas cualidades que caracterizan su fantasía. Tampoco extrapola niveles de "superioridad" o "inferioridad".
Los roles, como hemos dicho antes, se complementan. Ninguno es nada sin el otro. Al igual que sin luz no tendríamos el concepto de oscuridad, sin Amo/a no hay sumiso/a y viceversa. El cómo se conciba un rol y se interactúe con la otra parte, define la relación bdsm. Y ésta relación tiene un abanico infinito.
La química que se da entre un dominante y un sumiso y el juego de relaciones, matices y circunstancias que lo rodean es la esencia del bdsm. Y esta esencia no es fácil, ni tiene lógica, ni está moldeada por unas reglas. Es imprevisible, como el deseo, y mágica, como la sensualidad y lo bello.
De los deberes y derechos de cada rol, algunas características y de algunas formas de llevar la relación van los siguientes capítulos.
SIGAMOS CON EL SIGUIENTE

9-AMOS, AMAS Y DEMÁS GENTE DE MAL VIVIR
Como vamos a hablar indistintamente de tirios y troyanos, o lo que es lo mismo, de hombres y mujeres, hay que separar citas introductorias. Para la parte de las mujeres yo utilizaría esta:
"Aunque nos cueste reconocerlo, la mayoría de cosas que hacemos en esta vida las hacemos por las mujeres" (Leído en alguna parte).
Sin embargo, he de admitir que no he encontrado ninguna para la parte de los hombres, quizás porque no se me ocurre nada que glosar a un cuerpo sudoroso y lleno de pelos. Así que dejo el espacio en blanco por si alguien con más ingenio, lecturas o conocimientos que yo encuentra la adecuada.
(Espacio en blanco para cita).
No obstante, sí que creo conveniente una cita válida para los dos sexos y que es inherente a la condición de Dominante, extraída de un clásico de la literatura universal contemporánea;
"Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad" (Peter Parker, el asombroso Spiderman).
Pero de nuevo vayamos por partes y poco a poco;
Empezaré mostrando mis cartas sin pudor; por afición, deseo y afinidad la parte de las féminas en general y de las mujeres dominantes en particular, es la que me suscita más interés. Qué le vamos a hacer si somos como somos y vamos a lo que vamos. Pero hablaremos un poco de todo;
Bien; ¿cómo reconocemos a un Amo o una Ama?
Es fácil; suelen tener la marca de la organización Spectra tatuada en la nuca y, como aquellos invasores de la serie de televisión, seis dedos en la mano izquierda.
¿Alguna otra gilipollez?
A base de tanto repetirlo, incluso nos lo tendremos que creer. Somos personas antes que roles. Por ello, lo dicho a lo largo de este escrito es válido para todo, inclusive la faceta de dominación. Ergo un Amo/a no es más que una persona normal, con sus grandezas y sus miserias, que asume libremente este rol y juega en libertad con alguien que por placer (de ambos) deviene en su sumisa/o. Ya sé que le quita misticismo, pero sabido es que no hay nada más cruel que la verdad. Que conste, claro, que es mi verdad y no ha de ser absoluta ni inmutable, al menos mientras no me llame Dios para que suba a un monte y escriba tales cosas en unas Tablas.
Estamos en una sociedad donde el medio es el mensaje y donde la base cultural del 85% de la población son los programas televisivos donde Satán se aparece en los envoltorios de las patatas chips. Es muy fácil invitar a cualquier profesional de medio pelo para que diga algo con morbo y misterio, del tipo "solo hay 75 Amas en el mundo y se adiestran en el tenebroso Castillo de la Reina Patricia". Pues no; hay Amas que atan con la cuerda de la bata, Amos que tienen una habitación con un par de maderas clavadas en la pared en su piso de Hospitalet para hacer el apaño, y gente corriente que en el caso de existir el tenebroso castillo de la Reina Patricia estarían más preocupados de saber si se permite fumar en él, que de conseguir cualquier título oficial, que para estudiar ya se inscriben en la Academia CCA. Pero dejemos el circo sensacionalista y vayamos a lo nuestro;
A partir de aquí, todas las combinaciones son posibles en función de las personas y sus circunstancias. Gente que se lo tomará todo con más rigor e intensidad y gente que simplemente condimentará el polvo con un par de cachetes. Todo es legítimo y válido.
Sobre las Amas....¿existen? Porque sabido es que la desproporción de sumisos en busca de Dominatrices es uno de los males de la humanidad en general y de estos mundos en particular.
Me comentan que hay estadísticas y estudios al respecto.Para que luego digan que la humanidad no avanza. No tengo esos datos a mano en estos momentos, pero tampoco los necesito.De forma "perceptiva", en base a mis muchas horas intentando ligar, puedo asegurar sin temor a equivocarme que hay muchos más Amos que Amas, por desgracia para todos los que nos quedamos embobados viendo como Gilda se quitaba un guante y a recogerlo hubíesemos dedicado el alma y la vida.Por la misma regla de tres, también hay más sumisos e insectos como yo que bellas sumisas entregándose a los placeres del dolor y la entrega.
Normalmente hay menos mujeres "activas", "visibles", (la verdad, no sé qué término utilizar exactamente) en cualquier aspecto sexual en general, sea en el rol de Amas, sea en el rol de sumisa, sea queriendo ligar en un bar.
La razón es cultural, principalmente. Los hombres no solo hemos podido exhibir nuestra sexualidad si no que se nos ha exigido prácticamente hacerlo. En cambio, la mujer ha estado condenada a no manifiestar deseos. Y, en caso de manifestarlos, a ser una perdida que fuma ante una farola y habla a la gente de tú. Toma ya, por habernos hecho morder la manzana.
Puede que también haya algún componente biológico, pues como diría aquel abogado que salía en Ally Mc Beal, "ya me gustaría veros a mi todo el día con el mismo nivel de testosterona".
También, es cierto, no son comunes los hombres atractivos, sensibles y con una prodigiosa técnica sexual como yo. Pero eso es otra historia y no la tendremos en cuenta para analizar el porqué del papel de la mujer en estos mundos.
No obstante, ya hemos dicho que los tiempos adelantan que es una barbaridad. Aunque aún queda mucho camino por hacer, justo es decir que en el Occidente Cristiano la irrupción de la mujer en todos los ámbitos (laboral, sexual, etc..) es un hecho. En base a una simple regla de tres, mientras con más normalidad una mujer asuma su vida y con ello su sexualidad, más podrá hacer lo que le plazca, como por fortuna está pasando.
De ahí que yo, hoy en día, no diría que es difícil encontrar Ama, sumisa o perrito que me lama, aún reconociendo todos los obstáculos. Diría que lo difícil es encontrar gente válida, en general, en todos los sexos y tendencias. Porque estamos en una sociedad donde las prisas, las neuras y las apariencias prevalecen por encima de todo. Donde, repetimos, se conoce más a una persona en un café de cinco minutos que en diez semanas de chat y semi - cíber. Donde lo queremos todo y lo queremos ahora. Donde mitificamos y no nos conformamos con menos.
Pues sí; hay Amas, hay sumisas....pero sobre todo hay mujeres, y hay personas. Quizás por no ver lo segundo no vemos lo primero.
Si tuviera que hacer un análisis de las Amas que yo he conocido podría llegar a la conclusión que no hay ningún patrón común. Ni en el nivel cultural, ni social ni vital. Quizás podría decir que son mujeres que han asumido su independencia con normalidad, pero no sé hasta qué punto no se podría decir lo mismo de cualquier mujer en pleno siglo XXI, ya sea Ama, sumisa, hetero, lesbiana, frígida o seguidora de Luis Miguel Dominguín.(Y ya sabemos que hay mujeres que no han asumido su independencia, como las esposas de los futbolistas, las queridas de los mafiosos de Marbella y demás, pero no es el propósito de este escrito hilar tan fino. Dejémoslo en que hoy en día se dan las leyes, los medios y la cultura social para que cualquier mujer que lo desee deje de tejer el manto mientras viene el marido de la guerra, por mucho que quede por hacer).
¿Porqué alguien es Amo/a?
Solo puedo hablar de la gente que he conocido y cada uno tiene una historia; una Ama amiga lo describe abiertamente; "porque me moja el coño apretarle los cojones a un tío". Se puede decir más alto. Otro amiguete, este Amo, plantea que acaso no es la fantasía de todo hombre conocido (salvo sumisos y demás insectos como yo) el hacer lo que quiera con una mujer que está a tu total disposición para agradarte. Creo que ambos y más dominantes coinciden en que es mágico cuando se da una relación prolongada de dominación- sumisión y fluye la entrega en ambas direcciones. Una magia sensual más allá del sexo y los sentidos. Otra mujer, Ama de allende los mares, se define más como una morbosa que le gusta probar cosas desde una perspectiva donde ella tenga el control. Eso le hace Ama. Hay quien lo que le encanta no es tanto el hacer sufrir o el dominar como el rito; el tener a algu ien a quien cuidar, el preparar sesiones, la liturgia de llevar un collar, de castigar....en fin; cada persona es un mundo; si eres Amo/a....¿qué es lo que más te gusta de esto?
¿Hay más diferencias entre la Dominación femenina y la masculina de forma general (que no tiene por qué ser de forma particular)? Al fin y al cabo los hombres son de Marte y las mujeres de Venus.
Yo diría que la dominación masculina es más física. Al fin y al cabo los hombres pensamos con la polla y le damos un valor exagerado a todo lo referente a nuestros atributos. Y, además, arrastramos milenios de Dominación forzosa. Por eso diría que en la Dominación masculina predomina todo lo referente a la fiscalidad violenta y al sexo genital. En cambio, puede ser (ojo, puede ser) que en la Dominación femenina este componente no falte, claro, pero se equilibre más con la sutileza, la dominación psicológica. ¿Necesita Gilda pegar una sola bofetada para que todo el mundo caiga rendido a sus pies?
En todo caso, sobre la Dominación masculina hay que hacer un matiz por desgracia necesario;
Estamos en una sociedad muy sensibilizada, y muy justamente, contra la llamada "violencia de género". Esto último, como hemos repetido hasta la saciedad, no tiene nada que ver con el bdsm. Aquí no hay malos tratos y sí hay fantasía consensuada. Pero ya hemos dicho que las apariencias están para que engañen, las vestiduras para que se rasgen y la ignorancia para fabricar verdades absolutas. Poco se puede hacer al respecto, salvo explicar, exponer y repetir.Vendrán los talíbanes de la moral y la corrección y combatiremos su ignorancia con argumentos y realidades, pero como no tendrá audiencia el apóstol Pepe Navarro o similar se pasará ambas cosas por donde retiene líquidos y segregaciones. Qué le vamos a hacer.
Esto sería un poco la superficie. Pero vayamos algo más adentro y busquemos la verdadera dimensión.
Vamos a entrar en el rol para ver el verdadero alcance de un Dominante. Obviamos que es un juego. Nos quitamos las máscaras cotidianas y entramos en un mundo de pasiones e impulsos. Y aunque todo lo dicho es verdad, tenemos una nueva perspectiva;
Primero, el Amo/a es la parte activa en la relación bdsm.
Un Amo/a es alguien que asume una enorme responsabilidad. Si una relación de dominación- sumisión es sincera y prolongada, se dan armas de doble filo que se han de saber usar, o al menos usar con responsabilidad. Un Amo/a tiene en sus manos los mecanismos, físicos y psíquicos, de un ser humano.
¿Tiene un Amo/a poder real?
Si el poder es percibido como algo capaz de modificar conductas o influir acciones, desde luego que lo tiene;
Físicos porque esta persona se deja atar, pegar, vejar. Y eso requiere de la responsabilidad de saber hacerlo. Una vez atado, el sumis@ está indefenso. Confía en ti. Se deja arrastrar. Tienes en tus manos incluso su vida. Causar dolor es muy fácil. Lo difícil es causar placer a través de ese dolor. Un taconazo mal dado, una jugada irresponsable con una bolsa de plástico, un poquito de apretar más de la cuenta...y tenemos un problema. ¡Ey!, al fin y al cabo estamos hablando de técnicas de tortura controlada.
Psíquicos porque se ha establecido un vínculo de dominación- sumisión bajo el cual el/la sumis@ te idealiza. Se entrega a ti en cuerpo y alma. Deja de verte como una persona normal. Te pertenece. Se abandona a tu consciencia. Te adora. Lo que hagas y digas tendrá un efecto sobredimensionado. No estamos en el mundo de la razón; en el bdsm no existe la lógica. Tienes un verdadero poder. Se entrega con su cuerpo, con sus miedos, con sus miserias. Quieres que le moldees, que le guies.
Por supuesto, no deja de ser una fantasía. Hay un McGuffin y unas reglas y no anulamos los egos,ni de forma permanente ni tan siquiera puntual. Seguimos siendo nosotros. Pero estamos en el mundo "de dentro" y hemos dejado el mundo de "fuera". Pero es tal la intensidad del momento y tan graves las consecuencias de un error que nunca debemos perder la referencia; si jugamos "en serio" al bdsm debemos ser consecuentes y responsables. Usar esa entrega sin traicionarla. Para algo bello.
Por eso un buen Amo/a es alguien intuitivo y a la vez receptivo. Está atento a las reacciones de su sumiso/a y las canaliza y las administra. Y, a la vez, transmite seguridad y confianza. El/ la sumiso/a sabe que puede confiar en él.
Normalmente el vínculo Amo/a- sumiso se simboliza con un collar que pone el dominante a su sumiso/a como símbolo de pertenencia. Ya hemos dicho que el bdsm tiene un lenguaje de símbolos y ritos que le confiere belleza propia. Así que transformamos en algo bello incluso algo en principio tan degradante como poner un collar de perro. Si es que somos la leche. Puede ser un collar físico, sea este de perro puro y duro o más menos de vestir, puede ser un símbolo sin más, en forma de grafía como por ejemplo, (ejemplo por supuesto totalmente aleatorio), spirit (Z) o spirit de zoe.
¿Qué significa un collar?
Compromiso en las dos direcciones. Pertenencia. La belleza del rito. Intensidad en la relación. Y, por qué no, cierto componente exhibicionista que tanto nos mola y que tenemos de forma inevitable. No hace falta poner un collar para sentirse inmerso en una relación bdsm. Pero sí que le da una profundidad y refuerza el vínculo. ¡Coñó!, y es bonito. Pero por ello mismo no se ha de jugar con él; si se da, que sea porque hay una relación cuanto menos más o menos continuada, con cierto compromiso que las partes definan y que se aprecie el gesto que, repetimos, tiene esa belleza que dan los símbolos.
Y ahora planteemosnos una cuestión metafísica. Desde un punto de vista moral....¿acaso no es reprobable el deseo de pegar, humillar, hacer daño? Se dice que los sumisos/as estamos locos por dejarnos pegar, pero....¿qué decir de alguien que disfruta haciéndolo?
Por supuesto, el truco está en todo lo que hemos comentado. Es un juego con red, es una fantasía, se trata de disfrutar entre complementarios. Pero el mecanismo del bdsm es complejo y con múltiples vertientes. ¿Se nos puede ir la mano?
Y es aquí donde muy a mi pesar debo dejar de lado las paridas y los chistes malos (aunque tampoco ha habido tantos, eh?) y entrar un poco más en serio en el lado oscuro y miserable del bdsm. Me gustaría decir que las personas que practicamos el bdsm somos todas estupendas por el simple hecho de hacerlo. Pero solo somos personas. Y como tales, hay de todo. Al igual que un hijo de puta puede hacer daño en todos los aspectos en los que pueda hacerlo, un Amo/a hijo/a de puta no es una excepción. Con la salvedad, además, de que tiene en sus manos los mecanismos para desgraciar a alguien sin apenas esfuerzo.
Ilustraré mejor lo que quiero decir con un ejemplo real que me contaron. No conozco a los protagonistas ni se nada de ellos. Solo trasmito lo que he oído;
Hubo una mujer que se entregó a un Amo. La mujer no tenía muchos conocimientos de bdsm. Intuyo que sentía algo de curiosidad por ser sumisa. Quizás, y esto lo imagino yo, que igual se sentía un poco sola o necesitaba amar. La cosa es que este Amo le habló de la entrega, de la pertenencia y de la sumisión desde un punto de vista deliberadamente manipulador. Y ella no conocía otra cosa, confiaba en él y le creyó. Quiso ser su sumisa y entregarse a él. ¿Acaso todo amor no es una entrega?
La cosa es que en una sesión la dilataron hasta hacerla sangrar. Ella lo pasó mal, pero el tipo no paró. Disfrutó con su dolor. Al día siguiente tuvo la regla. El hombre le echó bronca por ello y ella se derrumbó. Había fallado a su Amo.
¿Quién era ella, si no un trozo de carne para apalear? ¿Quién era ella, si no un ser que falla a aquel a quien debe entregarse incondicionalmente? ¿Qué hacer? ¿A qué hospital ir y qué decir? ¿Ha sido acaso forzada o lo ha hecho porque ella ha querido?
Bajo mi punto de vista, esto es todo lo contrario al bdsm. Al menos del bdsm que yo conozco, defiendo y practico. Analicemos el caso (insisto, real) por supuesto entrando en juicios morales a la par que analizamos los hechos;
Personalmente, me resulta difícil de entender la actitud de la sumisa. Quizás caiga constantemente en el error de analizarlo todo según mis valores; creo que el sumiso también tiene responsabilidad. De saber lo que quiere. De no dejarse estafar. De saber que es un salto con red. Pero debemos dejar de un lado las ideas pre-concebidas. Asumamos la debilidad de la persona; que esa mujer quería, adoraba y confiaba en el otro. Asumamos que pensaba que esto era el bdsm porque nadie le había enseñado lo contrario. Asumamos que pensaba que aguantar era lo que tenía que hacer, que era su obligación como sumisa, y que quería ser la mejor sumisa para su Amo.
Tenemos, con esto, a un tipo que anuló a una persona para su egoísmo. Que se aprovechó de alguna carencia o miseria para hacer una muñeca de un ser vivo. Que piensa que una sumisa es carne para apalear sin preocuparse por ella o mostrarle otra cosa que desprecio. Tenemos a alguien que manipuló una fantasía para dar rienda suelta a sus instintos más miserables. Tenemos a alguien que tergiversó unos mecanismos de entrega para hacer daño real, a quien se los concedió. Tenemos a alguien que pensaba que su sumisa no era nada ni nadie salvo un instrumento para su placer.
El bdsm tiene un alto componente psicológico. En alguien con baja autoestima, sea en el rol que sea, eso es una bomba de relojería. Puede utilizarse para crear algo hermoso o para destruir. Al fin y al cabo sabido es que Dios nos libre de los aficionados con ganas.
Gente que piensa que todo está permitido existe. Gente aprovechada existe. ¿Cuantas "amas" piensan que un sumiso no es más que una cuenta abierta de gastos? ¿No son en el fondo profesionales encubiertas? Gente sin respeto por la otra parte existe. Amos/as cuya concepción del sumiso/a entra en estos parámetros existen. Y sumiso/as que por necesidad o ignorancia lo admiten, también. Y no podemos mirar para otro lado y presentarlo todo de forma edulcorada. En el bdsm hay mucho hijo de puta también. Y tiene un campo abierto si sabe tres o cuatro trucos.
Pero que no cundan los jinetes del Apocalipsis. Si no nos hemos acojonado hasta ahora no lo vamos a hacer por exponer una triste realidad. Nadie es más fuerte que nadie. Nadie está a salvo de nada. Se corren riesgos, si. Pero todo es dual en esta vida; hemos visto algo de la oscuridad. Hágase ahora algo de luz. Llevamos muchas páginas para quedarnos con lo malo.
Existen Amos y Amas serios. Bellísimas personas que comprenden los engranajes de ese mundo mágico que se crea. Amos/as que tienen miedo, más incluso que el sumiso. Porque saben la responsabilidad que es que alguien se entrege y libere en sus manos sus deseos, sus miedos, su cuerpo. Porque disfrutan haciendo disfrutar. Porque transforman en algo bello el vínculo que se crea. Porque se preocupan en corresponder. Porque no es fácil trabajar, planificar, dirigir.....hacia la meta del deseo. Porque todo requiere de un esfuerzo. Porque son personas y lo saben. Porque fueron poco a poco sabiendo que daban cada paso. Porque utilizan todos los mecanismos de la magia sensual para construir, nunca para destruir. Porque en toda relación se crece y ellos crecen juntos. Porque cuando se acaba el mundo interior y nos volvemos a poner las máscaras de la vida cotidiana son amigos antes que Amos/as.
Y qué quieren que les diga; ese es el tipo de gente que yo más he conocido en estos mundos. Quizás por la suerte de los imbéciles. Quizás por tener un bagaje y algunas ideas más o menos claras. Quizás porque son muchos.
Si, he conocido a gente que no merezco, pero....¡eh!, también tengo la polla pequeña y tampoco lo merezco.
Pues ya lo saben; tengan cuidado ahí fuera.
SEGUIMOS CON OTRO

INTERLUDIO-2.
A quien ella ya sabe.
Poesía eres tú. (Gustavo Adolfo Bécquer).

I
Respiro el aire que besas
Acudo a tu llamada
Cruzando infiernos y tierras
Solo por tu mirada
Para que conmigo hagas
Lo que quieras
II
Solo hay una diosa;
tu boca;
solo un Dios verdadero;
tu cuerpo:
solo una fuente divina;
tu sonrisa.
III
Llévame a un mundo mágico,
Atado a tus caderas, encadenado a tus labios;
Llévame a un mundo infinito;
Maneja mis deseos, domina mis sentidos;
Moldea mi cuerpo y alma;
Fustigando mi carne, enamorándome con tu magia;
Haz lo que quieras conmigo;
Te pertenezco, te necesito.








IV
Por vicio;
Anula mis sentidos;
Por placer;
Tortúrame;
Por la entrega;
Hazme lo que quieras;
Para disfrutar;
Dame más;
Soy tuyo, te necesito;
Me abandono en tus manos,
Me dominan tus sentidos
V
Libre soy estando atado
A tu voluntad plegado
Abandonado a tus manos
A tus pies arrodillado
Deseando tus labios.
VI
Átame a tu cama
Martiriza mi carne, devora mi alma,
Véjame hasta el infinito
Pues no siendo nada
Lo soy todo contigo.










VII
El primer latigazo por puro placer
El segundo porque lo merezco;
Con este llevamos ya tres
Y el cuarto al grito de "perro!".
El quinto azote por sumiso
El sexto por algún castigo
El siguiente un poco más fuerte
Y el ocho porque sigue al siete.
Con el 9 se escapa un gemido
Con el un diez un Zas! Resuena
Con el once resuena un grito
Y paramos ya en la docena.
Doce latigazos tengo
Doce azotes en mis nalgas
En mi corazón doce marcas
En mi deseo doce "te quiero".
Doce señales de "te pertenezco"
Doce instantes mágicos
Doce momentos intensos
Doce besos de tus labios.
Más, mi Dueña, lo siento,
Este su siervo y esclavo
No ha podido hacer doce versos
Y me han salido veinticuatro.

NO ESTA MAL VERDAD?

10- SUMISOS, SUMISAS Y DEMÁS SERES DIVINOS DE LA CREACIÓN
"Te enseñaré la humildad de pedir lo que es tuyo" (Oído en alguna parte).
Dejo de lado unos momentos mi intensa actividad sexual con Angelina Jolie para seguir profundizando en este misterioso mundo de los roles. Tocan los sumisos/as, que tienen tela marinera que cortar;
Pero antes de nada una declaración de intenciones; yo no sé si soy un sumiso o un masoca- fetichista- vicioso al que le va este rollo. Pero en todo caso soy juez y parte, aunque supongo que no más que en todo lo descrito en este libro. Intentaré no hablar demasiado de mi (cosa que, por supuesto, no voy a conseguir) e intentaré que todo lo expuesto no pase demasiado por mi barniz (cosa más imposible todavía) aunque en mi defensa alegaré que resulta imposible no hablar de lo que conocemos, vivimos y sentimos.
Con la venía, me siento en el púlpito y pontifico;
Lo primero que me gustaría decir es que hemos hablado de la responsabilidad del Amo/a. Pero un sumiso también tiene su parte de responsabilidad. No es un ser pasivo en una relación bdsm. No es, o no debería ser, un inconsciente que se deja hacer. Tenemos los deberes propios del rol y tenemos los deberes propios de la persona;
Como personas, el deber de saber que tenemos elección y usarlo. El deber de saber decir no. El deber de tener criterio. El deber de exigir parar si algo nos repugna o no nos inspira confianza. El deber de ser sumisos/as pero no muñecos/as. El deber de no confundir sumisión con anulación. El deber de saber que la sumisión es un acto consciente y voluntario. Y de grabarnos esto en la frente.
Personalmente, creo que el sumiso/a no entrega tanto su voluntad, su cuerpo o su libertad como su CONFIANZA. ¿Por qué la confianza, básicamente? Porque una vez que estás atado, o incluso sin estarlo, estamos indefensos. Pero no solo por eso; también porque dejamos entrar a la otra parte en muchos ámbitos de nuestra vida. Y porque nos ofrecemos de buena fe, nos entregamos confiando que la otra parte hará algo útil con esa entrega.
No siempre es fácil saber los deberes que tenemos como personas o equilibrarlos con el rol. A veces se tienen estas fantasías en forma de inquietudes y no se sabe bien cómo canalizarlas. Por eso nos creemos todo lo que nos dicen y pensamos que es lo correcto, como hemos visto en el capítulo anterior. Todo es un camino y un bagaje. Pero repetimos la importancia de las leyes generales del sentido común y la prudencia; nunca, insisto, hay que perder la perspectiva de que es un juego de fantasía.
Algunos Amos/as otorgan al rol sumisiano un papel secundario; no tienen criterio, son "objetos" para usar y abusar, están para lo que los dominantes digan y encima es lo que les gusta. Olvidan que con un "no" del sumiso/a el mundo del Amo/a se paraliza. Olvidan sus propios deberes. Olvidan que en el momento que eliges entregarte has hecho una elección. Pero que esa elección es revocable. El sumiso/a "cede" sus derechos. No los da de por vida. Una parte no es nada sin la otra.
Pondré un ejemplo, no tan extremo como el del episodio anterior. Un conocido se encontró con una ama en un chat y ésta, sin apenas conocerle, le ordenó que se comprara un consolador y se lo metiera en el culo. Al tipo, un chaval joven que sentía ciertas inquietudes en esto del bdsm y se estaba introduciendo, se le rompieron todos los esquemas; él no quería hacer eso. No era esa su idea de la sumisión. No estaba preparado. Tampoco conocía a la mujer apenas. ¿Era una prueba sobre su tendencia? Dado lo difícil que es conocer a una Ama (supuestamente)...¿iba a dejar escapar la oportunidad? Lo cierto es que vencieron más sus reticencias sobre la salubridad anal y las connotaciones homosexuales y dejó escapar la ocasión....¿hizo bien o hizo mal?
Bajo mi punto de vista, de forma intuitiva se le encendieron los mecanismos de alarma que proporciona el sentido común y que todos deberíamos tener. Una persona a la que apenas conoces no te puede dar una orden sin más, por el solo hecho de autocalificarse "amo/a" sin saber si a la otra persona le gusta o está preparado y sin preocuparse por las consecuencias. Igual no merece la pena servir a alguien así. Por otra parte, el tema de la sodomía es algo para lo que no todo el mundo, de entrada, está preparado. A él le repugnaba. No podía con ello. Y por lo tanto usó su capacidad de elección; declinó la oferta.
Y no pasa nada. La única forma segura de dar en el clavo es dar ciento en la herradura y quien la sigue la consigue. Ya conocerá a alguien afín. No es menos sumiso ni menos válido por eso. Y aquí volvemos a repetir lo que dijimos en el capítulo de internet; dejar pasar el tiempo, conocerse, confiar. No es cuestión de hacer lo que el/la primer cantamañanas que se diga Amo/a diga. Se trata de entrar, gradualmente y de forma consciente, en un mundo mágico e ir conociendo todos los engranajes que lo forman.
Pero sigamos hablando de sumisión de forma general y para ello vamos a separar un poco por sexos, como en los colegios de curas. Al fin y al cabo hombres y mujeres somos iguales pero meamos de forma diferente.
Aunque es de mala educación y no se corresponde con el orden alfabético, primero los sumisos, en masculino plural, que es el aspecto que más conozco;¿Cómo somos, en general?
Sabido es que somos inteligentes y sensibles, irresistibles al sexo opuesto y al propio, bien dotados sexualmente y de amena y culta conversación. Algunos incluso podemos volar y lanzar rayos x por los ojos. Sin embargo, como dirían en las coplas, hay gente que nos quiere mal;
Muchos "amos" piensan que los sumisos somos menos hombres. Seres que invertimos el orden natural de las cosas. No entienden como nos podemos postrar ante las féminas, seres nacidas para ser sometidas y no para someter. Un hombre, por el simple gesto de estar a 4 patas ante ellas, cae en la mayor de las indignidades.
A ese respecto todavía me duele en el alma que vendí tiempo ha por un helado (un día que hacía mucho calor y me apetecía), una anécdota de cuando empezaba a conocer gente no profesional en estos mundos, hará cosa de unos diez trillones de años. Me presentaron a un amo con el que hice cierta amistad. En una de esas conversaciones ante la docena de jarras de cervezas de turno, me espetó, de forma natural y con toda la buena intención del mundo, "joder, tu PARA SER SUMISO, piensas". Lo que más me dolió fue eso, que lo dijera de forma natural, mostrando abiertamente y de forma inconsciente la apreciación que tenía por los sumisos. No pensábamos. Teníamos una tara. (Y, desde luego, estaba equivocado, porque pensar pienso, sí, pero con la polla, aunque eso es otra historia).
Pero no solo al machismo amil tenemos que hacer frente los practicantes de esta ingrata tendencia. Ya hemos dicho que algunas "amas" nos desprecian y nos ven como a meros juguetes, o peor, una cuenta de gastos abierta a la que poder saquear con la excusa de un rol. Como ellas mandan los sumisos han de pagarles gastos y caprichos, más allá de las normas de la galantería. ¿Son estas personas profesionales encubiertas? No diré lo que son estas personas bajo mi punto de vista por si hay niños leyendo. Bueno; seré suave; digamos que son, cuanto menos, aprovechadas sin más a las que hay que evitar como la peste, y que con la nómina cada vez más extensa de mujeres que adoptan el rol dominante de forma libre y por placer están condenadas a ganarse la vida fumando ante una farola.
He de reconocer, no obstante, que hay sumisos que desprestigian el gremio. Normalmente porque andan salidos y frustrados en su búsqueda y se plegan a lo que sea con tal de recibir algún azotillo de mala muerte. Otras veces porque no saben exactamente lo que quieren, o porque no han recorrido un camino vital que les haga llegar a sus propias conclusiones y aceptan cualquier cosa porque les pica la polla. También es cierto que en el mundo de las personas en general y en el de los hombres en particular hay mucho morbosillo que lo que quiere es pillar cacho de la forma que sea. Si para eso se ha de pasar por sumiso o por aviador japonés pues adelante, qué narices, que para desempalmar siempre hay tiempo.
No me cansaré de repetirlo; somos personas, estamos hablando de sexo y de deseos. Y ello conlleva muchas grandezas y bastantes miserias. Como diría Luis Buñuel, no hay ningún deseo inocente.
¿Y qué decir sobre las sumisas?
Pues que aparte de que bajo mi punto de vista, totalmente imparcial y desinteresado, pierden el tiempo y deberían de cambiar de bando y hacerse pérfidas dominatrices, a ser posibles con gran atracción por los sumisos gordos con una considerable colección de tebeos, lo cierto es que hay un tema algo difuso, espinoso e ingrato que me gustaría comentar;
Hemos dicho que abundan los sumisos (masculino) dispuestos a todo por pillar cacho. Sin embargo, esto no es exclusivo del género masculino. También existen las féminas dispuestas a todo. Con el matiz, no sé si por cuestiones biológicas o culturales, de que más que pillar cacho lo que buscan es pillar pareja. Ojo, no es exclusiva esta actitud de las mujeres. Pero sí más abundante, por eso se explica aquí.
Insistimos; no se juzga nada ni se está más allá del bien y del mal. Volvemos a insistir; todas las actitudes son legítimas mientras no haya engaño ni se haga daño a nadie. Insistimos sobre la insistencia; cada persona es un mundo y no hay ninguna ley general.
Pero es verdad que el mundo de las relaciones no es mundo idílico. Y menos en estos tiempos convulsos. Internet, como hemos visto, ha cambiado el sistema de relaciones. Pero al igual que por la red abundan los salidos, los psicópatas y los aficionados a los tebeos en general, también abunda la soledad. El querer tener a alguien. El querer estar con alguien. Lo cual es perfectamente legítimo; todo el mundo buscamos "algo".
Digamos que alguien, sea fémina o no, se acerca, por las circunstancias que sean, a este mundo del bdsm. Pero se acerca con este anhelo.....¿Qué predomina: su curiosidad por el bdsm o su deseo de tener pareja? ¿Es una entrega por placer de verdad? ¿O el placer es estar con el otro/a y si el precio para ello es un azotillo pues adelante? ¿Tenía deseos reales o estos han sido inducidos? ¿Predomina la necesidad afectiva o la necesidad sexual? ¿En verdad se complementan? ¿Hace algo que no quiere hacer para tener algo que sí quiere tener?
Ay, qué complicado es todo en esta vida. Como diría el Maestro de las series de kárate malas, las respuestas a estas preguntas no las encontraremos ni aquí ni en ninguna otra parte que no sea la sinceridad de nuestros corazones. Solo diré, en mi opinión, que suplir una carencia (afectiva o del tipo que sea) utilizando una fantasía sexual que ni se siente ni se disfruta me parece, cuanto menos, innecesario en los tiempos que corren.
Pero si que tenemos sumisos y sumisas dispuestos a vivir con intensidad, rigor y morbo estos juegos....y somos muchos y viciosos. Y nos entregamos a nuestro Amo/a.
Ya hemos dicho que la entrega es un concepto difuso que no sabemos definir claramente y que cambia de grado y función según la intensidad de la relación. Pero sí sabemos que la entrega es a veces pasto de mucha literatura y mucha mística;
No son pocas las novelas que a la hora de tratar el tema, aparte de las correspondientes escenas para la acción onanística de rigor (y yo lo se porque he leído trillones de ellas), nos mitifican la entrega hasta un extremo ilógico; la persona que lo hace todo por el otro. Es mi triste deber romper la bonita leyenda por una miserable realidad; los sumisos/as no somos almas benditas que no buscamos nada más que complacer. También queremos que nos complazcan. Bien con el dolor masoquista, bien sintiéndonos pertenecidos. Ya hemos dicho que las relaciones bdsm no son tan diferentes a las relaciones convencionales como queremos creer, y toda relación se basa en un quid pro quo; yo doy, tu das. Amar para ser amado, dar placer para recibirlo.
No significa esto que el Amo/a esté a nuestro servicio, por supuesto. Pero sí significa que nos entregamos por un motivo, no porque si. Y ese motivo es que nos gusta hacerlo.
Pasemos a otra cuestión; ¿qué tipos de sumisos/as hay?
Pues si hay 3.714.067,96 sumisos en el mundo mundial, yo diría que hay 3.714.067.96 de tipos de sumisos. Ya hemos visto que el bdsm es un campo infinito de prácticas. Lo principal, creo yo, es ser honesto sobre nuestros gustos, filias y fobias. Si nos gusta el placer de una sesión masoquista, o lamer botas, estupendo. No nos hagamos pasar por algo que nos repatea, como por ejemplo, sumisos sirvientes que lavan el coche, ponen mesas y fregan platos. (Otra cosa, claro, es que lo toleremos porque no estamos para que nos complazcan, pero eso es otra historia).
Sin embargo, al igual que tendemos a agrupar las cosas, y dividimos la humanidad entre platónicos y aristotélicos, entre apocaliptícos e integrados y entre hinchas del Barça e hinchas del Madrid, yo creo que podríamos no dividir, pero sí distinguir al menos, entre sumisos masoquistas y sumisos no masoquistas. Es decir; entre quienes gustan del dolor (y lo canalizan en placer) y quienes no gustan de él, aunque lo puedan soportar en un momento dado por "la entrega" al otro/a.
¿El dolor duele? Si, y quien diga que no miente. Raro es quien tiene un orgasmo automático pasándolo putas. Pero se canaliza en otras sensaciones. ¿Cuáles?: La entrega. La descarga de adrenalina. El extasis. La paz. La intensidad. La magia sensorial. Es complicado de explicar, y mucho más de transmitir, para quien no lo siente. Pero existe.
A este respecto, es cierto que existen masoquistas muy extremos. Y aquí podemos recordar de nuevo aquello de "sano, seguro y consensuado", y quizás añadir alguna cosilla, como que una vez que se cruza el límite no hay nada más. Personalmente, creo que todos los extremismos son insanos y de seguridad, cuanto menos, dudosa.
Al respecto de los extremismos he leído recientemente una novela que me ha hecho ver una nueva perspectiva que en todos mis largos y duros años de sumisión ni se me había pasado por la cabeza. La novela se llama "El Escándalo" y su autor es Shauki Onzoe. En ella se cuenta, entre otras cosas, la historia de una mujer masoquista. Dicha mujer deseaba la muerte de forma pasional y eso era lo que le había llevado a buscar el dolor y la violencia física en sus carnes. Finalmente (y espero no chafar el final, al fin y al cabo es un libro y en estos tiempos nadie lee) muere suicidándose y con ello halla el éxtasis. Esta asociación entre placer masoquista y auto- destrucción tiene su lógica; al fin y al cabo la humanidad ha estado huyendo del dolor y el sufrimiento desde el alba de los tiempos, por lo que buscarlos expresamente solo se puede interpretar como la antítesis de la vida.
Sin embargo, este concepto entra en contradicción con todo lo que yo no solo he visto si no que he vivido; todos los sumisos/as que conozco, yo el primero, somos personas vitales, sin ningún afán auto- destructivo y no buscamos la muerte para nada, aunque fumemos algún cigarrillo de vez en cuando. A mi, que me fascina besar, aprovecharé cuando venga para ver qué tal besa, pero no por ello tengo prisa alguna.
Puede que sea una asociación que literariamente queda muy bien. Puede que sea como decir que todos los que fuman en el fondo lo que quieren es chupar una polla; es decir; una asociación más o menos lógica y fácil. Y puede que, en efecto, haya gente así. Pero yo no he conocido a nadie. Y en caso de que algún día conozca a alguien tengo muy claro que lo que practica no es bdsm, si no que canaliza una patología por este medio.
Así que la sumisión tiene el peligro de que se confunda con la anulación, los sumisos somos medio- hombres, hay Amos/as aprovechados, tenemos el peligro de caer en prácticas extremas, encima el dolor duele....¡dios mio!, vaya panorama. Ya no puede pasar nada más terrible, ¿verdad? Ah, cúan grande es la ingenuidad humana. Pues sí señor. También podemos caer en la obsesión. ¿Cómo? ¿Qué?
Me explico;
Cualquier relación, del tipo que sea, cambia un poco nuestro mundo, percepciones y prioridades. Qué bonito es el amor que lo hace ver todo de color de rosa. En una relación bdsm, con aspiración de seriedad y rigor, quizás un grado más. Porque se potencia que el Ama/o entre en algunos aspectos de la vida. Porque se potencia el que el/la sumiso/a dependa, en cierta forma, del dominante, le sirva, se deje llevar por él. Porque adoramos y nos sentimos pertenecidos. De nuevo pondré un ejemplo para explicarme mejor;
Es habitual en un Amo/a enviar pequeñas órdenes cotidianas a lo largo del día, a fin de reforzar el vínculo de dominación - sumisión que se establece. Digamos que un Amo le ordena a su sumisa que vaya al trabajo sin ropa interior. Lo que en apariencia es un inocente juego secreto entre ellos, tiene en verdad más connotaciones de lo que parece;
La sumisa puede pensar en si alguien se habrá fijado mientras coge el metro para ir al trabajo. Será consciente de su acción cada vez que vaya al lavabo. El compañero de la oficina casado y que hace meses que no folla con su mujer se ha dado cuenta al verle el culo. Se tomará un cortado con sus compañeras y tendrá presente que no lleva bragas y, por ende, quien se lo ha ordenado. Y por ello mismo no dejará de pensar en él. Lo tiene presente constantemente.
Sumemos a esta acción todas las acciones de órdenes nimias (llevar un collar, enviar mensajes, etc...). Añadamos la lógica pasión humana de felicidad ante algo que nos es grato. Multipliquémoslo por la adicción de recibir órdenes o de depender de; el querer más, el desear más, el pensar constantemente en. Elevémoslo a la mitificación y el deseo de complacer que el sumiso/a hace de un Amo/a.
Puede ser un cóctel explosivo, ¿no? Digamos que en el fondo toda relación dominación- sumisión que se precie de ser prolongada y más o menos seria, no deja de ser una especie de 24-7 más o menos light. Y eso nos puede llevar al extremo de no pensar en otra cosa, de descuidar incluso la realidad. Yo he visto casos de sumisas que no salían ni a cenar con sus amigas para poder conectarse por messanger con su Amo por la noche.
De ahí que haya un viejo debate en el mundo bdsm, similar al del si fue primero el huevo o la gallina, que pregunte si es en verdad el sumiso/a quien manda en una relación bdsm, pues éste quiere atenciones, pide su placer, no hace nada que no quiera realmente y sortea los mecanismos propios del bdsm para fin propio. Algo de ello hay normalmente, pero sin llegar al extremo. No obstante, no digamos en voz alta que es en verdad el sumiso el que manda, porque entonces los Amos/as se echan a llorar. Pero si añadamos, en voz baja, que todas las relaciones que se basan en este secreto tienden a ser sostenibles, bellas y duraderas, mientras que las que se basan en que el "Amo/a manda y el sumiso obedece" se agotan en un par de sesiones, por muy bestias que estas sean. Como siempre, es cuestión de saber lo que se quiere.
Sobre los extremos y las condiciones insanas que hemos comentado diremos que no se puede hacer en este escrito el trabajo que no han hecho los padres de alguien en toda su vida. De lo grato a la obsesión puede haber un paso, claro, como de tomar una cerveza al alcoholismo, de echar la primitiva a la ludopatía o de ir a ver un partido de fútbol y volver convertido en un asesino de masas, pero ni tiene por qué pasar ni es común que pase (salvo en el fútbol).
Este panorama, aunque real, es simplemente un aspecto colateral del fascinante mundo de la sumisión, el masoquismo, el fetichismo y ese noble sentimiento que es el morbo. Por eso, vale, lo tenemos ahí y tal, pero dejemos el mundo de "fuera" y vayamos al mundo de "dentro". Penetremos en el rol.
Y aquí, amigos, estamos perdidos.
Aceptamos una serie de reglas que ni son lógicas ni tienen por qué serlo. Cedemos un espacio y entregamos nuestra voluntad. Y lo hacemos no de forma altruista, pero sí con honestidad. Queremos en verdad servir y complacer. Estamos, ahora que estamos "dentro", en una situación de inferioridad. Y, por lo tanto, estamos indefensos. E inmersos en la incertidumbre.
Indefensos porque nos dejamos hacer lo que el Amo/a quiera. Hemos confiando en él. Y si estamos atados, o con los ojos vendados, la capacidad de reacción es mínima. Indefensos porque hemos cedido nuestra voluntad y no tenemos elección.
Ya hemos dicho que los Amos/as también trabajan, pues se preparan la sesión, asumen responsabilidades y también tienen sus dudas y sus miedos. Un truco que yo se que utilizan las huestes del mal para adquirir cierta ventaja es vendar los ojos al sumiso/a. Esta condición de inferioridad e indefensión se hace patente; el sumiso está limitado y no ve si el Amo/a duda. También es sabido que muchas veces el sumiso/a está desnudo y el Amo/a no. La desnudez es sinónimo de indefensión.
Con la incertidumbre, porque no sabemos qué va a hacer o no hacer, el Amo/a "administra" según quiere el placer del sumiso/a. Y además, prioriza el suyo propio, porque eso es lo que queremos. ¿Qué paso va a dar? ¿Qué me va a hacer? Si encima estoy atado o tengo los ojos vendados....la incertidumbre se multiplica. Juega con los sentidos. Bajo mi punto de vista, esta expectación es uno de los aspectos más fascinantes de una sesión.
Y si aceptamos que no es una relación de igualdad y dejamos que nos dominen, administrando bien momentos de nuestra vida, bien aspectos de la misma, otorgamos un poder. En este Estado de fantasía que es el bdsm, el poder se compone de los 3 elementos básicos, solo que el legislativo, el judicial y el ejecutivo recaen en la parte dominante quien dicta las leyes, juzga si no se han cumplido..... y aplica los castigos para ello.
El tema de los castigos daría para un capítulo aparte. Cada uno juega según su manera y lo que es castigo para uno (por ejemplo, diez azotes) es una excusa para el placer masoquista de otro. Sin embargo, de forma general diría que un castigo ha de ser algo "sentido" por ambas partes. Es decir; que se tenga claro que es porque se ha "fallado" en algo de las reglas que marcan el juego. Y que, por lo tanto, esos diez azotes se perciben de forma diferente; el Amo/a los da "con dolor", como un padre que castiga a su hijo y el sumiso/a, caso de ser masoquista, no los percibe con placer.
Mucho ojo, sin embargo, con los castigos. Ya hemos dicho que el bdsm tiene un alto componente psicológico. Por ello el Amo/a ha de jugar muy bien con ellos. Todo castigo ha de ser (o se ha de percibir) como justo y proporcionado. Un castigo injusto y desproporcionado hace que el mundo "de fuera" entre en el mundo "de dentro". "No me quieres si me castigas con no dejarme verte", le diría una sumisa a su Amo. "Si no me quieres, no me puedo entregar", sería la consecuencia.
Pero en todo caso repetimos, insistimos, machacamos y volvemos a machacar; solo se transmiten vivencias, opiniones, experiencias. Pero sin ánimo de pontificar ni de crear dogmas de fe ni verdades absolutas. Todo lo expuesto es debatible. Pero es lo que yo he visto y las conclusiones que he sacado. Y no son pocas ni estériles, o al menos a mi no me lo parecen, pero....
Pero siento que falta algo. Tengo la sensación de que irme dejando solo lo expuesto sería hacer trampa. Bailar un poco ante un juego de luces para irme sin haber dicho nada en realidad.
Supongo que toca hablar de mi un poco en serio.
No me importa hablar de mi, porque suelo mentir. Pero aquí si acaso tendremos en cuenta aquellos versos de J. Sabina que rezan; "este rosario de cuentas infelices/ calla más de lo que dice/ pero dice la verdad".
Todos tenemos tantas facetas y nos ponemos tantas máscaras a lo largo del día que no sabemos bien quienes somos. O lo que somos.
Personalmente, reconozco que no sé lo que soy. Puedo ser hijo, hijo de puta, pringado, esposo, amante, asalariado, lector, espectador, hombre que sueña, amigo que traga cerveza, gordo que hace ejercicio, coleccionista de tebeos.....y sumiso. Pero decir que soy sumiso sería como poner una etiqueta que ni siquiera sé si se correspondería con la realidad. Tengo demasiado ego y mala leche. Es un aspecto más de mi personalidad, una cosa más de las cosas del universo que me gustan. Supongo, eso sí, que es un aspecto importante. Tan importante como pueda ser mi sexualidad.
Tan importante que me ha condicionado gran parte de mi vida. Muchos actos, acciones, decisiones, sentimientos, inquietudes, frustraciones, anhelos, deseos, tiempo, dinero, recursos, motivaciones, ganas, esfuerzos, desgastes, luchas...han ido encaminados por y para este mundo.
Un día, tomando una cerveza con un amigo Amo, le dije que concebía esto del bdsm como una fantasía sexual. -"Sí, -me dijo él- pero una fantasía sexual que te ha comido mucho tiempo, dinero y que ha condicionado en gran parte tu vida". Cuando se dio media vuelta para mirar una chica que pasaba le escupí en la cerveza, porque el hijo de puta dio en el clavo.
Las fantasías sexuales son tercas y nos impiden la felicidad en caso de no tenerlas. Es como el amor; necesitamos a la persona amada aunque luego nos quejemos de que deja el lavabo lleno de pelos.
Pues sí, he de reconocer que necesito el bdsm como el respirar. No sé si soy sumiso, vicioso, masoquista, fetichista, morboso de barrio, palillero diplomado o quedé lelo de tanto leer tebeos de Mortadelo. Supongo que un compendio de todo. Pero lo necesito. Es mi naturaleza. Como el alacrán que picó el castor que le ayudaba a cruzar el rio y los dos se ahogaron.
Ignoro por qué estas fantasías vinieron a mí, yo no las llamé. Ignoro porque me causa placer el estar atado y ser tratado como una puta. Ignoro el misterioso gen que me hace desear mil veces más unas medias usadas que cien coños. Ignoro mediante cual recoveco mental quiero estar a 4 patas y ser fustigado. Pero lo tengo y no puedo huir de él. Al fin y al cabo, me ha condicionado gran parte de mi vida. ¿Cómo me puedo arrepentir ahora del camino recorrido hasta aquí?
Pues no sólo no me arrepiento si no que hago de ello mi bandera. He luchado. Me he aceptado y he recorrido el camino que se inicia hacia la comprensión. He conocido a mucha gente muy interesante. He pasado muy buenos ratos. He dado y recibido placer de formas que no sabía ni que existían. He aprendido y he enseñado. He disfrutado y disfruto de la entrega en una doble dirección. He comprendido la magia del deseo. He vivido según mi naturaleza. He superado barreras y por ello he sido algo más libre. ¿Cómo puedo arrepentirme del camino recorrido hasta aquí cuando me ha dado tanto?
Leyendo este capítulo, no creo que parezca que los sumisos/as somos seres benditos. Yo, desde luego, no lo soy. No quiero que nadie muera de sopor al leer mi vida, pero reconozco que he engañado. He traicionado un collar. O, quizás, más de uno. Me he dejado llevar por la lujuria.....¡Ah!, en mi descargo solo puedo decir que he sentido. Nada es idílico.
Y no he dejado de ser hijo, hijo de puta, pringado, esposo, amante, asalariado, lector, espectador, hombre que sueña, amigo que traga cerveza, gordo que hace ejercicio, coleccionista de tebeos.....porque aunque es cierto lo que dice mi amigo, el mundo sigue siendo infinito y cabe todo.
Por eso defiendo que somos personas antes que roles. Por eso defiendo una concepción vital y festiva del bdsm. Festivo no significa frívolo. Importante no significa místico. El bdsm es sexo, y el sexo es importante y nos condiciona y nos ocupa, como todo lo que nos causa interés, inquietud o frustración. Pero nunca hay que perder la perspectiva; lo integramos en un todo.
En fin; este soy un poco yo y esta es un poco mi cruz. Para mal o para bien, pero...ha sido un camino maravilloso y aún queda mucho por recorrer. Pero esta parte se queda solo para mí. Para el resto aún quedan un puñao de capítulos más.
¿SEGUIMOS?

11-ESA PALABRA TAN RARA LLAMADA SWITCH
"Lo bueno de la bisexualidad es que duplica tus posibilidades de tener una cita un sábado por la noche" (Woody Allen).
Si lo que nos gusta tanto es dominar como ser dominado, vejar como ser vejado, azotar como ser azotado, etc...utilizaremos esa palabra tan rara que se llama switch. Son las personas que pueden cambiar de rol como quien cambia de camisa y sentirse cómodos y disfrutar por igual en ambos lados de la fuerza.
¿Es ello posible?
Una corriente más o menos ortodoxa del bdsm viene a deslegitimar esta opción diciendo que no es posible sentir, por antagónicos, los dos roles a la vez; o se disfruta siendo sumiso o se disfruta siendo dominante, pero no tiene credibilidad alguien que pueda captar por igual la magia de los dos roles con la misma intensidad.
A este pensamiento se le une la cruda realidad de que la vida es cuestión de prioridades. Y, por supuesto, la prioridad del común de los mortales es pillar cacho. Así que mucha gente se califica de switch por aquello de que por mucho que suba la vida, nunca pasará hambre; si se pone a huevo pillar cacho siendo sumiso/a, pues adelante; y si se es necesario cambiar de rol, pues se cambia también. Que le vamos a hacer si somos como somos y vamos a lo que vamos.
Por estas personas, por el pensamiento antes expuesto, porque en el fondo somos un colectivo cerrado y con prejuicios, y por alguna cosa más que ahora no caigo, lo cierto es que los switch no tienen muy buena fama dentro del mundillo. Se lo merecen, por tener un nombre tan feo. Pero más allá de los prejuicios y de que algo (o bastante) de interés en cambiar de rol hay, vamos a entrar en otros aspectos;
Si partimos de la cuestión de prioridades, hemos dicho y defendido por activa y por pasiva que el bdsm no es un dogma de fe religioso donde todo esta cerrado por normas rígidas, si no que es una ars erótica con el fin de disfrutar libremente de una fantasía. Por ende, todo aquello que nos haga disfrutar es válido y legítimo mientras las partes lo acepten y no haya engaño. Así que no se trata, de entrada, de deslegitimar nada ni de dar carnets o permisos; que cada uno haga lo que quiera sin más. Solo por este argumento ya cada uno puede ser swicht o lo que le de la gana.
Pero no solo eso; las personas, lo hemos dicho también, tenemos muchas facetas. Y no somos unidireccionales, si no que somos curiosas e inquietas. Igual que somos muchas cosas en nuestra vida cotidiana (esposos, amigos, asalariados, hijos, padres, jugadores de mus, etc...) podemos tener muchas facetas eróticas. Y ser todas igual de legítimas.
Yo sí que creo en los swicht, aunque no en un sentido estricto; siempre se siente más un rol que otro. Sin embargo, no creo en alguien que diga que, de entrada, siente por igual los dos lados. Pienso que a la faceta swicht se llega desde la experiencia.
Digamos alguien que siente deseos de sumisión, por ejemplo. Y va teniendo experiencias sumisas, atesorando conocimientos y desgranando los mecanismos de su rol. Al cabo de un tiempo, es curiosidad humana preguntarse qué tal se estaría en el otro lado. ¿Por qué no? Pero ha habido una trayectoria que le ha llevado a esta curiosidad.
¿Está capacitado para ello?
Si un cirujano tiene los suficientes conocimientos y experiencia como para hacer una operación a corazón abierto...¿acaso no sabrá sacar una espinilla clavada en el pulgar? Tenemos media batalla ganada porque lo que haremos será intentar transmitir lo que nos han transmitido, aplicaremos lo que hemos visto aplicar y utilizaremos lo que hemos visto y ayudado a utilizar.¿Saben aquello de "no sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidió, porque no hay peor vigilante que aquel que siempre fue vigilado?"
Al fin y al cabo....¿en verdad son tan distintos los dos roles? ¿No son dos caras de una misma moneda que se juntan en el infinito? ¿No tienen los mismos mecanismos pero con diferentes técnicas? ¿No es toda naturaleza dual?
Bajo mi punto de vista, hay dos tipos de switchs;
Por un lado, estarían aquellas personas que pueden cambiar de un rol a otro sin problemas por sentir y disfrutar ambos. Ya se ha expuesto que, personalmente, no considero esto del todo cierto. Creo que siempre hay un rol que nos tira más, aunque en un momento dado sí que podemos cambiar por el hecho de conocer sus mecanismos, por curiosidad, por circunstancias, porque en el fondo es sexo....etc. No obstante, puede haber gente que, efectivamente, sienta ambos lados por igual. Yo no he conocido a nadie, pero tampoco he visto meigas y se que haberlas haylas.
Por otro lado, aunque no están considerados exactamente como swichts, podríamos hablar de la gente que ha evolucionado de un rol a otro, empezando con un papel y descubriendo que su verdadera naturaleza era el contrario por el camino.
Esto es muy común y obedece a muchas explicaciones. La principal es que a veces se empieza por lo que consideramos más fácil. Pasa normalmente con la sumisión; nos atrae el bdsm en sí y el "dejarnos llevar" nos parece menos complicado. No somos la parte activa, no tenemos que "trabajar", nos guían. Luego, cuando entramos en este mundo y vemos que tampoco tiene ningún misterio desarrollamos la inquietud de probar el otro lado. Y a lo mejor vemos que nos gusta más y nos quedamos en él. Pero no podíamos empezar por lo que de entrada nos parecía "más difícil".
También se puede dar el proceso inverso; uno de los mejores sumisos del reino, un abuelo medio lelo que trabaja de chapero por las calles de Madrid y al que no sé porqué tengo bastante aprecio hasta el punto de llamarle mi Maestro, empezó siendo Amo. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que lo que quería era "complacer" a la otra persona. Así que fue asumiendo su identidad de sumiso, que era el rol que mejor definía sus deseos.
Todos hemos dado un primer paso y todo evoluciona. Igual que como sumisos/as no somos los mismos que cuando tuvimos nuestra primera sesión, también alguien puede recorrer un camino propio y ver por el camino cuál faceta se adapta mejor a sus deseos. Igual sus mismos deseos han sido creados por el camino.
Todo es válido y legítimo. Se trata, en todo caso, de coger los mecanismos que se nos dan y hacer con ellos algo útil. Algo para disfrutar y hacer disfrutar.
Por cierto: ¿alguien sabe cúal es la traducción literal de swicht?En fin; vayamos con algo más castizo en el siguiente capítulo.
Y OTRO

12- CARTA ABIERTA A MARUJITA DÍAZ
Hacemos un inciso en forma de licencia de autor (y van unos diez trillones, pero si no puedes hacer gilipolleces en tu propio libro.....) para apartarnos un poco de tanta trascendencia y volver a fueros más vitales. Po dio, po dio, tanto mal rollo y esas cosas, cuando aquí estamos para divertirnos.....
Aunque hemos dicho que se está incrementando la nómina de mujeres dominantes, todavía dista mucho de ser el mundo ideal al que aspiramos los sumisos viciosos como yo (que viene a ser que lo sean todas, por ejemplo). Por ello, humildemente expongo en estas páginas una carta que quiero enviarle a Marujita Dïaz, como parte de un fabuloso plan secreto;
Estimada Sra. (porque lo de Srta. suena a cachondeo) Marujita Díaz;
Lamento comenzar esta misiva diciéndole que si soy fan incondicional suyo no es por su faceta de actriz y/o cantante, faceta que sinceramente me importa un pimiento. Comprenderá que en su época de mayor gloria yo no es que no hubiera nacido, es que mis padres ni siquiera habían desarrollado las hormonas necesarias para ello, y comprenderá así mismo Ud. que no pierda yo mi valioso tiempo viendo "Cine de Barrio" habiendo tantas cosas interesantes que hacer, como ir a por tebeos o jugar a la play. No obstante, no niego que debe ser muy interesante esa faceta y estoy seguro que en el palacio de El Pardo Franco ya le tiraría los cacahuetes oportunos en reconocimiento a su labor.
No, lo siento. Si soy fan incondicional suyo es por su faceta de estos últimos años, creo que ya van para veinte, en los que se inventa y reinventa y hace lo posible y lo imposible por seguir "en el candelabro", sin trabajar ni cantar ni actuar ni cualesquiera esas cosas que, o bien no interesan ya, o bien son muy cansadas.
La primera en fabricar un montaje con un cubano muerto de hambre. Fue Ud, que yo me acuerdo, e ignoro porque no le han concedido ningún premio al respecto. Querida Marujita, Ud siempre ha sido una innovadora al respecto.
Yo antes perdía mi tiempo leyendo las grandes obras de la literatura universal, desde Chespir a Mortadelo, pero cuando me di cuenta de lo vacía e insustancial que es mi vida preferí perderla en el sofá viendo las miserias y devaneos de esos personajes luchando por esos 15 minutos de fama y cobrando a % el mismo, entre ellos Ud, que fue de las primeras en ver el filón y saber que la gente somos idiota perdida y tenemos lo que nos merecemos. Supongo que ganaría sus buenos dineros, que espero haya perdido miserablemente jugando al bingo, con esos montajes inverosímiles que sustituyeron a los pulps, al bodevil, a los folletines por entregas, al teatro de patio de butacas, a los cuentos en la hoguera y los chismes en la plaza del pueblo.
Pero, querida amiga, me duele decirle que en estos últimos tiempo me ha decepcionado.
Aunque sigue teniendo presencia mediática, ello es debido más a su pasado que a su presente. No hace nada, está muerta, la han superado. La han adelantado por la derecha, como diría un antiguo jefe mío. No puede competir con la nueva hornada de petardas, maricones y homicidas que pululan por ahí. Se ha quedado desfasada. Incluso Sara Montiel, compañera de generación que le copió el truco del cubano, se las ha sabido apañar para continuar en la brecha, mientras su enésimo montaje con el jovencito comprado de turno apenas ocupó un pie de página. Usted, que se merece portadas y aperturas de telediario, está al nivel de Tony Genil. Usted, que innovó y renovó el cutrerío patrio, que fue una avanzada a su tiempo, superada por cualquier mutante sin glamour, ni oficio ni beneficio.
No le sacan espantando fotógrafos porque no tiene fotógrafos que espantar. No valen todos los trucos de los que ha usado y abusado. A estas alturas ya están agotados hasta los chistes sobre su menopausia. No sabe qué hacer y no le ocurre nada. Me imagino en su casa sin poder dormir desesperada ante tal situación. Tranquila; yo tengo la solución.
La solución está en el bdsm.
Imagino que esto de la cultura no es lo suyo, entre otras cosas porque una de las características de su oficio es no tenerla, así que le voy a explicar muy brevemente lo que es eso. Seguro que algo le suena y lo asocia a locos vestidos con máscaras de cuero que descuartizan a niñas con sierras mecánicas en algún sótano perdido. No le puedo culpar, porque al fin y al cabo es la imagen que nos ha vendido Hollywood durante toda la vida, pero le aseguro que nada más lejos de la realidad.
Verá; el bdsm es un juego sexual de consenso entre dos (o más, no nos vayamos a poner mojigatos a estas alturas) personas donde una parte disfruta dominando o azotando y la otra siendo azotada o dominada, con todas las variantes que ello implica. No hay en ningún momento dolor o sufrimiento, si no fantasía y aceptación. Son simples roles adoptados en un momento dado para jugar entre adultos a juegos de adultos, disfrutando libremente de la libertad sexual y la confianza y el respeto.
Lo que yo le propongo es que se vista Ud cuero y vaya de esa guisa con el pobre tipo de turno (pobre tipo en principio, que como salga de espabilado como el Dinio luego ya es otro cantar) atado a una cadena de perro diciendo "es mi sumiso". El tipo no tiene porqué ser cubano, mientras esté de buen ver. Mejor, además, que cobre en comida, que si le empieza a dar dinero a este tipo de gente se lo gasta todo en vicios.
Efectivamente, es una idea tan genial que yo tampoco sé cómo no se le ha ocurrido antes.
Es evidente que Ud. Tiene que ser la parte Dominatrix por varios motivos; en primer lugar porque no son tiempos políticamente correctos para ver a una mujer siendo azotada y sometida por la tele, por mucho que se diga que es un juego sexual. En segundo lugar, porque la veo bien en el papel de dominante, creo que da mejor el pego. En tercer lugar, porque la vestiríamos de cuero, y un vestido de cuero le queda fenomenal a cualquier fémina, no importa lo adefesio que sea en verdad (que no es el caso, por supuesto). Y en cuarto lugar porque mi propósito al proponerle esto es fomentar y dar a conocer el bdsm en general, sí, pero la vertiente de dominación femenina en particular, que es la que a mi me gusta practicar, a ver si se cree que le he propuesto tan magnífica idea a cambio de nada.
Ya asumo de entrada el riesgo de que al aparecer usted de esta guisa la reacción inicial pueda ser contraproducente con mis propósitos, pues hay mucho malo en el mundo que además vive de ello y lo primero que hará será tomárselo a fino (o no tan fino) cachondeo. Pero esa es una reacción con la que cuento y que no me parece nada mala; ya le he dicho antes que las masas incultas, el vulgo y mi madre en general, asocian los juegos sado-masoquistas a asesinos psicópatas, pervertidos insanos o dementes malcarados, y esa imagen me duele mucho. Por eso, para contrarrestar tal efecto, prefiero, aunque me duele mucho también, que lo asocien a usted haciendo el ridículo, que será muchas cosas pero no está tarada, de tonta no tiene un pelo y mucho menos es una asesina psicópata.
Prefiero que se tomen el bdsm con humor que con miedo, que lo banalicen a que lo mitifiquen, que sea cotidiano a oculto, que se hable a que se ignore, siempre que se guarden al menos un poco las formas. La mitificación y el oscurantismo no nos ha ido muy bien hasta ahora, al menos a los sumisos que no nos comemos una rosca, y es hora de emprender otra acción.
Creo que está usted curada de espanto y no le viene de nuevo ser el centro de las paridas nacionales si con ello hablan de usted. A estas alturas su jeta ha desarrollado un componente químico que para sí quisiera el hombre este de las garras indestructibles que sale en las pelis de los x-men.
Mi propósito es el siguiente; a través de su pública exposición y su confesión sobre la práctica de estos juegos sexuales, aunque todo el mundo sepa que es un montaje de los malos y se preste al sano cachondeo y a su pública mofa, así se saca a la palestra esta práctica sexual. Deja de ser tabú, susurrada las noches de luna llena por tipos extraños, algo insano que practican maniacos. ¿Sabe usted el mucho bien que le hizo "el útimo tango en París" a los amantes del coíto anal y a los vendedores de mantequilla? Pues eso.
Confío en tener varios aliados; por un lado es sabido que todos los periodistas del corazón son maricones, aunque algunos puede que se lo hagan más que otros, pero la carne y el pescado quien más o quien menos eso se desayuna. Los maricones son gente viciosa (eso dicen, claro, comprenderá que yo no lo pueda saber) y como la necesidad también legista, abierta de mente, pues saben lo que es el oscurantismo y la represión. Son los primeros en reclamar libertad sexual, por la cuenta que les trae, y entre eso y algunos iconos que tienen llenos de cuero y uniformes seguro que no les viene de nuevo este mundillo. Lamento si se meten con usted,(bueno, no quiero ser hipócrita; tampoco lo lamento mucho), pero estoy seguro que salvarán a este mundillo del bdsm.
Por otro lado, la sección más o menos conservadora de la prensa rosa, tipo Jaime Peñafiel y demás, no abrirá la boca al no tratarse de monarquías ni cosas de esas. Si usted fuese duquesa sí que se llevarían las manos a la cabeza, hacer público cosa semejante, una aristócrata o reina ha de ser profesional, por dios, esto es, dar hijos, y dejar que el marido, rey o duque, le ponga los cuernos haciendo las guarrerías que sean en la más absoluta privacidad con la fulana de turno. Pero, como no lo es, no despotricarán nada, aunque desde luego no descarte casarse con algún príncipe en un futuro.
Así pues imagino a la típica Maruja que si le propusiese algo así el marido (llamémosle el típico Paco ) le daría de ostias con el crucifijo por pervertido y guarro. Pero si lo practica Marujita Díaz, la Campos dice que oye, que la gente haga lo que quiera, y seguro que se suelta con un mensaje pseudo- feminista del tipo "mujeres al poder, atar a vuestro hombre, pegadle en el culo, que en el fondo le gusta", etc, el Jorge Javier Vázquez dice que es algo divertido y se rie como un diablillo malo (ji ji),los comentaristas de Gran Hermano no dicen nada porque no saben leer y no entienden lo que les han escrito los redactores, Boris Izarrigue sale de cuero en unos de sus numeritos de crónicas marcianas, Ana Rosa Quina, que es una mujer moldena y liberada, aunque algo pija, ¿va a ver mal que una mujer domine sexualmente?....etc. etc.
En fin; que se va viendo poco a poco como un juego, aunque esta peña de bastardos confunda la velocidad con el tocino y mezclen conceptos que nada tienen que ver. También es posible que salga alguna pseudo- ama diciendo barbaridades en algún programa escabroso o se preste a que se burlen de ella como hacía Pepe Navarro en su Mississipi. Pero serán casos aislados en un sainete para todos los públicos. La típica maruja igual hasta se pone cachonda imaginándose dando unos azotitos al típico Paco, al fin y al cabo en la sexualidad convencional a veces se cuela algún sucedáneo de estos rollos y se ve más o menos normal. Siempre hay alguna más lanzada, que lo comenta en secretitos o a voces en la cola del pescado o al recoger a los críos al cole; "pues ayer até a mi Paco con la cuerda de la bata, le di dos bofetones y unos azotillos con la espumadera de la cocina y se le puso de grande como no lo había hecho desde la no che de bodas, no veas qué polvo pegamos", y en esto todo es correr la voz. Imagine el mucho bien que puede hacer a favor de la sexualidad muerta de muchos matrimonios. Y muchos otros que lo tenían en la intimidad de su hogar, se sentirán liberados. Y por supuesto a río revuelto ganancia de pescadores, y la gente bien intencionada como yo seguro que pilla cacho, que le recuerdo es el propósito de este fabuloso plan.
Evidentemente, no espero una respuesta masiva ni completa. Muchas parejas no pasarán del típico juego suave, otras ni siquiera lo intentarán porque el Paco de turno es muy macho y no acepta ser fustigado; a otras marujas igual les tienta más el lado bueno de la fuerza y les motiva ser poseídas, atadas y azotadas por su hombre, y se transforman en sumisas de mierda, algo completamente contraproducente e inútil, pero bueno, allá ellas. Pero de esa bola de nieve todos salimos ganando; mientras más normal se vea esto más posibilidades de que la gente lo pruebe, le guste, lo practique, Y de ahí seguro que saldrán muchas amas, o cuanto menos mujeres que, de vez en cuando, le gustará jugar a juegos secretos, primero en plan cutre, después de forma algo más sofisticada. Se trata de disparar muchas balas sin parar al aire y ya caerá algún pájaro. Y aunque no se pase de la fase cutre ya está bien. Lo importante es que salga el tema a la palestra y no se vea como una aberración. Eso ya es un camino abierto al menos a probarlo, y todo es empezar. Mire el mucho bien que ha hecho al colectivo gay la salida del armario de muchos famosos (que no quiere decir que yo haya pensado en probarlo, claro).
Usted tomará de nuevo la delantera en este fascinante y sin embargo cutre mundo de la prensa rosa. Espero y deseo que la imite Loli Alvárez , Carmen de Mairena y algún otro icono sexual que tengo por ahí (aparte de usted, por supuesto). Le llamarán de todos los programas y podrá fundirse el dinero cobrado en el bingo sin problemas. Usted tiene labia y gracejo, eso no se lo niego, y seguro que no tendrá problemas en explicar cuanto antecede. El cubanito de turno comerá caliente durante el tiempo que dure el circo y si es un poco espabilado igual se sigue hablando de él de aquí a un tiempo y se podrá traer a la familia. Igual puede incluso que le guste; es más; dado que es la fantasía secreta de muchos hombres piense en coger alguno que lo viva un poco, pero eso sí, que no hable mucho.
Pues eso es cuanto tengo que decirle; como sabe, estamos en una sociedad absurda sin valores ni sentido. Utilicémoslo a nuestro favor para nuestros propios intereses. Usted para cobrar dinero ya que su arte no es valorado. Yo para satisfacer mis fantasías sexuales, que en esto de recibir palos por placer está muy malita la cosa.
Espero ansioso que se decida a realizar lo propuesto. Estoy a su entera disposición para mayor información, aunque supongo que tendrá un equipo preparado de guionistas, entre ellos Parada y Juan el Golosina, que le acabarán de preparar el asunto mejor que yo. Sé de amigos que le pueden fabricar un equipo a medida o de algunas sex- shop donde adquirirlos a buen precio si anda escasa de fondos.
En una próxima carta le hablaré de mi plan secreto para conquistar el mundo gracias al control mental de las cucarachas. (JA JA JA JA ...esto...me tengo que tomar mi medicina....).
Hasta entonces, espero tener noticias suyas, bien por la tele, bien en persona.
Un nada casto beso.
Y .....SEGUIMOS

13-PENSAMIENTOS APARENTEMENTE INCONEXOS-2
"Dios no juega a los dados con el universo. Todo lo que existe o sucede, existe o sucede por una razón." (Albert Einstein).
Bueno, pues hemos hablado de Amos, de Amas, de sumisos, de sumisas, de swchits y demás pervertidos que disfrutan causando y/o recibiendo dolor, vejaciones y otras lindezas, por supuesto repartiendo palos para todos ellos. Incluso hemos visto un poco la interrelación entre los dos roles. De profundizar un poquito más en esta interrelación, de exponerla ante el mundo y sus alrededores y de filosofar sobre algunas cuestiones referente a lo expuesto trata un poco este apartado. Bueno, de todo esto y de lo que se me ocurra o no haya dicho antes, en un poti- poti de cosas a las que intentaré dar una estructura coherente.
Ya sé que soy más pesado que los anuncios de promoción del "Aquí hay tomate", que ya es decir, pero no me importa insistir sobre la insistencia; aunque es cierto que hay unas normas y unos comportamientos digamos comunes y generales, en la realidad dos (o más) personas crean su mundo mágico y por ende sus propias reglas y valores. Y si a ellos les vale al resto de la humanidad también. No se trata de juzgar ni de acreditar o desacreditar comportamientos. Grábese esto en plata e inscríbase a la entrada, cual advertencia ante la puerta del Infierno descrito en la Divina comedia de Dante, ya que será válido para todo y no hace falta repetirlo siempre.
Puede haber un bdsm "puro", aquel que sigue los cánones y las buenas costumbres, duro, trascendente y sin concesiones al afecto o la sutileza, puede haber un bdsm "vainillado" que no sea más que un juego de alcoba consistente en atar con el pañuelo (no el de los mocos) para condimentar el polvo de óscar de Hollywood que previa viagra realizamos y puede haber un sin fin de gamas e intensidades entre ambos lados. Todo es legítimo mientras las partes quieran.
Es cierto, no obstante, que cualquier relación bdsm con pretensiones de seriedad y rigor no es fácil, sin necesidad de ser extremista o insana. Aceptamos que alguien entra en algunos aspectos de nuestra vida porque lo necesitamos, bien de forma sexual, bien de forma sensorial (que en este caso se fusionan) y.....¡oh!, ¡sorpresa!, vemos que seguimos siendo personas y teniendo egos y necesidades. Vemos que no siempre nos impulsa el deseo. Vemos que el bdsm es ilógico y no siempre tiene su gracia. Vemos que el dolor duele. Vemos que a veces nos apetece más ver la tele. Vaya mierda de sumisión, ¿no?
Yo tengo un viejo debate con un viejo amigo, que es Amo. Hablando de una sumisa que ¿tuvo/ Tiene? (qué más da?) me dice que la entrega de la misma es (fue?) total. Que ella se entregaba en cuerpo y alma y su sumisión es (era?) total, al 100%. Y yo le digo que una leche.
No porque niegue la veracidad de la entrega de tal mujer, que me consta noble. Es más; estoy convencido de que ella lo ve igual; se entrega al máximo, se siente pertenecida y lo haría todo por él. Pero.....(y no hay en este mundo nada más peligroso que un pero...);
Profundizamos y nos topamos con la realidad, que como dijo Lenin es tozuda. Está claro que hay un par de ámbitos donde no puede entrar el bdsm; el trabajo y la familia, por aquello de que está mal decirle a tu jefe que el balance del mes lo haga su abuela, ya que has de ir a besarle los pies a tu Amo y tampoco es cuestión de que tus hijos se queden sin cenar o vayan hechos unos guarros al cole porque has pasado la tarde atada en la cama. Luego, como somos personas, necesitamos ámbitos propios de intimidad. Qué sé yo; pongamos algún café con alguna amiga de tanto en tanto y la afición por seguir los culebrones de Antena -3. Trabajo, amigos, familia y aficiones, más unas 8 horas de dormir nos puede ocupar....¿un 95% del tiempo? Del 5% restante añadamos múltiples ceros coma algos por: tengo cansancio extremo, tengo la regla, me duele la cabeza, no tengo ganas, he tenido un mal día, estoy enfadada.....ergo concluimos que la entreg a total y absoluta se reduce a un 3% del tiempo, siendo generosos. Y obviamos un viejo dicho algo capullo y cínico que dice que nunca damos el 100% de nosotros en nada, aunque solo sea por pura supervivencia y para tener algún as en la manga.
Es cierto que la dominación y la sumisión es, sobre todo, un estado mental. Como hemos visto, se crea un vínculo entre dominante y sumiso que prevalece ante todo, y que además es constantemente reforzado con órdenes, mensajes, juegos...etc....Pero mi cuestión es: ¿se puede hablar de sumisión absoluta cuando estamos supeditados por la vida cotidiana? ¿Cuándo somos personas con egos y personalidades? ¿Cuándo todo es reversible?¿Cuándo lo hacemos por nuestro propio placer?
Y es que hay cosas que quedan mejor en el mundo de la fantasía que en el mundo real. Pondré un ejemplo extremo; hace poco leí un reportaje sobre una mujer que había aceptado vivir, por placer, como una mascota humana. Vivía en una jaula y la mantenía un millonario, que era su dueño. Genial como reportaje fotográfico. Pero....¿cuánto tardaría esa mujer en decir "bueno, vale, ahora quiero ir al cine o a cenar"? ¿Y si, además, el millonario fuera un obrero normal y tuviera que decir "oye, que no llegamos a fin de mes, sal de la jaula y a ver si encuentras algo para los gastos"? Y es que vivir como una mascota humana es algo que queda genial en el mundo onanístico, que una paja es sexo como el que más, pero difícil de trasladar a la realidad por demasiado rato.
Primer mito que yo mismo me cuestiono a mi pesar, por muy bien que quede en la literatura. Y el segundo es el de sano, seguro y consensuado. Ojo con esto, que tiene tela marinera.
Se nos llena la boca diciendo que no pasa con el bdsm, que tenemos cuidado y que es sano, seguro y consensuado, como los concursos de la tele. Y es cierto, claro. Es lo que le distingue de estar preso en Guantánamo o de recibir una paliza del borracho del bar. Nadie va a hacer nada que no quiera hacer y nadie va a hacer nada sin unas normas mínimas de seguridad. Pero.....de nuevo atacamos con un pero....
¿Sano?Algunas prácticas bdsm son de entrada insanas, como lamer suelas o beber orina (y que conste que a mi me encantan las dos cosas). Tampoco conozco a ningún médico que recete una paliza con un látigo para la circulación de la sangre. Como nos pille haciendo algo así el abuelo de "Saber Vivir" nos pega collejas hasta en la tarjeta del CAPRABO y nos castiga con un mes sin llamadas al programa.
¿Seguro? Lo único seguro en esta vida son la muerte y los impuestos, así que a ver quién asegura que no se va a dar con más intensidad de lo que se debe en donde no se debe. Estamos hablando de prácticas de tortura controlada. Pero tortura al fin y al cabo. ¿Habéis olvidado aquel ministro inglés que se asfixió en su casa con una bolsa de plástico jugando a estas prácticas? ¿No sabes que mucho tiempo atado fuerte, las manos se entumecen? Accidentes existen yendo a comprar el pan, cuanto no en estas circunstancias.
¿Consensuado? En el sentido de que nadie va a hacer nada que no quiera REALMENTE hacer sí, claro. Pero estamos hablando de dejarnos dominar. Se supone que la que manda es la parte dominante, que no está para darnos placer sin más. No es una relación entre iguales en ese sentido. Consensuamos unos límites,.....y los vamos traspasando. Consensuamos a veces más el "tolerar" que no el juego en sí.
Claro que todo lo expuesto tiene truco. Cuando decimos "sano, seguro y consensuado" queremos decir que es un salto con red. Pero un salto al fin y al cabo. Evitamos los peligros, no estamos forzados, tomamos medidas. Pero tampoco hay que presentarlo todo con un "no pasa nada, esto es jauja", porque de nuevo no es eso. Nunca hay que bajar la guardia.
En realidad estas tres cuestiones se reducen a la confianza en la otra parte; saber, por un lado, que el dominante no nos va a poner en peligro ni nos va a hacer daño a conciencia. Por otro, saber que el sumiso va a utilizar su capacidad de pedir parar, expresar que no se siente bien o transformarse en el Increible Hulk y salir pitando echando leches si se tercia. Muchas parejas utilizan una palabra clave para parar una sesión si no lo ven claro. Lo que se llama un "stop".
El hecho de que en estos tiempos convulsos no siempre es fácil encontrar gente de confianza es uno de los principales miedos para lanzarse a estos mundos. Nos inquietan estas fantasías pero nos dan un poco de mal yu -yu. También se suma el hecho de que no siempre se tiene del todo claro; estamos perdidos y con las ideas por encauzar. Desconocemos. Además, la primera vez es la más difícil y no siempre se sabe cómo va a reaccionar uno. Y hay que sumar, claro, el miedo o la vergüenza a contar que tenemos estas fantasías a nuestras parejas o ligues, por lo que, a lo mejor, tenemos al lado a la persona de confianza pero no nos atrevemos a decírselo.
Po dio, po dio, que dura es la vida del prácticamente bedesemiense...¿hay alguna fórmula mágica para solucionar estos hándicaps?
No hay más fórmula que la confianza, el esfuerzo y la búsqueda de cada uno, como hemos visto. Pero sí que hay un par de raíles para andar mejor, al menos. Las putas y los tutores.
Como siempre, vayamos por partes;
Lo/as profesionales del sector es una opción que tenemos hombres y mujeres, que el dinero no distingue sexos, aunque es evidente que por una cuestión cultural somos los primeros quienes lo tenemos más fácil. Supongo que, como el mercado del sexo es amplio, con dinero fácilmente se pueden conseguir todas las tendencias y gustos.Estoy hablando de profesionales del sector, no de "amas" encubiertas que te miran la cuenta de gastos para dejarla seca con la excusa de no se qué dominación y a las que, personalmente, aprovecho la mínima ocasión que tengo, incluso cuando voy al lavabo, para poner a parir.
Aunque las tarifas no son como para hacerlo cada día, al menos los que somos asalariados, tampoco son tan prohibitivas que alguien que se tome dos cubatas cuando sale de marcha no se pueda permitir. A veces es mejor pagar un poco más y no ir con una que lleve bambas en vez de botas altas como....er....le pasó a un amigo mío.
Lo bueno de ir con una profesional (de las de verdad) es que: a) se quita el "ansia" de tener una inquietud que nos frustra y nos carcome; ya lo hemos probado y en cierta forma "nos liberamos". No vamos desesperados buscando pillar cacho; b) es una situación 100% controlada en la cual el cliente expone al 100% lo que quiere y como lo quiere, con lo cual el único peligro es que no te guste y perder el dinero. Algo que tampoco es para tanto, porque al fin y al cabo se puede amortizar pidiendo que nos la chupe sin más cuando queden diez minutos de tiempo.
Como punto negativo, se pierde la magia de una relación bdsm; no te "entregas" a nadie si no que se establece una relación mercantil de índole sexual. Pero no se puede tener todo, leñe, que por algún tocho se ha de empezar la casa.
Los tutores es el invento de la sopa de ajo aplicado al bdsm. En nuestra vida cotidiana pedimos consejo y ayuda a los amigos, no? Al fin y al cabo para eso están. Cuando andamos perdidos recurrimos a aquellos que saben más que nosotros. Pues en el bdsm igual, lo que pasa es que por esa manía de crear rituales, colgar etiquetas y dotar de trascendencia a nuestros actos llamamos "Tutur/a" en vez de "colega que tiene más experiencia y le consultamos". Porque eso es un tutor/a. Alguien que ha pasado por lo mismo, que sabe cuatro o cinco trucos y nos los dice, alguien que tiene algún que otro tiro pegado y nos da consejos, nos guía y nos hace ver las cosas que él ha visto en su camino. Y nos ayudan a perder el miedo, a tomar posiciones, a ir más seguros, aunque solo sea porque nos dice que en la zona de los glúteos se puede azotar sin mied o pero hay que tener cuidado en no dar en la rabadilla o en los riñones.
Yo nunca he tenido un tutor propiamente dicho, quizás porque soy demasiado puta para ello (y con esta expresión ya he dicho por cual de las dos tochanas comencé la casa). Pero sí hago mío el epitafio que había en la tumba de un empresario; "aquí yace un hombre que tuvo la suficiente inteligencia para aprovecharse de otros más inteligentes que él". Y es que solo un adolescente, un idiota o un tertuliano de la COPE piensa que lo sabe todo. Por ello desde aquí quiero dar las gracias a la gente que con sus visiones me han reafirmado las mías o descubiertos senderos por los que transitar.
Hay una tercera vía que antes hemos soslayado apenas. El hecho de que mucha gente tiene esa persona de confianza con quien explorar este mundo juntos y no se atreve a acercarse a ella. Estamos hablando de la propia pareja. La mayoría de los sumisos que buscan desesperadamente Ama por estos chats de dios y del diablo igual la tienen a su lado y no lo saben. Lo mismo para aquella sumisa temblorosa y para todas las combinaciones posibles de gente que anhela y va llorando por las esquinas.
Hace tiempo, cuando era joven e inocente y me la podía pelar dos veces al día, descubrí en una librería un libro sobre fantasías sexuales, con un apartado dedicado al bdsm. Lo que permanece en mi memoria es la forma en que empezaba su prólogo; "si te han regalado este libro, enhorabuena, porque es porque te quieren". Me parece un buen argumento.
No es fácil, por todo lo expuesto y que no vale la pena repetir, confesarle a tu pareja que te gustan estas fantasías. Es elección de cada uno/a si hacerlo o no en función de sus creencias y circunstancias; el cómo cree que reaccionará la otra persona, el entorno, sus propios miedos, etc.... No se trata aquí de juzgar ni dar lecciones de moral. Cada uno/a se conoce a sí mismo y a su entorno y sabe lo que es mejor o no. Aquí sólo expondremos algunas pinceladas de forma esquemática;
Puede pasar que, por las circunstancias que sean, la persona amante de estas fantasías decida callarse. En ese caso sólo cabe repetir que las fantasías son tercas y que los huecos tienden a llenarse. ¿De qué forma? En forma de amantes furtivas, visitas a profesionales, intensa actividad onanística, mundos cerrados, etc....Ello no necesariamente ha de ser malo. O bueno.
Puede pasar que la persona decida exponer a su pareja estas fantasías. ¿Y entonces qué? Como todo en esta vida, puede ser para bien, para mal o para nada.
Para bien; la otra parte no solo es receptiva a tus fantasías si no que también le van y descubres un/a compañera/o de juegos que no sabías que tenías. A lo mejor, después de un proceso, a lo mejor, de forma inmediata. Bingo.
Para mal; la otra parte no te entiende y no solo no acepta tus fantasías si no que te ve como un pervertido insano. Has cambiado los cimientos de la relación y todo lo que él/ ella conocía de ti no existe. Y viceversa, porque la onda expansiva te hace: a) bajarte la autoestima; b) verla como un ser que no te comprende. Puede ser por falta de comprensión....o simplemente porque es en lo que le han educado toda la vida. Yo me iría informando sobre cuánto cuesta un abogado matrimonialista.
Para nada; la otra parte no te ve como un pervertido, lo comprende, e incluso hace lo que puede para complacerte. Pero no le gusta ni lo vive y solo lo hace por ti, por lo que su "credibilidad" como "Amo/a o sumiso/a" es nula y la sensación de frustración permanece, quizás compensada al saber que estás con alguien que vale la pena, capaz de intentar entrar en tu mundo aunque la naturaleza sea cruel y, de entrada, os haya separado.
Yo, sobre esto de comunicarlo a la otra pareja, tengo una opinión personal que apunté en un papel y perdí, por lo que témome que ha ido a parar a la colección de Manuscritos del Mar Muerto y no me acuerdo de ella. En todo caso cada uno/a ha de hacer lo que crea justo y conveniente. No se trata, desde aquí, de juzgar nada. Pero como atenuante repetiremos que no es fácil.
No es fácil porque, como hemos dicho repetidas veces a lo largo de este nada santo escrito, desconocemos. Somos unos pervertidos de mierda. Unos enfermos desviados. Y es esta la concepción que tememos cuando le decimos a alguien que nos gusta pegar o que nos peguen, atar o que nos aten. Y si hablamos de beber orina o lamer suelas ya te cagas.
¿Se puede cambiar esa concepción en esta nuestra sociedad?
Hay un colectivo que ha sido capaz de pasar de ser unos enfermos y desviados a estar aceptados socialmente. De estar estigmatizados a normalizar sus conductas. E incluso están de moda y salen en la tele a todas horas. Es un colectivo del que se ha hablado bastante a lo largo de este nada santo escrito y no por casualidad; los gays y lesbianas.
Y es que nos han adelantado por la derecha y han "normalizado" sus conductas ante el común de los mortales. ¿Cómo ha sido posible? Fundamentalmente, porque han luchado por no avergonzarse de lo que son, han salido a la calle para reivindicar su condición y exhibir con orgullo su opción sexual. Todo lo contrario de nosotros, que nos ocultamos, nos avergonzamos de nuestras tendencias, no reivindicamos nada y encima somos cuatro y el de la trompeta y nos estamos peleando continuamente entre nosotros. Ni siquiera salimos en el "Diario de Patricia" diciendo "Mama, me gusta que me aten y me peguen, acéptame como soy", para acabar abrazados ante la sufrida anciana que ya sabía que éramos algo raritos cuando rechazamos a la Juani, aquella cajera tan mona, mientras el público traído en autocar desde Villarebuznos de la Sierra llora a moco tendido.
El debate es; ¿debemos hacerlo? ¿Debemos salir del armario para normalizarnos?
Es un debate en el cual yo he oído opiniones para todos los gustos. Hay quien opina que este ambiente de semi- clandestinidad le da un morbo añadido al juego. Otros dicen que un porro sabe mejor al aire libre en mitad del parque que no oculto en un rincón, por lo que abogan por no esconderse. También se argumenta que no es posible comparar gays y lesbianas en ese aspecto con nosotros, ya que lo nuestro entra más en las prácticas de alcoba, que como tales son íntimas, que en el tema de la identidad sexual. Esto último no lo tengo yo muy claro, al menos en según que personas. También se dice que la homosexualidad ha existido desde siempre, mientras que explicar estas fantasías es algo totalmente nuevo y, por tanto, arduo y difícil. Que esto sea nuevo tampoco lo tengo yo tan claro, que la naturaleza humana es muy cruel.
Mi opinión personal, por si alguien quiere oirla, es un compendio de todo. Quizás es algo íntimo (al fin y al cabo yo no le pregunto a mis amigos si su mujer se la chupa y se traga el semen), pero tampoco hay que ocultarlo y avergonzarnos. Quizás no hay que militar, pero sí defender que son fantasías normales y replicar cuando nos tachan de pervertidos. Quizás no sea un estilo de vida, pero hay gente para quien lo es y tienen todo el derecho del mundo a vivirlo así. Quizás haya que coger ese punto intermedio que hay entre exhibirse y hablar con naturalidad de tus fantasías, como hace el maestro Jose Luis Berlanga y la Diosa Angelina Jolie. Yo no quiero que sea clandestino, pero a lo mejor sí que la gente que entre se lo tome un poco en serio. No lo se, la verdad, pero aunque solo sea porque mientras más gente conozca estas fantasías y más normales se vean más se podrá pillar cacho.Creo que es una batalla que vale la pena l uchar.
No puedo tratar este punto sin añadir que, salvo contadas excepciones, la gente que ha ido a algún programa generalista para hablar de estos temas se ha prestado al más absoluto circo televisivo, dando morbo de saldo y esquina y motivos para hacer el ridículo ante la concurrida concurrencia. Lo cual está bien si fuera, por ejemplo, mi madre, que entiende tanto de bdsm como de física nuclear, pero que lo veo especialmente lamentable cuando salen profesionales del sector o gente que supuestamente conoce y vive este mundo y ni se esfuerzan por transmitir esa imagen de "normalidad".
Hay un par de apuntes que tampoco quiero dejar escapar antes de cerrar el tema de bdsm y mundo gay, tema del que nos hemos ido por los cerros d Úbeda y ahora retomamos con estas pinceladas.
Una es que cabe mencionar que, dentro del mundo gay, el bdsm es un sub- mundo del cual se habla poco pero que tiene gran tradición y consistencia; el mundo Leather, cuyo máximo representante para el común de los mortales es el tipo de cuero de los Village People.
Sin embargo, hay un apunte del que yo mismo no me he dado cuenta hasta que no me lo han dicho. Es cierto que, a rasgos generales, podemos comparar ciertas características del mundo gay con las de nuestro mundo, como se ha hecho. Pero no es menos cierto que mientras el mundo gay en general ha luchado por "institucionalizarse" y "normalizarse" (y supervitaminarse y mineralizarse), el mundo gay Leather ha ido a su puta bola, pasando de luchar por una convencionalidad que le importa un pimiento y deviene, aún a día de hoy, un sub- mundo aparte dentro de otro sub-mundo.
Es decir; incluso para los propios gays que luchan por el amor de la institución conservadora por excelencia, el matrimonio, por comprar el periódico los domingos dando un paseo por el parque hablando de en qué invertir los ahorros, etc....el mundo Leather es un mundo un poco aparte, algo de pervertidos que no va con ellos. ¿Curioso? ¿Significativo? ¿Esclarecedor? No sabría decirlo, la verdad. Pero ahí queda el apunte.
Otra es el decir que el bdsm es una práctica en la cual, por sus propias características, los géneros se pueden fusionar e intercambiar.
Me explico;
No partimos de un deseo exclusivamente genital. Ni siquiera de una atracción física, aunque ni una cosa ni otra son desdeñables y, como el sexo, al fin y al cabo tienen su importancia. Pero si miramos en su esencia, el bdsm es un mundo de sensaciones. Así pues, para recibir dolor o estar atado, lo mismo da si la mano que mece la fusta o la cuerda es más o menos agraciada o si tiene las uñas pintadas o vello. El componente físico es secundario o incluso terciario.
Eso por un lado.
También es cierto que muchos sumisos gozan con transformarse en mujer o en ser sodomizados, en parte como el sumun de la humillación y en parte por las propias sensaciones que ello conlleva. De ahí, junto con la cierta "promiscuidad" bedesemeniense de la que hablaremos en un par de párrafos, muchos Amas/os y sumisos/as hayan probado o tengan tendencias bi sexuales.
Otro apunte que me llamó hace tiempo la atención es la teoría queer. Se aplica al mundo homosexual, pero ha calado en la comunidad más o menos liberal y creo que es perfectamente aplicable al bdsm. Queer es un término inglés que puede decir tanto "marica" como "raro". Cogemos esta última aceptación. Dicha teoría, que se remonta a la ciencia antropológica de los años 30, afirma que la orientación sexual y la identidad de género de las personas son el resultado de una construcción social y que, por tanto, no existen papeles esencial o biológicamente inscritos en la naturaleza humana, si no formas socialmente variables de desempeñar uno o varios papeles sexuales. Para entendernos y simplificando; que nuestra sexualidad viene definida por el entorno.
Tiene su lógica esta teoría; en la sociedad griega clásica, por ejemplo, ser homosexual era algo normal y aceptado. En la Edad Media, ser sodomita era motivo más que sobrado para acabar un pelín chamuscado en la hoguera. Así pues estamos más condicionados por las normas sociales que por nuestra propia naturaleza. Propugna además la teoría queer que estamos en continuo cambio de nuestra identidad, formas y roles sexuales. Es decir; que evolucionamos constantemente en base a lo que vemos, es aceptado, nos incitan, etc....Mola, ¿no? Apliquémosla al bdsm;
¿No somos los practicantes del bdsm unos "raros" que nos alejamos del molde social? ¿No es el bdsm una "identidad" sexual, como ser gay o lesbiana, si la vivimos con un mínimo de seriedad? ¿No estamos en continúo cambio de formas luchando a contracorriente con lo establecido? ¿No somos unos pervertidos porque al fin y al cabo un loco no es más que una minoría de uno?
En todo caso es una batalla que el tiempo dirá si se va realizando. Hemos avanzado mucho y es evidente que aunque corren malos tiempos para la libertad en general al menos la libertad sexual ha alcanzado un status de aceptación y normalidad que esperemos ningún tandem Bin Laden- Bush hagan retroceder.
Otra característica que tiene el bdsm colindante con el mundo gay es que ambos son dos subculturas. Subculturas en el sentido de que han creado un lenguaje propio, unas redes de contactos, una literatura específica, una red de circuitos y demás cosas propias de un grupo diferencial. Al fin y al cabo a que Pocholo se ponga hasta las cejas de pastillas y pinche alaridos en Ibiza le llaman cultura de la noche, por lo que por qué no tener identidad propia algo que es a todas luces mucho mejor. Total; al fin y al cabo Lidia Lozano es periodista.
Muchos dicen que el mundo bdsm comparte con el mundo gay otra característica; su promiscuidad. No se sí el mundo gay es en verdad un mundo promiscuo o no. Puede que en un tiempo gay significase "alegre" y trajera consigo esa condición, pero a día de hoy no estoy tan seguro. Pero hablemos de lo nuestro; ¿es el bdsm un mundo promiscuo?
Como siempre, lo será tanto como lo sean las personas que lo forman. Aunque sí que es cierto que se dan varios factores para como mínimo hacer pensar que muy monógamo tampoco es. El hecho de ir contra corriente ya implica una cierta liberalidad, aunque sea por motivos de supervivencia. Luego, el hecho de que el sexo genital como tal sea algo secundario propicia que la participación de terceros tenga otro tipo de carácter. Además, en las fiestas que se organizan y en los locales especializados en el tema se propicia en cierta forma la participación entre todos. Pero lo que entra de lleno en el espinoso terreno de la promiscuidad (o no) es la manía de algunos Amos/as de tener varios sumisos/as a la vez.
Sin embargo, esto entra en el tema de las relaciones y aquí hay que tratarlo con un poco más de profundidad, así que a ello le dedicaremos el capítulo siguiente.
ESTA INTERESANTE?

INTERLUDIO-3 . SENTENCIAS SPIRITDIANAS VOLUMEN DOS
"Yo no cito a los demás si no para mejor expresar mi pensamiento" (Leído en alguna parte).
Pero antes de seguir un nuevo interludio en forma de más perlas de sabiduría infinita, que somos así de chulos. Sin numerar ni nada, que son solo siete frases;
UNO: El límite está en el cielo. Y el cielo eres tú.
DOS; Bien y mal, Halcón y Paloma, Luz y Oscuridad, Gin y Gan, Cielo e Infierno, Fuego y Agua, Cerca y Lejos, Número y Letra, Blanco y Negro, Macho y Hembra, Batman y Jóker, Luna y Sol, ........¿Amo/a y Esclavo/a? Todo en la naturaleza es dúal. ¿Contrario? Complementario.
TRES; ¿Puede haber amor en el bdsm?. Solo si es perfecto.
CUATRO; Latex, cuero, vinillo, cadenas, licra.....la estética es preciosa. Pero si no puedo sentir tu piel....¿de qué me sirve?
CINCO; Hay un sexto sentido; tu.
SEIS; Las apariencias están para que engañen. En el bdsm más.
SIETE; La sinfonía de un chasquido empieza con una pausa y acaba con un IN crecendo.
Pues solo era esto (por eso se llama interludio). Sigamos.
PUES OTRO MAS

14-RELACIONES Y BDSM
Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías
mientras gobiernan mis días
mantequilla y pan tierno
y en las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente
y ande yo caliente
ríase la gente
(Luis de Góngora).
Estos versos de Góngora, que he puesto porque soy fervoroso admirador, puede parecer que no tengan nada que ver con este capítulo una vez sea leído. Pero yo creo sinceramente que sí. Porque de lo que trata, al igual que todo este escrito, es del propósito de alcanzar la felicidad por encima de los cánones sociales y las normas establecidas. Y de cómo todo ello no es fácil, pero es que, además, la mayoría de las veces somos nosotros quienes lo complicamos. Como siempre, vayamos por partes;
El bdsm no es un objeto inerte, si no....er....¿qué narices es exactamente el bdsm? Cachislamar, tantas páginas y todavía no lo sabemos. Digamos que puede ser un juego, una ars erótica, un mundo de sensaciones, una forma de sexo, un vínculo que se crea, una fantasía, un sentimiento, un deseo, una forma de vida....lo que sea. Pero en todo caso pertenece a ese difuso mundo de las relaciones humanas, porque todo lo comentado parte de un deseo y no se crea o evoluciona solo. Y aquí, amigos, la hemos cagado. O no.
Vale que el sexo no siempre ha de ser acompañado; una paja es sexo por igual. Y muchas veces más grato. E incluso a veces rememoramos onanísticamente momentos vividos y los vemos incluso mejores de cómo fueron. Como diría Diógenes: "¡ojalá fuera tan fácil calmar el hambre con sólo rascarse la barriga!". Pero no solo de pajas vive el hombre (o la mujer). Y entramos en el mundo de las relaciones, sean estas del cáliz que sean. Y como además estamos hablando de sadomasoquismo y estas cosas, vamos a profundizar en las que tienen este componente.
Esto no es, ni pretende serlo, un profundo estudio psicológico ni social. Seguro que de querer ser cuanto menos esto último quien suscribe estaría más preparado para elaborarlo que muchos profesores de sociología que tuve en mis cada vez más lejanos años de estudiante, que doy fe existían por aquello de que de todo ha de haber en este mundo, pero no, no es el propósito de estas nada humildes líneas estudiar en profundidad estos campos.
No obstante, si reunimos a los grandes estudiosos del medio (yo y mis amigos) en un lugar adecuado (un bar) y nos apoyamos en la inestimable ayuda del gran filósofo Perogrullo I "El Sabio", podemos sacar un par de conclusiones que, como diría algún parlamentario, se pueden resumir en tres;
Para empezar, podríamos dividir las relaciones amorosas en las que tienen ese concepto difuso y etéreo que es el amor y las que no lo tienen.
Con este ingrediente, nos cambia la ecuación;
Cuando vamos con una (o un) profesional del tema el vínculo que nos une a esa persona está claro; aquel que hace de piedras pan sin ser el Dios verdadero; Don Dinero. Puede que no sepamos su verdadero nombre, o ni su nombre siquiera, y ni nos importa porque es una relación mercantil donde queremos sexo, sexo y sexo, que para eso pagamos. No hay amor ni sentimiento alguno, así que nos complicamos la vida lo justo y necesario. Es decir; nada.
Lo mismo pasa para lo que podríamos llamar una relación "de bar". Es decir; una relación de un ligue de una noche de verano en la que sea muy hermoso no querer ni sentir. Aquí ambos buscan pasar un rato porque se han encontrado y se quieren dar una alegría para el cuerpo, macarena, y no hay más vínculo que las normas de la seducción, de la educación y de la galantería, caso de que no se pierdan en la cama las tres de golpe.
Cuando el ligue ocasional nos lo hemos trabajado un poquito y sabemos no solo su nombre y algún apellido si no algo de su vida y sus circunstancias, pues como que nos preocupamos un poco más por él y lo vemos incluso como algo un poco más propio. Y si el ligue se transforma en un rollete más o menos prolongado en el tiempo el vínculo afectivo puede seguir siendo bajo, pero se va creando. Es normal que, cuando ves y sabes de una persona durante algún tiempo, ésta no te sea indiferente. No es amor como tal, y tampoco es algo que le sustituye con eficacia, pero son una serie de sentimientos combinados (amistad, cariño, admiración, estar a gusto, deseo, etc...) que se crean, aún con nuestras limitaciones y miserias.
El amor, ya lo hemos dicho antes, es un concepto difuso que no sabemos bien cómo definir. Pero hay muchas clases de amor. La amistad puede ser una clase de amor. El cariño puede ser una clase de amor. La preocupación por la otra persona, por su vida, pensamientos, etc.....puede ser también una clase de amor. Y esa clase de amor es la que sentimos con este tipo de relación. Evidentemente, hay una amplia gama de intensidades para ello.
Y, luego está, claro, el Amor como tal, la intensidad máxima de todo, el enamoramiento más cerril. La pasión de no poder vivir sin la otra persona y todo aquello que glosan los poetas, las tragedias de Chespir, los cantantes de las radio- fórmulas y la prensa rosa.
¿Cómo afecta el bdsm a este tipo de relaciones?
El bdsm es una parte de un todo. Existe la relación y existe el bdsm dentro de la relación. Ambas cosas van juntas. Lo que sucede en un área afecta a la otra y viceversa. No se pueden separar. Tenemos la mano derecha y la mano izquierda. Pero ambas forman parte del cuerpo.
Evidentemente, si es una relación con una profesional o un encuentro de bar lo que prima es el sexo (léase el bdsm) y la relación es inexistente más allá del intercambio (de dinero por servicios en el primer caso, de fluidos simplemente en el segundo). E incluso una relación donde el único sentimiento sea el de "el Amo/a manda" queda estupenda en una relación de bar con morbo añadido, dejando el número de teléfono con lápiz de labios en el espejos para que vuelva a llamar.
Cuando hay sentimientos la cosa se vuelve un poco más complicada.
Si estos sentimientos tienen el perfil que hemos comentado de "ese otro tipo de amor", sea cual sea la intensidad del mismo, puede pasar que el bdsm sea un "catalizador" o "potenciador" de los mismos. Me explico;
Ya hemos dicho que el bdsm es, sobre todo, un juego mental donde se da un vínculo de dominación - sumisión. Y, por tanto, de dependencia. De fascinación. De adicción ante algo que nos es grato. No es como el sexo en sí, si no que incluye otros componentes psicológicos que van más allá del sexo. Y por ello el vínculo es más fuerte. Sin embargo, como somos seres más o menos racionales (aunque la historia humana demuestre lo contrario) eso no solo no ha de ser malo, si no que es algo enriquecedor y se puede llevar, y se lleva, más o menos bien y de forma grata. Evidentemente, todo parte de una justa correspondencia y un equilibrio.
Cuando en una relación hay Amor, con mayúsculas y en el sentido aceptado del término, pasa exactamente lo mismo. Pero potenciado al cubo. Solo que en vez de hacer el Amor hacen una sesión. Solo que la entrega adquiere otros matices. Y de nuevo estamos ante armas de doble filo, que pueden crear algo hermoso o pueden ser terriblemente complicadas.
En una relación con Amor, prolongada y correspondida pueden pasar varias cosas;
Primero, que es difícil equilibrar el bdsm con la cotidianidad, por lo que hemos comentado antes de que tenemos una vida que nos devora, unas miserias que arrastramos, porque hay cosas que quedan mejor en el mundo de la fantasía que en el mundo real. Un enfado en la relación afecta a la percepción del juego. Alguien secuestró al Amor y lo ocultó en el matrimonio. Es difícil de dejarte dominar por alguien que no levanta la tapa del váter al mear. Ese tipo de cosas.
Pero el Amor, con A mayúscula, da al bdsm un componente enriquecedor. Es igual que echar un polvo o hacer el amor; ambas cosas son estupendas en su momento y contexto. Pero la segunda adquiere otra dimensión. Estar en manos de la persona a la que amas. Servirla y entregarte. Recoger esa entrega en un mundo de fantasía. Sobredimensionarlo todo, en el buen sentido.
Es cierto que hay parejas que se conocieron a través del bdsm y, una vez la pareja se consolida, este se va dejando de lado, normalmente por una de las partes. Creo que si eso sucede es porque son casos en los que ha habido engaño. Hemos comentado antes que algunas sumisas y sumisos (y también pasa con los Amos y las Amas, que de todo hay en la viña del Señor) lo que buscan es tener pareja y se adentran en el bdsm con ese fin. Una vez que consiguen la pareja, el bdsm no les interesa o lo van apartando. Pero la otra parte lo sigue necesitando. Ha conocido a la otra persona mediante estas fantasías. Han sido durante mucho tiempo el vínculo que les unía. Dejarlo de lado porque ya han conseguido algo que les primaba no tiene sentido, porque a la larga acabará dando al traste con la relación. Aunque, mejor dicho, lo que no tenía sentido es hacerse pasar por algo que no se es y ahí está el error de fondo. Como otras veces, tengo al respec to una opinión personal que me guardo porque me han dicho que está muy feo insultar.
También es cierto que se puede sentir y querer jugar al bdsm pero que hay momentos, o períodos, donde se deja un poco de lado por lo que sea; cuestiones anímicas, coyunturales, cierto cansancio, dar más prioridad a la pareja en sí, etc....
Ey, en estos casos no pasa nada. No somos animales siempre pensando en lo mismo. No estamos supeditados a ninguna droga en forma de látigo y ataduras. Es como momentos en los que nos apetece salir más y momentos en los que nos apetece salir menos. Lo importante es que lo sigamos sintiendo y las fantasías sexuales son tercas. Siempre acaban volviendo. Supongo que en este caso lo importante es comunicarlo bien al otro.
Bien, si tenemos pues el problema de que siempre es complicado equilibrar el bdsm con la relación en si, y ahí que cada palo aguante su vela y lo lleve como pueda según sus normas y circunstancias, en el bdsm se da (o se puede dar) además un problema añadido que afecta directamente a todo lo expuesto; la aparición de terceros.
Se supone que un/a Amo/a puede tener tantos sumisos/as como pueda mantener (o atender, mejor dicho), teniendo uno o un par favoritos y el resto según le pique el cuerpo. No lo hacen todos los dominantes, ni mucho menos, pero no sé por qué sí bastantes. Quizás haya que conectarlo con lo que hablamos en el capítulo anterior de si el bdsm es un mundo promiscuo o no.
Sabemos que la lógica no existe, (lo cual es lógico, ¿no?), pero esta postura tiene cierta explicación si nos atenemos a la lógica ilógica del difuso mundo de la dominación- sumisión;
Si una parte domina, domina a todos los efectos. Por lo tanto, no se va a privar de ningún placer por el hecho de tener un/a sumiso/a fijo. Como la Reina Cleopatra con su harén de esclavos, como el Rey que tiene a sus concubinas. Luego, muchos sumisos/as ven con cierto morbo el sumun de la humillación; que su Señor/a se folle delante o por encima suyo a quien le de la real gana. De hecho, el Marqués de Masoch ponía anuncios buscando encuentros de terceros con su propia esposa. Argumentan los muy libertinos, además, que si el fin del sumiso/a es complacer a su Señor/a mientras más gente se dedique a ello más se alcanzará el objetivo, por lo que el sumiso/a debe de dejar atrás su propio egoísmo para un fin mayor.
¿Puede el sumiso/a tener más de un Amo/a? Por supuesto que no, porque la pertenencia es única. En todo caso, si el dominante quiere, lo puede "ceder" a alguien de confianza durante un rato.
Esto, que sobre el papel bedesemeniense tiene su morbo, sobre la praxis real es una fuente de problemas. No obstante, es mi triste deber hacer una somera advertencia; al hablar de este tema yo debería ser un buen profesional y exponerlo de forma imparcial. Demoleré el posible suspense: ni por asomo. Como diría no se si Chespir o Calderón, el corazón conoce razones que la razón desconoce. No obstante, intentaré escurrir el bulto y que no se me note demasiado;
Para empezar, todo depende del tipo de relación que se tenga, que para eso nos hemos roto los cuernos dividiendo las relaciones.
Si estamos con una /un profesional, mal lo lleva si no tiene otros clientes (o eso o es que pagamos muy bien), así que la fuente de problemas se reduce a dos; que se limpie bien y que no nos crucemos con otros en la entrada a ver si nos van a reconocer.
Si tenemos una relación con este vínculo sentimental bajo o nulo y queremos sexo y poco más, nos da igual ser compartidos y/o compartir mientras tengamos nuestros deseos satisfechos. Que la otra persona haga su vida, que yo haré la mía, y mientras sigamos quedando de vez en cuando no ha lugar a celos o neuras.
Si hay un vínculo sentimental fuerte, eso que llamamos Amor, puede pasar dos cosas;
Que la pareja esté consolidada, lo tenga claro y lo hayan consensuado, por lo que el/ los terceros que entren tengan la categoría de "instrumento" para el placer de ambos. Instrumentos en el buen sentido de la palabra, en el de que saben su lugar independiente de que haya amistad, cordialidad y esas cosas, y entre ambos se establezcan su sistema de compensaciones, reglas y circunstancias para llevar a buen puerto tal acción. Es cierto que hay parejas a las que les funcionan y se lo montan más o menos bien. Y puede tener ese componente de "morbo" añadido.
Puede pasar que el Amo/a tenga dos sumisos/as, efectivamente; el segundo y el que se ha de buscar para sustituir al que tenía, que ha dicho que por ese aro no pasa y le ha dejado un posit en el frigorífico con el estribillo de aquella canción que dice "Qué lástima pero adiós/ me despido de ti y que te jodan" o algo así. Todo en esta vida tiene un precio y hay que saber hasta donde se está dispuesto a pagar.
Y puede pasar que no sea del todo consensuado pero si "tolerado" por los motivos que sean (no querer perder a esa persona, tener otras circunstancias, querer en verdad complacer, etc...). Estas situaciones son siempre un cúmulo de problemas y acaban mal. Al menos a mí nadie me ha convencido de lo contrario ni he visto o vivido lo contrario tampoco. Creo que es mejor romper de raíz la relación si no se tiene claro el poder llevar esta situación. O eso o cambiar el chip y pasar de una relación con vínculo fuerte a verla como algo meramente sexual, caso de que sea posible.
¿Por qué?
Porque no tardan en salir las comeduras de olla sobre el por qué y los agravios comparativos. Porque el ser humano es egoísta por naturaleza y solo queremos para nosotros lo que nos importa. Porque hemos creado un mundo mágico, un área única, y la vemos manchada si la compartimos. Acabamos viendo la relación diferente. Como diría el agente Grissom: "mi experiencia me indica que en la mayoría de los tríos acaba sobrando uno". En fin; mil cosas que solo generan complicaciones y que es mejor cortar de raíz, porque acaba pasando su factura con iva y todo. Igual es que, en el fondo, aparte de egoísta, soy un conservador. No obstante, ofrezco aquí unas líneas para quien afirma que no debe ser así exponga sus argumentos, que yo por supuesto no pienso defender tal postura por la cuenta que me trae;
(......)
¿Puede pasar que este tipo de er...neuras, celos, problemas, etc, se de en un/a Amo/a cuyo sumiso/a "juega" en un momento dado con otro/a? Perfectamente.
Ya hemos dicho que la pertenencia es única. Pero es cierto que un Amo/a puede "ceder" en un momento dado a su sumiso/a. Qué nadie se rasgue vestiduras; siempre será consensuado, que no estamos hablando de mercancía. Puede pasar que el sumiso/a lo pida. Puede pasar que el otro/a Amo/a lo pida y al sumiso/a le plazca. ¿Y qué pasa?
Pues pasa exactamente lo mismo que en el caso inverso. Como todo en esta vida, puede ser para bien, para mal o para nada. Es decir; lo que hemos visto antes, con las mismas cuestiones de miedos, neuras y celos.
¿Ah, qué dura es la vida!. Como diría Chespir, prefiero oir a un perro ladrarle a los grajos que palabras de amor eterno.
Por todo ello, insisto, a mí nadie me ha convencido de que la introducción de terceros no genere problemas cuando ya de entrada hay una cierta reticencia. Esas cosas, insisto, hay que tratarlas con mucho cuidado, ser consciente de lo que transmitimos y diferenciar lo que es utilizar "un instrumento" que complemente el mundo y la fantasía a lo que es "una fuente de problemas".
En todo caso este tema de compartir Amo/a o incluso sumiso/a es algo espinoso que cada uno lleva como quiere y crea sus propias reglas y sistemas. Repetimos; lo que es válido para una pareja no tiene por qué serlo para otra y que cada vela aguante su palo.
Entre una cosa y otra me he enrollado cosa mala, algo raro en mi, (ejem, ejem), y, qué quiere que les diga, yo tengo ganas de ponerme cachondo y a ello vamos en el siguiente capítulo, así que dejamos la física y la metafísica y pasemos a un fabuloso relato;
YA QUEDA MENOS

INTERLUDIO-4. BDSM, SATANISMO, BARONESAS SÁDICAS Y DEMÁS COLEGAS.
"Quédate con la verdad. Déjanos con la leyenda".(Oído en alguna parte).
Pensaba añadir un par de párrafos en algún capítulo sobre los temas a tratar aquí, pero creo que por su propia entidad (y porque no se me ocurre dónde añadirlos) van mejor como interludio suelto, aunque sea breve. Como casi todo, son unas pinceladas, eso sí, llenas de sabiduría. Así que el relato para ponernos cachondos tendrá que esperar un par de páginas más.
Hemos hablado de asociaciones y hay una que también existe; bdsm y satanismo. De hecho, muchas fiestas bdsm, a falta de locales apropiados, alquilan pubs góticos donde hay poca luz, música rara y alguna que otra cadena colgada del techo a fin de dar un aspecto siniestro. Estupendo todo ello para cobrarte el triple por un cubata (supongo que hecho con la sangre de Satanás en vez de garrafón).
Aunque tiene un poco de lógica, ya que al fin y al cabo tampoco nos iban a asociar a las películas de Bamby, creo que no deja de ser una asociación superficial. Para empezar, más que con el satanismo propiamente dicho lo correcto sería decir que se nos asocia con la estética gótica, por aquello de ir de negro (que hace más delgado) y con accesorios tipo cadenas, anillos, collares, etc.....Al menos en las fiestas, que tampoco es cuestión de ir dando el cante por la calle. También quedan bien las cruces, especialmente la de San Andrés (que es como las X de los X-men), las velas, los tronos y demás parafernalia. La música más o menos siniestra también entra en el paquete, aunque a mi personalmente me parece una castaña insoportable. Y luego entran conceptos difusos como el dolor, la adoración al otro/a, el sufrimiento, etc......
Sin embargo, más allá de las coincidencias estéticas no creo que nadie de estos mundos adore al Diablo más de lo que adoran a Jénifer López/Brat Pitt (táchese lo que no proceda), ni hagan rituales de sangre (aggh, qué asco, si ya cuesta de limpiar la cera...) ni demás chorradas por el estilo, que ya somos todos mayorcitos.
Confieso, (nunca mejor dicho) que hace mucho tiempo, en algunos de mis momentos más miserables y desesperados, buscando Ama que llevarme al cuerpo (y al alma) pensé en buscarla por estos lares. Es decir; pensé en ofrecerme a alguna fémina de estética gótica e ideología nihilista, toda botas, collares y cadenas, maquillaje duro y pose cruel, a fin de si quería hacer algún sacrificio conmigo. Deseché la idea ante la falta de fe. Fe en que saliera bien, más que nada. O quizás no vi ninguna o quizás pensé que estaban más buenas las testigos de Jehová que van predicando los domingos. No me acuerdo, la verdad.
En todo caso, por aquello del barniz cultural que nunca viene mal, hay un referente más o menos de estos mundos y de los otros (los bedesemenienses y los satánicos) que literariamente queda muy bien y que de vez en cuando la mencionan en algún libro del tema o alguna página Web; Madame Bathory.
Esta Señora existió realmente, y era una Baronesa lesbiana del siglo XVI que raptaba aldeanas para torturarlas salvajemente en sus mazmorras y bañarse en su sangre. Se calcula que llegó a matar unas seiscientas antes de que la encerrasen por loca y muriese en alguna lúgubre cárcel perdida.
Creo que como referente mítico, pasado el tiempo y convertida en figura histórica, puede quedar muy bien. De esas cosas que quedan mejor en la ficción que en la realidad. De esas mitologías que se confunden. Pero vamos; ni una cosa ni otra devienen el bdsm del que estamos hablando ni tienen nada que ver.
Pues sirva este interludio para aclarar las cosas, o intentarlo al menos, y ahora sí que vamos a terrenos más terrenales en forma de relato erótico, sin más demonio que el de una mujer (que ya es bastante, claro).
UN CAPITULO MENOS

15-RELATO
"En esta vida solo hay dos cosas importantes. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo" (Woody Allen)
Pues gracias a este fabuloso escrito ya sabemos un puñao de cosas. Es hora de ponerlas en práctica, que la vida está para vivirla y no para leerla. Así que con la excusa de excitarnos un poco, le echaremos un par de huevos u ovarios y pasaremos a la praxis en forma de relato totalmente ficticio (ejem, ejem), a modo tanto de repaso de lo expuesto como de ejercicio onanístico de probada eficacia. Y dijo de probada eficacia porque no solo le he dado a la pluma, (sin ningún tipo de connotación gay), si no que, mientras lo escribía, le he dado también a la manivela, para que luego digan que los hombres no podemos hacer dos cosas a la vez.
La idea era presentar una pérfida Baronesa en cuyas mazmorras yacían encadenados docenas de súbditos a la espera de ser salvajemente torturados con los más diversos aparatos y medios por una legión de doncellas a su servicio, pero.....¿puede un castillo compararse a un piso en Hospitalet?
¿Puede una mazmorra ser mejor que una manta en el suelo? ¿Puede cualquier Baronesa superar a nuestra protagonista?.....¿Puede la realidad superar a la ficción?
Vamos a ello;
EL MARTES VEN A CASA. Por Spirit de Zoe.
¿Es la coincidencia el lazo secreto que une al mundo?¿O es el azar el que se parece al deseo? Las dos cosas no son excluyentes, supongo.
Ambas es lo que unió a Juan y María. No son sus nombres reales, pero dado que son personajes de ficción tampoco importa mucho.
Si el atardecer es el momento más bello del día ella tenía esa belleza serena que da el crepúsculo. A esas edades una mujer ha vivido lo suficiente como para estar más allá de complejos y, sin embargo, seguir siendo mujer y tenerlos.
Juan tenía algunos años menos, pero no tantos como para que no se preocupase por su incipiente y progresiva caída de cabello. Tenía algunos kilos de más sin ser gordo, y un cierto buen humor que ocultaba con eficacia estas y otras carencias. No estaba satisfecho con su vida, pero sí demasiado inmerso en ella y en la vorágine de los días para darse cuenta. El siempre había tenido fantasías sado masoquistas y había ido con varias profesionales del tema.
María no había oído hablar del bdsm en su vida, pero una amiga le dejó un libro y se quedó fascinada por el mundo que describía. Era divorciada. En su caso la convivencia mató el amor, o lo que ella al casarse creyó que era amor. No llevaba bien la soledad, pero se iba acostumbrando.
La cosa es que se conocieron en un chat sobre bdsm. Él para buscar un deseo. Ella para saber más. Hablaron de tonterías; se cayeron bien, mintieron un poco bajo nicks tan falsos como sus nombres, expresaron un poco sus sentimientos. Fueron quedando en el chat. Al poco se dieron el teléfono. Fueron atravesando esa línea que separa a los conocidos de los amigos, del saludo al cortejo, de las palabras a los hechos. Quedaron un día y se conocieron en persona. Puede que incluso se dieran furtiva y tímidamente algún beso. Pero sobre todo hablaron de más conocidos del chat, de la vida, del cine, del tiempo.
¿Y ahora qué?
María no se sentía presionada por Juan. Era un hombre paciente y había vivido bastante para no tener ansia ni precipitar las cosas. Pero sabía de sus fantasías. Al fin y al cabo se habían conocido por ellas. Y a ella le excitaba pensar en dominarle. Pero no se atrevía. Había leído libros y hablado, tanto con él como con otra gente, del tema. Pero nada es fácil en esta vida. Hasta que un día se dio cuenta que si nunca el miedo había dominado su vida por qué empezar ahora. No era justo. Era una luchadora nata.
María sabía que le gustaba a Juan. Sabía de sus fantasías. Tenía incluso el mismo deseo. ¿Por qué no?¿Moriremos pensando que no hemos vivido? ¿Nos arrepentiremos de lo que no hemos hecho? Fue a una sex shop. Aunque no andaba muy sobrada de dinero, compró algunos juguetes. Le dio bastante corte, pero oye, estamos en el siglo XXI. Al menos en la tienda había unas chicas pidiendo utensilios para una despedida de soltera y lo llevó mejor.
Habló con la amiga que le había prestado el libró aquel que despertó su interés. Se puso a escenificar y a planear. Dejó volar su fantasía Tenía información suficiente. Sobre Juan, sobre el mundo del bdsm....y tenía el deseo. Cogíó el móvil y mandó un mensaje a Juan. "Sigues interesado en una sesión?".
-"Sí.- le respondió él-¿ por qué?¿Te has decidido?
-"Vente a las 5 a mi casa el martes. Ya te daré instrucciones. Puede que te haga cosas terribles".
Quedaban dos días. Los miedos, deseos e inseguridades que ambos tenían solo lo sabían ellos. Pero controlaron sus ansias y sus miedos. No eran, al fin y al cabo, dos adolescentes. Pero lo parecían. Ese mismo día María le envió un mensaje a Juan; "a partir de hoy quiero que me envíes un mensaje todos los días dándome las buenas noches". Al día siguiente María consideró divertido decirle que cogiera un cordón y fuera al trabajo con los huevos atados. Esa misma tarde se llamaron. –"¿Qué te parece?"- preguntó ella. –"Me ha sorprendido y a la vez no", -dijo él. –"No se como saldrá". "Tranquila, somos amigos que jugamos". Rieron. Y esa misma risa les quitó la presión que, quizás tontamente, sentían.
Quedaba una hora. María se metío en el papel. Envió un mensaje a Juan; "ponte unas medias bajo los pantalones, perro de mierda. Y átate los huevos otra vez". No estaba muy segura de si era correcto utilizar ese término. No le salía. Pero a él le gustaba. Al poco le envió otro. "No se te ocurra subir si no me traes 3 rosas, una de cada color". Eso le hizo retrasarse un poco a Juan, que no encontró una floristería hasta las 5,15. Ya tenía excusa para un castigo.
Juan subió las escaleras con esa mezcla que da la excitación, el temor y la incertidumbre. Encontró la puerta abierta del piso y entró. Ella estaba sentada en el sofá bebiendo una copa de champán. Llevaba un vestido negro y se había puesto medias y zapatos de aguja. Estaba encantadora. En la mano sujetaba un látigo tipo gato, de tiras, y esparramadas por el sofá Juan vió esposas, cuerdas, pinzas y un antifaz. En medio, una manta en el suelo.
-Llegas tarde- Dijo.
-Lo siento, mi Señora, no...no he encontrado ninguna floristería abierta hasta ahora.
-¿Y de quién es el problema? –Dijo con una sonrisa pícara.- Cierra la puerta, desnúdate y ponte a cuatro patas en el suelo.
El lo hizo así y mostró sus medias de mujer bajo los pantalones.
-Vaya, vaya, qué guapa está mi maricona con sus medias.....llevas los huevos bien atados, verdad? Y le cogió de los huevos y se los apretó bien. Juan pensó en lo bien que se lo había preparado María. Seguramente, por lo que ya la conocía, lo había desarrollado todo mentalmente, con esa mezcla de meticulosidad y nerviosismo que le había detectado en otras ocasiones. Desde luego, estaba muy creíble en su papel y parecía disfrutarlo. El, desde luego, se empezaba a dejar llevar, sobrepuesto a la sorpresa inicial, y todo indicaba que sería una buena sesión.
Le pillizcó los cojones y él emitió breves gemidos. -Las manos a la espalda- Ordenó ella. Él obedeció. Las ató con las esposas. -¿Te aprietan? –Le preguntó. –No, contestó él. -Si te aprietan me lo dices, eh? –Si, mi Señora. –La cara mirando al suelo, cerdo.
Y ella se puso a su espalda y le puso un antifaz ciego, privándole de visión. Era un truco que le habían dicho para sentirse más segura; en todo momento tenía ventaja, más allá del papel y el rol. Jugaba con la incertidumbre y la sorpresa y no eran bazas que iba a dejar pasar. Juan estaba entregadísimo y desde luego facilitaba en todo momento la labor. Veía como se empezaba a excitar, algo que le gustó. Pero se preguntó cúanto le duraría la polla dura con unas buenas pinzas en los cojones.
En ese instante María notó que se empezaba a humedecer su coño. La sensación de tener a un hombre desnudo, a su completa merced y para su absoluto capricho le pareció fascinante. Además, Juan no estaba mal, y sabía que aquel ser estaba dispuesto a todo por complacerla.
-Levántate, perrito.- Le ordenó.
Juan pensó que María había aprendido rápido. Casi no parecía aquella mujer encantadora con la que a veces quedaba para tomar café, y sin embargo sabía que seguía siendo ella al cien por cien. De rodillas y con las manos en la espalda, se levantó con dificultad.
-Mira, parece un pato mareado- rió María. Él esbozó una sonrisa ante su comentario, y ella le correspondió con una bofetada. Suave, con cierto miedo. Pero bofetada al fin y al cabo.
-No te he dado permiso para reirte.
-Lo siento, mi Señora.
-Abrete de piernas.
Ella empezó a recorrer su cuerpo con la mano, se acercó más y le apretó su cuerpo contra el suyo, dejándole sentir el roce de su vestido. Rozó sus labios con los suyos, pero le dijo sin decir nada que no tocaba beso alguno ahora. Luego tocó los pezones de Juan y los apretó. Juan lanzó un gemido flojo, de sorpresa. -Vaya, mi putita está muy quejica, seguro que no podrá ni resistir unas pinzas.
-Sí, mi Señora, se lo ruego.
Sabía, por conversaciones anteriores, que las pinzas eran una de las cosas que más le gustaban a Juan. Le puso una en cada pezón y luego le manoseó los huevos. -¿Y aquí también te gustaría que te pinzase?
-Sí, mi Señora, me gustaría mucho.
Le puso dos pinzas en cada testículo. Eran pinzas de madera, de las de tender la ropa de toda la vida.
Juan tenía los ojos vendados y por tanto no podía anticipar nada. Expectante ante el próximo movimiento de María, con la incertidumbre de qué pasará, canalizando el placer de sentirse privado del sentido de la vista, atado de manos, sintiendo el leve pero constante pinchazo de las pinzas. Indefenso. Mágico, pleno.
-Te voy a dar un azote por cada minuto que has llegado tarde- Le espetó María- así que no quiero ver encoger el culo. María puso la música para que los vecinos no oyesen el ruido de los chasquidos. -"Ha puesto Marc Antony- pensó Juan- esto sí que es un castigo". Pero no pudo retomar el buen humor que da la felicidad, porque inmediatamente María cogió el gato y le dio de lleno en sus nalgas.
-¿Qué se dice?
-Gracias, Señora.
-Quiero oírlo bien alto, entendido?
-Sí, mi Ama.
Le dio otro. Eran azotes suaves, inseguros, algo temblorosos. Pero se percató que Juan no solo no se quejaba, si no que los aguanta bien y parecía querer más, acercando el culo. Así que fue perdiendo miedo y le dio otro más fuerte. -Cuenta. -Si, Señora, ZAS! Cuatro, gracias, Señora, ZAS! Cinco, gracias, Señora, ZAS! Seis, gracias, Señora.....
Así hasta 15, que era los minutos que María había contado de tardanza. Los últimos se los dio fuertes de verdad, sin repremirse demasiado. En las nalgas, le habían dicho, no había peligro de que se hiciera ningún daño. Al acabar, vio que Juan tenía el culo rojo, sin más señales. De golpe, tiró de las pinzas puestas en los testículos y se las quitó. Juan lanzó de nuevo un ay! Al pillarle la reacción desprevenido.
-jajajajaj- Rió ella. Veo que mi sumisito maricona no resiste que se le quiten las pinzas.
-Perdón, Señora, yo...
-Calla, hablarás cuando yo diga. Para que veas que soy buena te quitaré las de los pezones sin tirar de ellas.
Y se las quitó con cuidado. Vio que le habían quedado dos pequeñas marcas, y se lo comentó a Juan.
-¿Y qué dirás cuando vayas al gimnasio y te duches?
-No se preocupe, mi Ama, se me van en seguida.
María tomó nota mentalmente de que en la próxima vez le pondría más. Se estaba humedeciendo de verdad. Le embriagaba el poder que percibía. Se quitó las bragas bajo la falda y las dos medias. Juan no estaba trempado, seguramente por el dolor de las pinzas y quizás de los azotes, pero no tenía ninguna duda de su disfrute. Se lo transmitía, como esas cosas que se transmiten sin más. Le quitó el antifaz ciego y le ordenó abrir la boca. Cuando lo hizo, le metió sin dudarlo las bragas y con una media se lo ató.
-No te quejes que están limpias. La próxima vez me pondré unas sucias para un perro como tu.
Con la otra media le cubrió la cara, a modo de capuchón o máscara. Y le empezó a dar pequeños pellizcos por el cuerpo de Juan; en pezones, piernas, culo, costados, etc...alternándolos con azotes con la mano. El decía pequeños "ays" y ella se reía. Le daba, además, pequeñas bofetadas en la cara quejándose de sus gemidos.
-Di, gracias, Señora, por cada pellizco que te doy, zorra.
-agrg afrg agrf....acertaba a decir Juan con la mordaza.
No solo estaba humedecida si no que se estaba divirtiendo de verdad. No sabía que podía ser tan mágico y tan sensorial, tan divertido y a la vez tan físico. Le quitó las esposas de las muñecas y la mordaza hecha con sus bragas y medias. -Ves que Dueña tan buena tienes?- Le dijo-Además, te dejo beber. –Y le acercó la copa para que bebiera un trago de champán.
-Quizás la próxima vez el trago sea de mi orina. Ahora ponte a cuatro patas, que me apetece dar un paseo.
Y Juan se puso a 4 patas y ella se montó encima, con el látigo en la mano.-Camina,-Le ordenó mientras le daba azotitos con el látigo. Juan anduvo con dificultad unos cinco o seis pasos por el pasillo de la casa. -Perdón, mi Señora, lo siento, pero tengo una lesión en la rodilla y no puedo forzarla mucho.
-Vaya, lo siento, no lo sabía,- le dijo María- Estás bien?
-Si, solo que no puedo forzarla.
-Entonces tendré que hacerle otra cosa a mi perro, no?
-Lo que Usted quiera, Señora.
-Túmbate en el suelo.
Juan se tumbó y ella se sentó con el culo en su cara. Se quitó la falda y le puso el culo y los labios inferiores entre la nariz y la boca. Se notaba excitada de verdad. -Haz trabajar tu lengua.
Medio ahogado, Juan se esforzaba por darle placer a María. Ella, por otra parte, le cogió de la polla y se la empezó a masturbar lo más fuerte que pudo. -No te corras. -Le ordenó.
Le puso el culo en la cara y la excitación que ya sentía se agrandó por el contacto físico de su lengua. Acercó los labios inferiores y se restregó sin pudor por su rostro. Dejó de hacerle la paja y se abandonó por completo a su propio placer. Al fin y al cabo estaba para complacerla.
-Sigue, perrito, no pares.
Se le escaparon un par de manotazos sobre el cuerpo de Juan. No fue siquiera consciente de lo mucho que se había dejado llevar. Le tuvo un rato lamiendo culo y coño, hasta que sintió que en poco llegaría el clímax. No quería correrse ya, así que le ordenó parar.
-Date la vuelta y ponte a cuatro patas, perro.
Juan obedeció y se quedó inmóvil. Ella llegó con un par de cubitos de hielo y se los restregó por la espalda y la raja del culo. Los alternó con arañazos y azotes.
-Me has dado algo de placer, pero aún no has acabado, puta de mierda.-Cómo tienes la lengua?
-Para lo que Usted mande, mi Señora.
-Quiero que me comas el coño como nunca se lo has comido a nadie en tu vida. Si no te ataré en el cuarto de los contadores mientras me follo a otro.
Le cogió del pelo y guió la cabeza hacia su coño. Se sentó en el sofá y le ordenó: -Lame como no has lamido a nadie en tu vida, perro, lame a tu Señora dándole placer como no has dado placer a nadie.
Juan se esforzó en complacer, aunque nunca había sido un experto en la técnica del conilingus. Los gemidos y jadeos de María le alentaban a seguir puniendo toda su alma en ello. Estuvo unos minutos lamiendo con todas sus fuerzas, casi al borde de la asfixia. Finalmente María se corrió en la boca de Juan y le ordenó parar.
Estuvo unos segundos, quizás minutos, relajada, asimilando el éxtasis. Era un éxtasis de todo; su poder, recién descubierto, el dominar, el sentirse "otra" siendo ella misma,.....finalmente se incorporó y le dio una bofetada a Juan, esta con más seguridad, más fuerte;
-¿De quién eres?
-Suyo, mi Señora –Se notaba que Juan tenía experiencia como sumiso. Había respondido según lo esperado.
-¿Y qué eres?-
Y le dio otra bofetada.
-Un perro, mi Ama.
-Bien, perrito, como te has portado más o menos bien te voy a dejar que me lames los pies mientras te haces una paja. Pero cuando te corras te tumbas, que no quiero que manches el suelo.
Juan procedió a lamerle los pies, a 4 patas como estaba, mientras que se meneaba la polla, olvidando el dolor y volviendo a la excitación pura y dura. Besó, lamió los pies, se metió en la boca los dedos, volvió a lamer, y mientras tanto se iba acercando más y más al clímax, no solo por la fricción, si no por todo el repertorio de la sesión, lo sensual que estaba María de dominatrix, lo mucho y bien que le había ordenado.
Al alcanzar el orgasmo se tumbó de espaldas al suelo y vertió la leche sobre su propio cuerpo. Mientras estaba tumbado, María se le acercó y le dio un beso en los labios.
-Gracias. -Le dijo Juan.
-No, gracias a ti- Le respondió élla.
Y en ese mismo instante sellaron para siempre el pacto de un collar, un deseo, un mundo de magia y un universo de sensaciones. Sabía que serían, ambos, pertenecidos en un vínculo más allá de los ritos y las palabras. -El próximo martes te haré cosas más terribles todavía. He comprado cuerda y quiero oirte gritar en mi cama. Mientras tanto....¿te apetece un cigarro?
Y se volvieron a besar, abrazados, dándose las gracias.
Barcelona, el mundo, a 30 de junio de 2006
Como se ha podido más o menos apreciar, tiene esta obra maestra de la literatura la nada disimulada intención de ser además un incentivo para que se prueben estas fantasías con toda naturalidad, salvando miedos y dudas. Oye, si a María le fue bien por qué no ha de irle igual de bien a cualquiera. Yo de Usted no me lo pensaría dos veces.
UUMMMM YA CASI FINALIZO

16- APÉNDICE. PARA SABER MÁS AUNQUE NO NECESARIMENTE MEJOR.
"¿No es la vida cien veces demasiado breve para aburrirnos?"(Leído en alguna parte).
Sabido es que estamos en la sociedad de la información, aunque a veces se haya convertido en la sociedad de la desinformación por exceso de la misma, por la banalidad de lo que se comenta o por la manipulación interesada de lo que se da a conocer. En todo caso es cierto que tenemos al alcance del teclado, del mando a distancia o de tropecientos mil otros medios todos los conocimientos del universo, sin necesidad siquiera de movernos de casa. He aquí una selección de algunas cosillas que sobre este fascinante mundo nos pueden ayudar. No es una selección exhaustiva, ni tiene más criterio que el propio, pero creo que es variada, interesante y de probada eficacia;
LIBROS Y ESAS COSAS QUE SE LEEN
A.1) NO FICCIÓN
1-SOY UN SUEÑO. MEMORIAS DE DÓMINA ZARA
Biografía de la legendaria Dómina Zara, profesional de sector pionera en darse a conocer, contando desde un punto de vista humanista tanto su vida personal, ya de por sí interesante, como sus experiencias y conocimientos dentro de este mundillo. Interesante de Pe a Pa, sobre todo por el retrato de los numerosos personajes de los que habla, siempre anónimos o enmascarados en el anonimato. Co- escrito por Antonio Gómez, periodista, abuelo sin que me toque sangre alguna y amigo.
2- BDSM; INTRODUCCIÓN A LAS TÉCNICAS Y SU SIGNIFICADO. Jay Wyseman.
Libro de carácter más técnico, escrito por un Amo-swicht norteamericano que vive este mundillo de forma más o menos profesional, donde se explican técnicas para azotar con seguridad, hacer nudos de puta madre, comportamientos protocolarios y esas cosillas para presentarse en sociedad. Es decir; todo lo contrario que este que tienes en tus manos. ¿El mayor problema? Que también es todo lo contrario en lo demás; demasiado trascendente a veces, demasiado serio.....pero siempre hay que tener presentes todas las visiones y da consejos bastante prácticos y razonables.
A.2) FICCIÓN
1-EL AMANTE LESBIANO. JOSE LUIS SAMPIETRO.
Reverencia ante el maestro Sampietro, una de las mentes más lúcidas del milenio que a sus ochenta y mil años sigue dando guerra. En esta ocasión, cuanta la historia de Mario, un hombre que en la plenitud de su vida va conociéndose a sí mismo al relacionarse con una mujer que conoció años atrás. A través de esa historia, entra en la psique del sumiso, en los mecanismos de la entrega y en el tema de la libertad personal ¿Problema? Cuesta entrar en el mundo de Mario si no se siente la inquietud por estos temas. Por eso mismo, los comportamientos son algo ilógicos. Y ni por asomo es un libro erótico, pero oye, no solo de puterío vive el hombre y es el maestro Sampietro, con lo que aquello que en manos de otro se hubiera convertido en una castaña considerable, aquí es una magnífica trasposición de todo lo expuesto. Un día que esté borracho contaré cómo me metí en un taller de lectura municipal donde un grupo de marujas comentaban esta obra.
2-HISTORIA DE O. Pauline Réage
Libro de sobra conocido por la película homónima, está vista mil y una veces por televisión. Cuenta eso, la historia de O, una sumisa que se entrega a su Señor/ Señores y es objeto de mil perrerías para goce y gallardas de nosotros. Mucho mejor el libro que la película, aunque como siempre, demasiado misticismo y poca realidad, pareciendo a veces la tal O tonta del culo capaz de tirarse por un barranco por el otro. Un gran clásico, de todos modos, fundador del sado moderno y de lectura amena.
B) CÓMIX Y TEBEOS
El Italiano Guido Creepax, creador de la reportera y musa del sado light Valentina, publicó una adaptación del libro "La Venus de las Pieles" de Masoch que está mejor que el original. Altamente recomendable tanto las aventuras de la periodista como la adaptación. Otro italiano, Saudelli, creó las aventuras de La Bionda, una soap-opera espacial y futurista protagonizada por nuestra heroína enmascarada, mujer jamona donde las haya inmersa en mil aventuras contra o a favor de otras tías buenas tanto sádicas como sumisas. Y es que decimos de Inglaterra pero los italianos también le dan a estas perversiones. Clásicas son también las obras de Pichard, artista parisino, experto en retratar mil y una historias de estos temas. Con un estilo recargado y casi feísta se nos muestran mil y una posturas incómodas, torturas inverosímiles y demás aventuras para goce y alegría d e nuestros instintos onanistas, por desgracia cebándose en las sumisas y siendo los dominantes tipos gordos con mala leche. Su obra quizás más conocida es "Las tribulaciones de Virginia". No ha dificultad en encontrar cualesquiera de estas obras en cualquier librería de tebeos.
¿Sadismo en Mortadelo y Filemón? ¿Mujeres fatales de largas piernas y mirada lánguida haciéndoselas pasar canutas a un detective como Spirit, de Will Eisneir?¿Superheroínas con mayas ajustadas y tetas como camiones? Por favor; mantengan su mente limpia. Solo son tebeos.
C) OTROS LIBROS Y MÁS COSAS DE LEER
Y es que yo soy de la vieja escuela, aquella que ha crecido más con las letras y el papel que con las imágenes y la tecnología digital....qué le vamos a hacer. Por eso he aquí un poti poti de más cosas;
De las obras del Marqués de Sade y los cuentos del Marqués de Masoch no voy a hablar, primero porque son de sobras conocidas y segundo porque son un rollo patatero, sobre todo las de éste último. En el primer caso sadismo y perversiones pasadas de rosca con ese espíritu libertino que caracterizaba al inmortal Marqués. En el segundo la verdad es que no pasé de la página 30 las dos o tres veces que me he atrevido con alguna obra, así que no soy quién para opinar, pero creo más interesante la vida de Masoch que sus escritos, poco claros y soporíferos. De todas formas, cabe mencionar que aunque se considera a estos señores los padres del sado- masoquismo, el bdsm de Sade y Masoch nada tiene que ver con el de nuestros días y mucho menos con el que se describe aquí, por lo que como barniz cultural queda bien echarle un vistazo, por aquello de que podamos decir que somos muy leídos aunque un poco por encima, pero para aprender y disfrutar sobre estos mundos mejor buscamos otras fuentes más potables.
Para relatos onanísticos conocida es la colección de novelas eróticas "La sonrisa vertical", de Tusquets Editores, de venta en todas las librerías y con títulos tales como "Nina la Dominadora", "Señorita Tacones Altos" y demás ya sabemos por donde van los tiros. Literatura para leer con una sola mano, como ellos mismos se anuncian, aunque lo de literatura es un decir (pero tampoco están mal escritos, que conste).
Durante un tiempo tuvo cierta fama dentro del mundillo el libro "La Atadura", de una autora que ahora ni me acuerdo ni encuentro en google, donde se narraba la vida de una sumisa que se entregaba hasta el límite. Entrega, misticismo, comportamientos perturbados e ilógicos....y ni una alegría para el cuerpo, cachislamar, tanto rollo con la entrega, ni siquiera Sancho Panza fue tan fiel a su Señor.
Durante años la revista erótica TACONES ALTOS ha resistido contra viento y marea y acudido a su cita mensual hablando de lo que podía, que la verdad no era mucho. Material de la revista norteamericana Leg Show, por lo que mucho fetichismo de medias y demás pero poco sado, y una sección de contactos con profesionales encubiertas y otra más amplia con profesionales de verdad, noticias del mundillo y demás. Lo mejor, las cartas de los lectores, con relatos inverosímiles intentados hacer pasar por realidad, del tipo; "Os voy a contar mi experiencia. Iba a comprar el pan cuando me raptaron un grupo de Amas sádicas nazis que me llevaron a una cueva y me sacaron la piel a tiras pero yo estaba aullando de placer y bla bla bla". Muy repetitiva mes tras mes, donde pocas novedades aportaba. Durante milenios, el único referente para conocer este mundo, lo cual, sin desmerecer a la revista, da una idea de lo poco que había antes de la a parición de internet.
D) PELÍCULAS.
Si la función es onanística basta ir a cualquier sex shop y comprar una del tema, aunque con el rollo de que son de importación cuestan una pasta. En los Videocluses también hay, pero ojo, que la mayoría son de folleteo convencional con algún elemento fetichista, del tipo la fulana de turno se mete el látigo por el coño y lleva botas, pero poco más. Sin embargo, si queremos algo de trascendencia, analizaremos esta muestra:
1- GILDA.
No, es propiamente una película de bdsm, aunque yo no estaría tan seguro. Pero ya he dicho que es una selección personal y subjetiva. A ver, quitando a Angelina Jolie; ¿cuántas actrices actuales serán recordadas dentro de unos...er....cinco o diez años? ¿Exagero si digo que seguramente....ninguna? Pues esta Señora de bandera, esta hembra como Dios manda, esta mujer en la que el Señor se paró en el detalle al octavo día, esta Diosa a la que Orson Welles le cortó el pelo, mereciendo ser fusilado por ello, permanece en la retina de la memoria colectiva casi sesenta años después. Y no es para menos. Gilda no es solo la quintaesencia de la sensualidad fetichista, si no de la perturbación y la dependencia. Y encima por aquel entonces se podía fumar en el cine. Pero no voy a hablar más de ella porque la quiero solo para mí.
2- EL ANGEL AZUL
Tampoco es una obra de bdsm en el sentido de que no hay cadenas, látigos ni escenas sexuales explícitas. Pero quizás sea la obra de bdsm más implícita de la Historia.
Hemos dicho antes que la dominación femenina es más psicológica que física. He aquí una muestra en esta obra maestra de Fritz Lanz. Marlene Dietrich, que con su sola mirada ya bastaba para canonizarla como patrona de las Amas, es una cabaretera que enamora a un aburrido y maduro profesor universitario, que obsesionado por ella irá cayendo paulatinamente en la degradación. Una de esas películas en la que los entendidos sabremos entender lo que ellos entienden y el resto de la humanidad verá simplemente una obra maestra.
3- PORTERO DE NOCHE.
Aquí ya hay más "marru" en forma de cuero y escenas fuertes, que siempre estáis pensando en lo mismo. Al fin y al cabo es en color y de los años 70. En su momento polémica película (hoy en día, tal y como está el patio, resulta casi risible) en la que una joven tiene una relación tormentosa con el portero del edificio donde vive, que en otros tiempos fue un carcelero nazi. Toca temas tabús, como la dependencia física y psicológica del dominado al dominante, entrando en terrenos pantanosos pero con buen gusto y discreción.
¿Se puede estar enamorado de la novia del Chucky, el muñeco diabólico? ¿Acaso cualquier ser humano masculino singular no querría caer ante cualquier chica Bond de las malas y cantarle todos los secretos del desembarco de Normandía si fuera menester? ¿Alguien ha hecho una doble lectura de "Entrevista con el Vampiro"? ¿Os suenan títulos minoritarios como "Secretary" o "La pianista", que van más o menos del tema? ¿No es Angelina Jolie la perfección hecha carne, aunque la mayoría de sus películas sean una porquería vomitiva? ¿Por qué siempre hay una mujer fatal en el cine negro? Ah, como cantaba Aute; "cine cine cine/ más cine por favor.....".


E).PÁGINAS WEB DE INTERNET
Qué narices de libros y películas en blanco y negro del año de la castaña, que encima tenían incluso diálogo en vez de escenas de acción. Los chavales de hoy no es que las ignoren, es que ni saben que existen. Así les va. Pero bueno; entremos ya en estos tiempos modernos y con ello en esto de internet.
Lo que no está en la red no existe, señores, así de claro se lo digo. Aún así, tampoco nos pensemos que es la panacea, que yo encontré el tebeo de "Anacleto, agente secreto" que llevaba diez años buscando en un mercadillo de los de toda la vida, pese a poner anuncios y mirar si lo tenían hasta en el foro de "Pocholo".
Pero es cierto que, si seleccionamos, internet es una buena fuente de información. Eso si, dosificándola y tomándolo todo con el correspondiente escepticismo. Dejemos los chats del tema, que casi cada portal tiene uno, y las páginas para bajarse fotos y vídeos porque seguramente a estas alturas cualquiera habrá visitado ya unos diez trillones, (y si no basta con poner en google cualquier palabra al azar y acabará topándose con una página de sexo) y vayamos con aquello que puede aportar algo más, sin que chats, fotos o vídeos sean poca cosa.
//esclavo_juanma@eresmas.com
En estos tiempos donde cualquiera puede crear un blog o incluso escribir un libro (lo cual a mi personalmente me parece estupendo e interesantísimo) este señor lleva unos años haciéndolo. Se trata de un diario real de un esclavo real, el amigo juanma, que convive con su Señora y nos transmite a través de esta página web su día a día. Interesantísimo primero por ser algo real y vivido a través de alguien real y que lo vive, segundo porque está bien escrito y muy trabajado y tercero porque tiene mi firma en su libro de visitas.
2-www.dominatutoras.com
Página- foro con diversos apartados de información, técnicas, fotos, cine y bdsm, gótic y bdsm, poesía...todo muy cuidado y desarrollado con mucho cariño y saber hacer por dos Amas amateurs. Para debatir, conocer gente y aprender. Interesantísimo.
3- www.aldeasado.com
Lo mismo que la anterior pero realizado por un Amo real amateur. Foro ameno y variado con varios apartados sobre este fascinante mundillo.
4- www.dominaciónfemenina.net
Olvídense de la igualdad. Las mujeres son superiores y los hombres las debemos de obedecer y postrarnos ante ellas. Punto pelota. Una fémina, por el solo hecho de serlo, debe adiestrar, castigar, humillar y utilizar a cualquier macho (por llamarlo de algún modo), usándolo para su exclusivo placer y para los fines que ella crea conveniente. Un hombre no tiene derecho a nada, y mucho menos al sexo. El control del orgasmo es fundamental para la dominación, y solo la mujer tiene derecho al mismo. ¿Esto es el argumento de una de mis pajas? No; es la ideología imperante en esta patraña de página liderada por Ellem Sutton, una Ama profesional norteamericana.
Espero, pese a ser hombre, no ser sospechoso de machismo. Pienso sinceramente que hombre y mujer son iguales y la lucha por separar la diferencia de los sexos es la lucha por avanzar de la humanidad. Desde esta postura ya condeno el punto de partida de la susodicha página, y no quiero ni pensar qué pasaría, y con razón, si cualquier descerebrado propugnase lo mismo respecto a las mujeres (y no estamos hablando de páginas islámicas ni la Web oficial del Vaticano).
Aparte de eso, el que el poder está en el coño no me parece que le haga mucho favor a ningún postulado feminista, y creo que ya nuestras abuelas descubrieron que cuando los hombres desean un cuerpo se vuelven tontos.
¿Por qué recomiendo, pues, esta patraña de página? No solo para condenar que no se debe confundir el culo con las témporas y lo que no debe ser ningún tipo de dominación, si no porque, objetivamente, reconozco que, quitando estos postulados, explican bastante bien algunas cosas, tales como la diferencia entre adiestramiento, educación, castigo, etc....
F). LOCALES.
Pues podemos hacer como los protagonistas del relato y poner la manta en el suelo. O podemos ir a un motel de mala muerte, registrarnos como Sr. y Sra. Smith y esperar que, tal y como están los tiempos, el ruido de las balas de los otros inquilinos mitiguen los chasquidos del látigo.
Pero hemos dicho antes que el bdsm, como sub-cultura que es, tiene sus puntos de encuentro. Como los frikis tienen las convenciones de Star Trek, los gays su cuarto oscuro o los aficionados al fútbol sus peñas. Sin embargo, para qué nos vamos a engañar, en este país los puntos de encuentro referente al bdsm son escasos y normalmente se refieren a fiestas privadas hechas en algún lugar perdido de la mano de dios que los practicantes más activos organizan por su cuenta alquilando lo que pueden. Sitios de bdsm fuera de esto, hoy por hoy, solo existen en España dos, al menos que yo sepa, ambos en Barcelona, ambos honrados con mi ilustre visita y ambos que pasamos a comentar.
1-EL FETISH CAFÉ.
La legendaria Dómina Zara, pionera en tener presencia mediática hablando de estas fantasías de forma seria, y mejor persona y ser humano regenta, con la ayuda de algunas amigas como Foxy, un local situado en el corazón de Barcelona (más o menos) donde hay bar y espacio y utensilios varios para servir con total comodidad. Abre viernes, primer sábado de cada mes y horas a convenir.
2-ROSAS5
Espacio con bar abajo y mazmorra alquilable regentado por Kurt, un Amo de las tierras del Norte afincado en nuestro país. Discreto y acogedor, abre en principio jueves, a partir de las 20, y viernes, sábados y domingos a partir de las 22. Tiene página web propia para ir haciendo babas.
¿Problema de estos sitios? Que sin ser clandestinos ni nada por el estilo, tampoco están exactamente abiertos al público, a fin de evitar curiosos y seleccionar un poco que la clientela que vaya esté verdaderamente interesada en el tema. Por ello, aunque no hay que tocar dos veces ni decir ninguna contraseña ante un guardián con gafas oscuras y tatuajes sospechosos, sí que normalmente se entra a través de conocidos que ya conocen. Lo bueno, claro, aparte de relacionarse con otros seres y esas cosas, es que hay utensilios que no se pueden tener en el comedor de casa, como potros de tortura, jaulas, ruedas y cruces para poder utilizar.
No se si lo mandan los preceptos legales o las normas de las buenas educación, la cortesía y la honestidad. En todo caso, yo sobre esto último no entiendo mucho, así que me lo han dicho. La cosa es que me comentan el hecho de que para mencionar locales establecidos hay que pedir permiso a su legítimo dueño. Que sepan los cuidadores de las leyes y la moral que así ha sido hecho.
G- TELE
Ver la tele ya es un acto de masoquismo. Hacerla ya es un acto de sadismo.
La verdad es que sobre la tele poco hay que comentar. Ninguna serie es específica del tema, aunque haya habido episodios de alguna que lo hayan tratado como argumento más o menos esporádico. Por ejemplo, en un episodio de CSI un Amo dominaba de tal forma a su sumisa que le ordenó cometer un asesinato. Por supuesto, el agente Crisom lo descubrió, no sin antes pseudo- enamorarse de una Dómina profesional que en vez de decir "son cien dólares y la cruz la pongo yo" hablaba con frases místicas y misteriosas por aquello de que estos mundos son así.
Normalmente, en las series norteamericanas, estos mundos son presentados como un nido de psicópatas que comenten crímenes. O, en el mejor de los casos, hay alguna muerte accidental por asfixia, como en un episodio de "Policías de Nueva York". Pero es que el panorama patrio no está mejor que digamos; cuando se hace un pseudo- documental, debate o exposición, se busca el morbo y lo escabroso. Y para ello, por supuesto, se le paga un bocadillo de Choped a la primera pseudo- ama que pase por allí y se preste al circo. Ya se que aprovecho cualquier ocasión para meterme con este tipo de cosas, pero oye, cada uno tiene sus neuras. Justo es decir, no obstante, que algún programa de sexo ha invitado a alguna psicóloga o sexóloga que sabía de que iba al tema y le han dejado hablar más o menos bien. Mención especial merecen las intervenciones de Olga Viñuales, afamada antropóloga estudiosa del tema que cada vez que ap arece invitada (yo la he visto en alguna tele autonómica, pero me han dicho que también ha salido en algún reportaje de emisión nacional), ha explicado más allá de toda duda razonable y, sobre todo, con razones, lo necesario para que a los practicantes de esta tendencia se nos tome en serio y, sobre todo, se nos vea como las personas normales que somos.
Pero si he expuesto este apartado de tele no ha sido para mencionar ninguno de estos programas que se olvidan al día siguiente si no para rendir mi más sincero homenaje a la mala de la serie "V", con la que muchos niños como yo descubrieron nuevas sensaciones. Diana, cómenos como si fuéramos ratones. Te queremos y lo sabes.
También podría hablar de ese sadismo light de los culebrones de sobremesa, tipo "Pasión de Gavilanes" con su pérfida lagarta jamona de turno, preguntar para cuándo un "Gran Hermano" sado, con 6 Amas y 6 sumisos encerrados en una mazmorra y nominando cada semana a la Ama más blanda y al sumiso más quejica, y alguna cosilla más pero yo, como intelectual que soy, jamás veo la tele y normalmente me dedico a leer a Schopenhauer. Lo siento.
Y creo que más o menos este es el glosario. Quedan, por supuesto, muchísimas cosas en el tintero de libros, películas, páginas Web, artículos de revistas y diarios, etc....pero con esto nos apañamos de momento. Seguro que cada uno tiene un par de cosas que ha ido descubriendo en su peregrinar y que le han servido. Y eso es lo bonito; el encontrar y descubrir cosas que nos ayuden y nos acompañen.
No obstante, siendo importante el informarse y el saber, etc...creo que lo principal, como siempre, es el vivir. El ir descubriendo cosas por nosotros mismos, el atesorar experiencias vitales, el poner en el mundo de la praxis lo que hemos visto del mundo de la teoría. Y también es importante el saber seleccionar lo que leemos o vemos, el establecer opiniones y visiones propias y el coger con pinzas todo lo que cualquiera pueda decir por el proceloso mar de la red, yo incluido.
Pues vaya rollo patatero....¿y ahora qué?
Pues como diría Bugs Bunny, that´s all focks, friends!
RESUMIENDO

17-A MODO DE CONCLUSIÓN
"Hay otros mundos, pero todos están en este" Oscar Wilde.
Hemos confesado nuestra absoluta incapacidad para saber de dónde salen estas fantasías y por qué nos gustan tanto. Hemos fracasado en nuestro intento de dotarlas de lógica. No hemos contribuido lo más mínimo a dotar de coherencia lo expuesto o a encontrar un argumento imbatible. Ni siquiera hemos desgranado todos los mecanismos y explorado todas las posibilidades de este mundo. No hemos definido la esencia del bdsm. De lo dicho a lo largo de este escrito, la mayoría de cosas pertenecen a ese difuso mundo de las opiniones y las creencias. No se ha llegado a ningún manifiesto unánime en ningún tema. Nos hemos dejado, seguramente, muchas cosas por decir. Muchas más son las cosas en las que no se ha profundizado como se debiera. Ignoro así mismo si ha transmitido ganas o ilusión por probarlas. Tenemos que asumir nuestro rotundo fracaso en todo lo expuesto. Y encima, y eso es lo peor, ni siquiera hemos ligado.
Pero oye, que nos quiten lo bailao.
Hemos perdido un poco el miedo a algo desconocido al conocerlo un poco más. Hemos entrado en un mundo fascinante y desgranado bastante de sus mecanismos, quién sabe si nos puede o no servir en el futuro. Hemos visto que no estamos solos y que no somos raros. No hemos definido la esencia del bdsm, pero es que cada persona tiene una propia. Hemos dado argumentos de un poco todo. No son imbatibles, pero ¡ah!, hay que rebatirlos. Hemos entrado en territorios inexplorados y los hemos explorado un poco. Hemos sabido cosas, supongo. Al menos un par de trucos que nunca están de más. Hemos quitado misticismo y chorradas, aunque no estoy seguro de si eso es bueno o malo. Nos hemos conocido un poco más, a nosotros o a quienes nos rodean. Hemos profundizado en inquietudes que nos carcomen, de nuevo, a nosotros o a quienes están con nosotros. Hemos vivido a través de las letras un poco. Hemos pensado y dado qué pensar. Hemos tenido algún momento de excit ación, supongo. ¿Y quién dice que no hayamos ligado? Lo que pasa es que, como siempre, lo tenemos que trabajar un poco.
Personalmente, he intentado abarcar los máximos temas posibles sobre este mundo. Soy consciente de que han quedado cosas en el tintero, pero no creo que haya segunda parte, así que habrá que descubrirlas por nuestra cuenta, lo que siempre es un incentivo. He intentado volcar un poco lo que he aprendido, lo que he vivido, lo que me han enseñado. No se más, o no se transmitir más. He dejado que las palabras vaguen libremente y vayan donde quieran. He sido sincero, aunque como siempre hasta cierto punto. He hecho trampas, pero espero que no se noten demasiado.
Cuando escribo estas líneas he acabado algo hecho con el apoyo y la insistencia de algunos amigos. No tiene ninguna pretensión. Pasar el rato, tener tema de conversación, debatir, ponerme verde ante una cerveza, esas cosas. No se espera que salga del cajón o de, como mucho, algunos conocidos. En estos tiempos convulsos en los que nadie lee ya es un buen propósito. Gracias a Dios, ya me gano muy regularmente la vida como asalariado y me hago notar en mi círculo íntimo sin necesidad de más.
Cuando se escribe algo y se lanza al viento no se sabe muy bien el camino que llevará. Pero en todo caso, lo que sí es cierto es que dejamos de ser responsables una vez hecho lo que hemos podido.
Pero sí que me gustaría....me gustaría algo, aunque no se exactamente qué ni cómo definirlo. No solo el ser rico, famoso y que me hagan caso. Me gustaría haber contribuido a algo. A que cada cual recorra su propio camino, saque sus propias conclusiones. A que se pierda el miedo y se vivan y atesoren experiencias. A aclarar algunas dudas. A pasar un buen rato sin miedos ni complejos. Nada consuela tanto a nadie como el hecho de saber que otras personas han pasado por lo mismo. Me gustaría contribuir a una supuesta normalidad de esta fantasía, a un buen humor vital sobre nosotros mismos sin perder de vista nada. No lo se, y en todo caso da igual. Que cada uno saque de estas líneas una conclusión propia.
Mi camino me ha llevado a muchos sitios, algunos de los cuales he comentado aquí. Pero siempre hay que seguir andando. Nunca dejaremos de aprender hasta diez minutos después de muertos. Nunca dejaremos de atesorar experiencias. No hay que morir sin haber vivido.
¿Cómo puedo arrepentirme del camino recorrido hasta aquí? No solo no puedo, ni quiero, ni tengo por qué. Si no que lo mejor, como siempre, está por llegar. Espero que si has tenido la paciencia de leer esto, y te ha servido de algo, o te ha divertido o has aprendido, lo tengas en cuenta para transitar por tu propio camino. Y te sea útil y bello.
Tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.
FINAL

AGRADECIMIENTOS
La amistad consiste en hacer pequeños favores para que luego los demás nos los devuelvan grandes (Leído en alguna parte).
Lo cierto es que cuando leo algún libro y veo esta parte, siempre me la salto porque es un rollo. No me interesa la patética vida del autor ni lo mucho que quiere a su esposa, ni lo paciente que han sido sus editores ni los muchos amigos que le han ayudado aportando gilipolleces y que no conozco ni me importan. Por mi como si se ahogan todos juntos.
Sin embargo, una vez que tengo este libro escrito, veo que como que mola hacer una lista de agradecimientos a fin de ser eso, agradecido. Aunque, la verdad, yo la hago a fin de llamar la atención y a ver si me lo cobro en forma de favor sexual. En todo caso, como supongo que la mayoría de la gente hace como yo y se la salta, qué más da. Pero he aquí la mía;
A mí mismo, por mi supremo buen hacer, mi aguda inteligencia y mi constancia y paciencia en la elaboración de este libro, lleno de rigor científico y datos sorprendentes.
A la Madrastra de Blancanieves, Gilda, Bett Davis, las mujeres que perseguían a Spirit, la bruja mala de Torrebruno, Catwoman y tantas otras por los buenos momentos que hemos pasado juntos en la intimidad.
A AMO Látigo Carlos, por los servicios prestados a la patria, por ser el promotor y el incentivador, por dejarme su casa para llevarle ligues, y al que no dedico más líneas por haberme hecho cambiar bastantes párrafos con la excusa de que eran paridas malas, que eran muy repetitivos, que eran ida de olla o no se qué minucias semejantes.
A ella, pero como no quiere que se hable de ella solo diré que por todo.
A las mujeres que amé y me han olvidado.
A las mujeres que me amaron y que he olvidado yo.
A mi colección de tebeos y a la tele, gracias a los cuales he podido alcanzar tan altas cuotas de sabiduría inútil para desgranar a lo largo y ancho de estas páginas.
A todos mis amigos/as que he conocido gracias, por culpa o debido a esta afición común del sado masoquismo, bien por chat, bien en real, bien en los dos medios, aunque a muchos hace tiempo no los veo o sepa nada de ellos por las circunstancias de la vida y el querer. No menciono a todos por miedo a dejarme alguno y joder algún ligue. Pero ellos ya saben quienes son. Puede que no sepan lo mucho que han aportado, pero ya he dicho antes que solo tengo la inteligencia justa para apropiarme de las ideas de los demás y hacerlas pasar por mías.
A mi pobre madre, por darme la vida y el querer, aunque espero que jamás lea una sola de estas líneas para no morirse del susto (por no hablar de los párrafos en los que la he mencionado...)
A mi padre.
A los tiempos muertos en el aburrido trabajo de oficina que han posibilitado las mejores de estas páginas.
Y, como no puedo dejar de ser yo sin ser quien soy, hubiese querido hacer también una pequeña y puñetera lista de "no agradecimientos", es decir; mandar a tomar por saco a alguna supuestas "amas" que no son más que profesionales encubiertas, lanzar alguna puya de buen rollo a aquellos que no me contestan e- mails, meterme con algún sumiso desesperado capaz de arruinar una relación con tal de pillar cacho, etc...pero me han dicho que el odio lleva a la ira y la ira al lado oscuro de la fuerza, así que yo, con lo buena y equilibrada persona que soy, sería incapaz de hacer algo semejante.
Por cierto....¿los agradecimientos van antes o después del libro?








































A la espera

A la espera de servirte, coloco mis manos sobre el regazo. Espero tu orden, como el que espera una llamada, como quien espera una carta.
Luchar contra el amor, sin desecharlo. Amansar mi deseo para acompasarlo al tuyo. Desprenderme de mi voluntad, a la espera de que tu capricho sea la luz hacia la que emprender el camino...
Cómo explicarle que me siento así, que me enciende bajar los ojos ante tu mirada, que es mi triunfo la obediencia...
Se siente fracasado cuando le explico que cierro los ojos esperando tus besos y tus golpes por igual... Lagrimas de frustración asoman a sus ojos si le digo que soy tuya, que me siento mujer si me utilizas, y aun si me dejas en un rincón.
Me duele su dolor, pero tiene que entenderlo. Me duele su frustración, pero solo si es capaz de aceptar mi silencio, podrá por fin amarme sin reservas.
Recuerdo la primera vez que, mirándome al espejo, me llamé sumisa. Sumisa... sumisa... sumisa, sumisa, sumisa...
Me dolía, me revelaba, me sorprendía... y al mismo tiempo me liberaba poder, al fin, darle un nombre a mis deseos...


EL CASTIGO



María se sienta sosteniendo el teléfono. Su Amo ha colgado, pero ella todavía está sentada sosteniéndolo, sin creer en absoluto lo que acaba de suceder. Desea ser una buen sumisa , pero es duro cuando están separados. Había dejado las pinzas de pezón puestas, según le había ordenado, y había continuado estimulándose. Pero después de casi diez minutos, estaba tan excitada, que se había corrido. Cuando miró el reloj, no podía creerlo, apenas habían pasado diez minutos; su Amo la había ordenado continuar durante una hora antes de permitirle el orgasmo. Pero sabiendo que Su Amo estaba allí, al otro lado del teléfono, una hora era demasiado. Sus pezones estaban doloridos y excitados, los tocó. El dolor era demasiado para soportarlo, así que se quitó lentamente las pinzas. La sensación del dolor en sus pezones después de una hora de sujeción por las pinzas, hubiera sido maravillosa, pero reconocía la desobedecía a las órdenes de su Amo. Le pediría perdón. Era un buen Amo, le conocía, no importaría - pero entonces sonó la llamada telefónica. Él la había "pillado". Sabía de alguna manera que había desobedecido y ahora debía ser castigada. María pensó en su castigo y sonrió; estará un poco enojado, pero después ella le sonreirá, verá sus ojos tristes, y le oirá decir "estoy totalmente apesadumbrada" y él se pondrá tierno, le dirá que está muy triste después de desobedecerle, y que eso ya es castigo bastante, Sí eso es, sabe que su Amo aceptará esto, es bueno y la ama. Empieza a pensar en los castigos que ha tenido en el pasado. No, Su Amo nunca le haría eso. Siente una punzada de miedo al pensar en otros amos del pasado. NO su Amo, él es un Amo que la cuida. Ahora toca sus pezones, las pinzas y el dolor en su corazón por desobedecer a su Amo es mayor que el pellizco de las pinzas. Desobedeció, debe aprender, debe aceptar cualquier castigo que su Amo le imponga. Él es quien la entrena para conseguir lo mejor de ella misma. Desobedeció una orden directa, no puede quedar impune. No intentará irse, está agradecida porque Su Amo dedica su tiempo a su entrenamiento. Su idea de irse de él es vana, sabe que su Amo siempre va un paso por delante de ella. Piensa en otros castigos, cuando su Amo la detuvo a punto del orgasmo, no permitiéndola correrse. Sí, eso es lo que hará. Una visión de una fusta golpeando sus muslos y entre sus piernas, según la ha " amenazado" en el e-mail de hace de algunas noches, flashes en su mente... Si él cree que eso es lo justo, lo aceptará, se lo agradecerá. María ama a Su Amo y está orgullosa de ser su sumisa. Debe aprender a obedecerle, incluso cuando están separados.

Tu Asusencia






MI VECINO

Hace mas o menos dos años q lo conozco, desde la primera vez q lo vi me enamoré de él, cada vez que me lo encontraba en el descansillo, esperando el ascensor, me lo cruzaba por la calle, producía en mi el mismo efecto, un gran calor q comenzaba entre mis piernas, me subía por el vientre, hasta q llegaba a mis pechos, notaba como empezaba a mojar mis braguitas, mis pechos se ponían duros, los pezones parecían estallar, mmmmmmm, mi lengua quería recorrer todo su cuerpo, pero sabia q era algo imposible, él nunca se fijaría en mi, me veía como una niña y no se daba cuenta q yo sentía como una mujer.
Una tarde, estando sola en casa, escuchando música, me vino a la mente mi desconocido, mis manos empezaron a recorrer mi cuerpo como si fueran las suyas, me tocaba los pechos por encima de la camiseta, notaba como mis pezones reaccionaban al contacto de mis manos, me deshice rápidamente de la camiseta, mis pechos duros quedaron al aire, eso me produjo un respingo q me excito mas todavía, mis manos empezaron a acariciar mi estomago, mi tripa, hasta q llegaron a la entrada de mi coñito, lo tocaba por encima de las braguitas, lo notaba húmedo, caliente y con una necesidad urgente de ser penetrado, pero esta vez tendría que conformarme con mis dedos, la polla de mi desconocido todavía no era mía.
Cogí la cintura de mis braguitas y las estire hacia arriba, se metían por mi coñito, mmmm, ya no podía resistirlo mas, me las quite, empecé a acariciar mi clítoris, estaba enorme, de un momento a otro iba a estallar, lentamente introduje un dedo en mi coño, estaba demasiado excitado como para un solo dedo, así q a éste le siguió un segundo y luego un tercero, siiiiiiiii, los metía y sacaba de mi coño, mientras mi otra mano no dejaba de acariciarme los pechos, pero todavía no quería correrme, quería estar lo mas excitada posible.
Saque mis dedos de mi coño y me los lleve a los pezones, el contacto de mis flujos en mis pezones me excito muchísimo mas, estaban duros como en su vida habían estado, volví a metermelos en el coño , un simple roce de ellos en mi clítoris hizo q me corriera, tuve el orgasmo mas grande q había tenido hasta ese día.
Después de haberme recuperado, volví a pensar en mi desconocido, si era capaz de hacerme sentir eso sin tocarme, no quería ni pensar q pasaría si sus manos me acariciaran, si sus labios me rozaran, si su polla se enterrara en mi coño, demasiado para una día, decidí q por hoy ya había tenido suficiente.
Me levante desnuda y empapada aún y me fui a la ducha, era ya tarde y había quedado con unas amigas para salir, no me apetecía mucho, pero hacia tiempo q había quedado todas juntas para ir a una discoteca q habían inaugurado hacia poco.
La noche con mis amigas se paso volando, cuando me había despedido de ellas para irme a casa y salía por la puerta de la disco, sentí una mano apoyarse en mi hombro, una respiración acercarse a mi oído y una voz q me dijo:
- Podías repetir lo de esta tarde para mi?
Quizás la música, las copas y la excitación q aun tenia me hizo oír eso, así q me gire dispuesta a preguntar q me habían dicho, cuando me di la vuelta mis ojos no se podían creer lo q estaban viendo, era él, era mi desconocido, mi primera reacción fue ponerme colorada. Mi desconocido me había visto, eso me excito, él se acerco a mi y me volvió a preguntar:
- Dime, podrías?
Mi cabeza asintió, yo no podía articular palabra, era un sueño?, estaba mas borracha de lo q creía?, al sentir sus fuertes brazos rodearme me di cuenta q era todo real, estaba frente a mi desconocido, me abrazaba, lo sentía.
Me cogió de la mano y me llevo a su coche, mientras nos dirigíamos a su casa me dijo q se había fijado en esa chica q lo miraba de una forma demasiado lasciva y sensual como para pasar desapercibida, que había tenido fantasías conmigo, ayyyyyyyyy, eso ya era demasiado para mi, a medida q él me hablaba mis piernas se abrían, y mi mano había subido mi corta falda vaquera, llevaba unas braguitas negras q debido a la excitación casi estaban blancas, note una mano q no era la mía, había parado el coche, el tampoco podía esperar mas, nos cambiamos a la parte de atrás, en un segundo quede desnuda frente a él, me miraba fijamente a los pechos, duros, desafiantes.
- No te puedes imaginar las veces q he deseado tener esos pechos en mis manos, chuparlos, lamerlos.
- Ahora ya los tienes, son tuyos, le dije
Comenzó a besármelos muy dulcemente, sus manos se movían como si los conociera de siempre, su lengua trazaba círculos en mis pezones, los chupaba, los pellizcaba, los estiraba. Mi primer orgasmo me vino sin que ni siquiera me rozara mi coño.
- Sabia q no me ibas a defraudar,
Mientras me decía esto dejo mis pechos y comenzó a bajar por mi cuerpo, besándome, lamiéndome, me cogió las piernas y se las puso sobre los hombros, su cabeza se perdió entre ellas, enseguida note algo húmedo en mis labios, era su lengua, la movía tan bien como había movido sus manos por mis pechos, no paraba de moverla en mi coño, me follaba con ella, mientras me metía un dedo en el culo, demasiado, tuve otro orgasmo, pero su lengua no paraba, me chupaba el clítoris, la deslizaba desde mi clítoris hasta mi ano, mientras me metía 2 dedos en mi coño, ufffffffff, el siguiente orgasmo fui impresionante, mi cuerpo no me pertenecía, estaba a su merced.
Su lengua dejo mi coño y empezó una ascensión por mi cuerpo hasta llegar a mi boca, me besó, un beso suave, dulce, mientras me besaba me rodeo con su brazos, me incorporo y en ese momento sentí q algo duro me mojaba, mis manos fueron en busca de él o mejor dicho de ella, su polla estaba tremenda, dura y apetecible, tenia el capullo muy mojado era demasiada la tentación. Lo aparte de mi, quería aquella polla en mi boca y la quería ya. Me la metí en la boca, la saboree, mmmmmmm, mi lengua jugaba con su capullo, lo chupaba , no quería dejar escapar ni una sola gota, este caramelo era solo para mi, me lo había ganado, no tardo en correrse, su leche fue a parar a mi boca, era la primera vez q me la tragaba y me encanto. Seguí chupando hasta q quedo completamente limpia, hasta q toda su leche estuviera dentro de mi.
Cuando termine, me cogió la cara entre sus manos y volvió a besarme, sus besos me estremecían y el lo notaba porque me dijo q debíamos marcharnos antes de que me volviera a poner malita, no me gusto mucho la idea, yo quería mas,
- Lo tendrás, me dijo
No tardamos mucho en llegar a casa, mientras esperábamos el ascensor se arrodillo, sus manos empezaron a subir por mis piernas hasta llegar a mis braguitas, me las quito, se incorporo, las olio este es el néctar de los dioses, dijo. El ascensor llego, entramos, el robo de mis bragas me había puesto francamente caliente, notaba como mis flujos resbalaban por mis piernas, me había apoyado contra la pared, cuando note como me subían la falda, me cogían del culo, me levantaban del suelo, y como su polla me penetraba, entro toda de una sola embestida, tardamos poco en corrernos, él espero a q yo lo hiciera primero y justo cuando ya estaba relajándome se corrió dentro de mi. Esa sensación de su leche dentro de mi hizo q me volviera a correr. Mi cabeza cayo sobre sus hombros, me beso la cabeza y me dejo en el suelo.
- Ya hemos llegado, me dijo
Salió del ascensor y se fue para su casa, yo me quede pensando en todo lo q había pasado esa noche, si era un sueño no quería despertar, pero sabia q no había sido un sueño. Desde esa noche y cada cierto tiempo dejan en mi buzón una nota q pone:

LO REPETIRIAS PARA MI?










































INTERESANTE


Coloco esto tb pues me parece realmente interesante, esta sacado de http://www4.loscuentos.net/forum/4/9925/






La sigla BDSM aparece por primera vez en abril de 1991 como la yuxtaposición de dos abreviaturas contrapuestas, BD (bondage y Dominación) y SM (Sadomasoquismo); éste último contaba con una muy mala imagen social. Paradójicamente, es desde el momento en que se trata de unificar ambas corrientes, cuando la subcultura que las engloba comienza un desarrollo vertiginoso. Dado que BDSM es una palabra que abarca términos muy dispares, no es fácil dotarla de una historia más allá del comienzo de su uso como acrónimo, al margen del que corresponda a cada uno de sus componentes. Tal vez hasta este punto usted no comprenda aún de qué se habla. Bondage: práctica de encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o desnuda. Los atamientos pueden hacerse sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo, utilizando generalmente cuerdas especiales que pueden encontrarse en los sex-shop, cadenas o cualquier otra cosa que pueda servir para inmovilizar a una persona. Con cierta frecuencia, a la persona también se le aplica una mordaza.Dominación y Sumisión: conocida también bajo sus siglas D/s, es un conjunto de comportamientos, costumbres y prácticas sexuales centradas en relaciones de consenso que trasvasan el dominio de un individuo sobre otro ( Erotic Power Exchange) en un contexto sexual o más genérico, parcial o global, limitado o indefinido en el tiempo. Sadomasoquismo: es un término genérico que está formado a partir de las palabras sadismo y masoquismo, derivadas ambas de los apellidos del Marqués de Sade y Leopold von Sacher-Masoch, autores de obras en las que se narran relaciones sexuales basadas en la relación amo-esclavo. La idea moderna se refiere más bien una subcultura BDSM en la que personas adultas, consensuadamente, se entregan a explorar éstas posibilidades eróticas, muchas veces sin relación alguna con el coito. Los límites suelen pactarse de antemano y la finalidad no es el sufrimiento ni la degradación en sí mismas, sino el goce mutuo.Ahora ya sabe exactamente lo que significa la sigla, y en adelante su participación será bien recibida siempre y cuando sea en el marco del respeto por la diversidad y la libertad de expresión.Seguramente se preguntará qué relación tiene esto con la literatura para abrir un foro del tema en una web literaria. Le evitaré la consulta en wikipedia:Al igual que ocurre respecto a la historia del BDSM, conviene recordar que al definir la literatura sobre el BDSM no se puede simplificar y recurrir a un listado de las obras escritas sobre todas y cada una de las partes que lo integran, sadomasoquismo, flagelación, D/s, etc. En primer lugar ese listado seria materia de los artículos sobre cada uno de esos conceptos, y en segundo lugar faltaría el elemento integrador que da sentido al BDSM, el concepto del consenso y la tolerancia activa para con los practicantes de otras variantes. Por lo tanto, y por la propia definición de BDSM, no pueden buscarse ejemplos literarios mucho más atrás de la II Guerra Mundial.Una pieza fundamental es sin duda Historia de O, junto a Retorno a Roissy (Pauline Réage),1954, además de 9 semanas y media, de Elizabeth McNeill (1978), Dezemberkind de Leander Sukov (2003, 2004), algunas obras de la escritora Anne Rice (Exit to Eden, The Claiming of Sleeping Beauty (1983), Beauty's Punishment (1984) y Beauty's Release (1985)), Jeanne de Berg (L'Image, 1956, dedicado a Pauline Réage), la novela Topping from Below de Laura Reese (1999). Más recientemente, las novelas de Marthe Blau, Submissión y Entre Sus Manos (2005). Algunas obras de la saga GOR , de John Norman. Y, naturalmente, todas las obras de Pat Califia, Gloria Brame, del colectivo Samois y muchas del escritor Georges Bataille (Histoire de l'œil-Historia del ojo-, Madame Edwarda, 1937), así como de Bob Flanagan: Slave Sonnets (1986), Fuck Journal (1987), A Taste of Honey (1990). Una importante parte del poemário de Pablo Neruda refleja sentimientos y sensaciones derivadas de las relaciones de EPE o intercambio erótico de poder.Un nuevo subgénero: el BDSM romántico El aumento exponencial de la comunidad BDSM en los últimos 10 años ha originado la aparición de un subgénero literario que previamente no existía como tal: el BDSM romántico. Siempre hubo relatos de bondage, sadomasoquistas, etc., al menos de forma constatable desde el siglo XIV, y anteriormente en formas literarias poco investigadas al respecto ( ver el Cantar de Mio Cid, la escena de los condes y las hijas de Rodrigo, o algunos poemas de la lírica provenzal), pero este es un género surgido en el siglo XXI. Podriamos definirlo como una especie de novela rosa con sexo duro y explícito, y con personajes, escenarios y lenguaje BDSM. Actualmente muchos autores se dedican a escribir prolíficamente hasta media docena de novelas por autor y año, en algún caso partiendo de experiencia propias como practicantes del BDSM y en otros desembarcando desde géneros literarios ajenos, y siendo más frecuente autoras que autores.Un ejemplo es Meet Claire Thompson, autora de Slave Girl, Bird in a Cage, Julie's Submission, Closely Held Secrets, Club De Sade, Turning Tricks, Eros, Slave Gamble, Slave Castle, Face of Submission, Jewel Thief, Confessions of a Submissive, Slaves to love, Tracy in chains, The Toy, The Stalker. Un espacio que también navegan numerosos otros autores angloamericanos, como JW McKenna (Office Slave I y II, Kept Woman, Naughty Girl, The Politician's Wife, Lord of Avalon, Sold, Controlled, The Hunted, Trackers, Slave Planet, Darkest Hour, etc.), Bonnie Hamre, Alice Gaines, Cheyenne McCray y otros, creando a menudo series con personajes de ficción BDSM que se repiten a través de sus novelas.



Anne Rice en el segundo capítulo de la obra "El rapto de la Bella Durmiente" nos deleita con una descripción magistral de lo que significa la sodomización de otro ser humano y el erótico espectáculo que representa para un público expectante:—¿Qué pasa, Bella?—Complaceros, mi príncipe, complaceros... —susurró, como si sus pensamientos se hubieran transformado en un delirio.—Sí, complacerme, en eso consiste vuestra vida ahora. ¿Cuántos en el mundo poseen un objetivo tan claro, tan sencillo? Complacedme y yo siempre os diré exactamente el modo de hacerlo.—Sí, mi príncipe —suspiro. Volvía a llorar.—Os apreciaré mucho más por ello. La muchacha que encontré en el castillo no era nada para mí comparado con lo que ahora representáis, mi devota princesa.Sin embargo, el príncipe no estaba del todo satisfecho del modo en que instruía a Bella.Cuando llegaron a otro pueblo, al caer la noche, le informó de que se proponía despojarla de un poco más de dignidad para que todo le resultara más fácil.Mientras los lugareños pegaban sus caras a las ventanas de vidrio emplomado de la fonda, el príncipe hizo que Bella le sirviera la cena.La princesa, moviéndose a cuatro patas, se precipitó por las desiguales maderas del suelo de la posada para traer el plato de la cocina. Se le permitió volver caminando con el plato, pero tuvo que ir de nuevo a cuatro patas a buscar la jarra del príncipe. Los soldados devoraban la cena y la miraban en silencio a la luz del fuego.Bella limpió la mesa del príncipe y cuando se cayó al suelo un pedazo de comida de su plato, él le ordenó que se lo comiera. La princesa obedeció con lágrimas en los ojos. Luego, mientras continuaba de rodillas, él la cogió y la abrazó premiándola con docenas de besos húmedos y cariñosos. Ella también le rodeó el cuello con los brazos.Pero la caída de aquel pedazo de comida le había dado al príncipe una idea. De nuevo le ordenó que trajera a toda prisa un plato de la cocina y que lo dejara a sus pies en el suelo.Allí, él depositó comida de su propio plato y le mandó a Bella que se echara la espesa cabellera detrás de los hombros y que comiera del plato con la boca.—Sois mi gatito —se rió jovialmente—. Os prohibiría todas esas lágrimas si no fueran tan hermosas. ¿Queréis complacerme?—Sí, mi príncipe —contestó. Él empujó con el pie varias veces el plato, alejándolo de ella, y le dijo que se volviera y le mostrara el trasero mientras él seguía comiendo. Al admirarlo, se percató de que las marcas rojas provocadas por la zurra ya casi se habían curado. Con la punta de la bota de cuero tocó suavemente el vello sedoso que veía entre sus piernas, frotó los húmedos labios que se hinchaban por debajo del vello y pensando en lo hermosa que era, suspiró.Cuando acabó la comida, Bella empujó el plato con los labios hasta dejarlo junto a la silla del príncipe, como éste le había ordenado, y luego él mismo le limpió los labios y le dio un poco de vino de su propia copa.Mientras bebía, el príncipe observó el largo y hermoso cuello de la princesa y le besó los párpados.—Ahora, prestad mucha atención, quiero que aprendáis de esto —dijo él—. Todo el mundo aquí presente puede veros y contemplar vuestros encantos, seguro que sois consciente de ello. Pero quiero que seáis verdaderamente consciente. Detrás de vos, los lugareños, apiñados contra las ventanas, os admiran al igual que sucedió cuando os traje a través del pueblo. Esto debería haceros sentir orgullosa de vos misma. No vanidosa, sino orgullosa, por haberme complacido y por conseguir su admiración.—Sí, mi príncipe —dijo cuando él hizo una pausa.—Y ahora, pensad, estáis muy desnuda y muy indefensa, y sois completamente mía.—Sí, mi príncipe —lloriqueó suavemente. —Ahora ésta es vuestra vida. No pensaréis en nada más, ni os lamentaréis. Quiero que esa dignidad se desprenda de vos como si se tratara de las múltiples capas de una cebolla. No quiero decir que tengáis que ser desvergonzada, eso nunca, sino que deberíais entregaros a mí. —Sí, mi príncipe —repitió Bella. El príncipe dirigió la mirada hacia el mesonero que se hallaba en la puerta de la cocina con su esposa y su hija. Los tres se cuadraron de inmediato. Después el príncipe se quedó mirando únicamente a la hija. Era una jovencita, muy guapa, aunque sin comparación con Bella. Su pelo era negro, tenía unas mejillas redondas y una cintura muy estrecha, e iba vestida como muchas campesinas, con una blusa escotada con volantes fruncidos y una amplia falda corta que revelaba sus vistosos y pequeños tobillos. Mostraba un rostro inocente, y contemplaba a Bella llena de intriga, sus grandes ojos marrones se desplazaban ansiosamente hasta el príncipe y luego volvían tímidamente a Bella, que estaba de rodillas a sus pies, a la luz del fuego. —Y bien, como os he dicho —el príncipe se dirigió atentamente a Bella—, aquí todos os admiran y disfrutan viéndoos, gozan de vuestro traserito relleno, de vuestras maravillosas piernas, de esos pechos que no puedo evitar besar. Pero ninguno de los aquí presentes, ni siquiera el más humilde, es peor que vos, mi princesa, cuando yo os ordeno que le sirváis.





















P kaliope
Me llama. Hoy a las … Sin maquillar .No dice más. Cuelga. En su casa. Si no dice otra cosa, es allí. A la hora en punto. Como siempre, medias negras, tacones negros, falda negra abierta en un lado, camisa blanca, chaqueta negra. Pelo recogido. Sin maquillaje. Sin bolso. La puerta está abierta. Paso al fondo de la casa. Está en “mi” habitación, sentado en la silla. Sobre la cama, ropa pulcramente ordenada. Bragas y sujetador en rojo y negro, con puntillas y todo tipo de adornitos. Horribles. Un vaquero cortado al máximo. Una camisa blanca de hombros al aire y ombligo al aire. Abullonada. Panty negro. De redecilla. ¿Panty? Él odia esa prenda. Intento no hacer un gesto ni una mueca. Zapatos negros de tacón imposible. Comienzo a desvestirme. Me quedo con las medias y los zapatos puestos. Me arrodillo. Cabeza inclinada, manos atrás, piernas separadas. Espero. - Escucha con atención. No lo voy a repetir. Cuando termine de hablarte, te pondrás la ropa que hay sobre la cama. Una vez vestida, te maquillarás como lo que eres (a buen entendedor...).Luego saldremos. Te dejaré en una calle de putas baratas. Me esperarás mientras estaciono. Cobras 50 euros por un completo. No aceptarás a ningún cliente. Yo soy tu cliente. Cuando yo llegue, harás lo que yo te diga; para eso pago. Quiero que te portes como una auténtica puta. ¿Entendido?¿Cómo una auténtica puta? ¿Y eso cómo es? ¿No están esas calles llenas de proxenetas tirando a peligrosos? ¿No defienden las prostitutas su territorio de la competencia? ¿No me van a matar o pegar? ¡Ni se te ocurra hacer una pregunta o un comentario! ¡Contéstale y punto!- Sí, Señor. Me levanto. Estoy junto a la cama. Me quito un zapato y luego el otro. Los dejo en su sitio. Cada cosa tiene su sitio. Una media, despacio, con la pierna apoyada en la cama. La otra. Supongo que lo primero son las bragas. Sé que están inmaculadas, que Él se ha encargado, pero… Una vez puestas son peores. Pequeñas. Más bien escasas. Se meten. Se clavan. Incómodas. Luego el sujetador. Aprieta mi espalda y mi pecho está a punto de salirse dando bocanadas agónicas por arriba. ¡Vaya espectáculo! Panty. ¿Panty? Aún no me lo puedo creer. Aplasta las virguerías de encaje de las bragas. No hay forma de tener un aspecto medio seductor. Camisa. No tengo edad para esto. Se me ven los tirantes del sujetador sin remedio. Sé que está todo calculado. En silencio, me descubro ante Él: no puede ser más terrible el conjunto. Él sabe lo que odio, lo que nunca llevaría voluntariamente ni muerta. Los tirantes del sujetador al aire es una de esas cosas. El conjunto entero lo es. Sé que no pierde detalle. El pantalón. O lo que queda de un pantalón. Perfecto. Se clava en mi entrepierna, me deja medio trasero al aire y la cinturilla casi no se puede cerrar. Glorioso. Me esfuerzo porque mi cara no refleje ni un pensamiento ni una emoción. No quiero darle la satisfacción de verme sufrir por eso. Intento actuar como si me vistiera así a diario. Bien. Allá vamos. Alpinismo. Los tacones no tienen menos de diez centímetros. Si intento ponerme esto antes de conocerle, me mato. Meses de tacones de unos siete centímetros me ayudan a mantener el tipo y el equilibrio. Mis pies no están de acuerdo, pero hoy no opinan. Me acerco despacio a la mesa. Ahí está el maquillaje y un espejo. Hoy hay una silla más. A ver… como una puta. ¡Uf! Empiezo. Él está frente a mí. Me observa, lo sé. Yo no le miro, por supuesto. Base. Mucha. Sin difuminar bien en los contornos del rostro. ¡Ayyyyyyyy! No pienses, sigue. Ojos. Raya negra bien marcada. Sombra oscura, pero no demasiada. También hay mucho mito con las putas. Colorete bien dado, pero en exceso. Labios perfilados y rojo oscuro. Ahora la brocha con polvos, por la cara, el cuello y el escote. Soplo la camisa. No se ha manchado. Me miro. ¡La máscara de pestañas! ¡Ya está! - Sujétate el pelo con eso. “Eso” es una pinza grande, negra, con profusión de brillantitos. Hasta el último detalle. ¡Pues yo también! Me recojo el pelo de tal forma que me queda un penacho hacia arriba. Como al salir de la ducha. Sin peinar. Tal cual. Le parece bien, no dice nada. Me pone un frasco de esmalte de uñas blanca nacarada delante. Sabe que no me gusta pintarme las uñas, y menos de ese color. Y ahora es cuando yo entiendo por qué hace un par de semanas me ordenó que me limara poco las uñas y las dejara crecer. Respiro hondo mientras caliento y agito la laca con mis manos. Una pincelada larga, dos… y tres como mucho, decía mi tía. La primera mano para dibujarlas, la segunda para rematar. Déjala secar bien. Deja los bordes sin pintar; que la uña respire. Sólo necesito que no me falle el pulso. No tengo práctica. Ninguna. Puede ser una catástrofe. Allá voy. El pulgar… marco la U… una pasada… dos… ¡está! El índice… el corazón… el anular… el meñique no sale bien. Tampoco mal del todo. La mano derecha. Menos fácil. Me atasco en el dedo corazón. Noto cómo él cambia de postura. Por el rabillo del ojo veo que cruza los brazos. Se impacienta. Y yo empiezo a perder el aplomo. Él lo sabe. Le gusta eso. Decido luchar. Respiro hondo y sigo. El dedo anular sale aún peor. Derrotada, cierro el bote para que no se seque y dejo la mano inacabada sobre la mesa. Muerta. Como la otra. Las dos muertas. Cabeza gacha. Espero. Sé lo que viene ahora. Y lo que vendrá después. Otro día. Le oigo escribir. No es que tenga mala memoria. Es una guerra de nervios. Apunta hasta la hora. ¡Cabrón! Espero. Cuando termina, él se encarga de quitarme el esmalte mal puesto y terminar el trabajo. Una cara manicura. Lo hace con una limpieza increíble. Toca las uñas. Están secas. Se levanta. Yo no me muevo. Tira un bolso pequeño, negro de plástico sobre la mesa. - Vamos.Me levanto y enfilo los pasillos. En la puerta espero a que abra. En el ascensor también. No es cortesía. Es que él controla todo. Sólo eso. Llegamos al garaje. Me abre la puerta del auto. No hay puerta que yo pueda franquear si él no la abre. Me pone el cinturón. Hay detalles que odio. Le odio cuando me pone el cinturón. Me siento estúpida. Me muerdo la lengua en la boca. Ni un gesto. Que no se dé cuenta. Lo sabe, claro. Pero no le voy a dar el gusto. Pequeñas rebeldías absurdas. Pero enfadarme me ayuda. Ya estamos en camino y sé dónde vamos. Reconozco las calles. No está muy lejos. Para, me abre la puerta desde dentro (el olor de su cabeza, su pelo rozándome, su pecho casi sobre mi regazo, su olor... su olor....). - En el bolso hay tabaco y un mechero. Si te ayuda, te puedes fumar un cigarro. Sólo uno. Lo demás no lo dice. Que están contados. Que luego volveré a tener prohibido el tabaco. Que será peor. No hace falta. Los dos lo sabemos. Bajo. No quiero ni mirar. Los tacones malditos me ayudan a empaquetarme. No se puede estar encogida sobre semejantes agujones. Me estiro. Me pongo derecha, no demasiado. No hay mucha gente, no es hora punta para el negocio. Aunque el negocio no para ni de día ni de noche. Me apoyo en la pared. Una pierna doblada y el zapato contra el muro. El bolso bien sujeto bajo el brazo. No las tengo todas conmigo. De hecho, estoy más que asustada. Pero que no se me note. Sería peor. ¡Que no tarde! Sé que él me está cuidando desde algún sitio. Le conozco. Nunca me pondría en peligro. Esa idea me relaja un poco. Un individuo de aspecto indescriptible –prefiero no recordar los detalles- se me acerca. Me mira de arriba abajo. Me pone una mano en la rodilla que sale del muro. Caliente y pringosa. Sucia. Las uñas… qué uñas. No pego un salto por la costumbre de controlarme. - Hola, linda. ¿Estás sola?¡Vamos! Yo hago la calle con mi familia y todos mis amigos. ¿Pero este hombre es idiota?- Eso parece. -Bien, nena, muy a tono. - Y… ¿cuánto cuesta hacerte compañía?¡Míralo que fino! ¿Cómo salgo de ésta? Miro calle arriba y calle abajo. Él no está. Una “colega” se está acercando. Llega hasta nosotros antes de que pueda contestar a mi potencial cliente. Le ignora y viene a por mí. - ¡Oye, linda! ¿Tú qué te has creído? Bueno está que te pares un rato, ¡pero ni pienses en hacer negocio aquí! (negocio, dice). Es más bajita que mis tacones y yo y yo ya soy una miniatura. Nadie en la calle parece estar atento a nuestra representación. Me envalentono. Sobre todo por la certeza de que él está cerca y me protege. Dejo el amparo de la pared. Me pongo chula y vacilona ante ella. Bueno, yo no. Yo lo miro todo de lejos. Una puta con más o menos mi aspecto. Yo sólo miro. Y entonces es cuando me doy cuenta de que estoy lanzada por el miedo. Y sé que no puedo parar. Siéntate y observa, nena, te va a gustar… o no. Allá vamos. - Disculpa, ¿es a mí?Mi pretendiente se ha apartado prudentemente, pero no se va. Interpreto eso como una apuesta diez a uno a mi favor. Noto que crezco unos centímetros. Observo mi chulería y mi estilo camuflando el pánico que me invade. No miro a la calle. Ahora no puedo descuidar la pose ni un segundo. - ¿Cuántas putas hay aquí, nena?- ¿Contándote a ti? - O levantas el quiosco o te juro que te costará cara la carrera de hoy, lista (¡qué manía le ha dado con que soy lista!).Mi paladín interviene algo amedrentado.- Bueno, tampoco hay que llegar a…- ¡Tú te callas tarado, que conozco a tú mujer!
El tipo se encoge, se arruga y se larga cabizbajo y ligero. No ha durado ni medio asalto, el pobre. Mi oponente se me planta enfrente. Bien plantada. Piernas abiertas, brazos en jarras. Es bajita, apaisada, con un pelo como un estropajo a punto de morir. Pintarrajeada. Mayor que yo. Observo su maquillaje para no olvidar ningún detalle. No ha visto a un dentista en años. Parece una morcilla, dentro de su camiseta de mangas cortas y escote de pico. Falda vaquera corta y a presión. Está claro que lo vaquero triunfa esta temporada. Debe tener clientela especial, porque bajo las manguitas de su camiseta asoma una mata de pelo considerable. Cejas muy negras. Muy pintadas. Y una mala leche…- Bueno, ¿te largas o qué? ¿Estás buscando problemas o qué? ¿No tienes tu sitio o qué? Me apetece hacerle notar que el ¿o qué? gana estadísticamente por mayoría aplastante. Pero no sé si apreciará el comentario. - Verás… -comienzo-. En cuanto he abierto la boca se ha relajado un tanto. Pruebo a cambiar mi postura. Me echo hacia atrás e intento parecer algo insegura (como lo estoy del todo, no me cuesta). Verás… perdona. Tienes razón, pero delante de él no podía. Ya sabes. Era un cliente. Tu cliente, seguramente. Pero es que yo… Suena una bocina. Las dos miramos. Él está en el coche. Me hace un gesto. Cuando mi colega va a protestar él la mira de tal forma que la deja callada y quieta. Yo estoy ya junto al coche. Ha bajado la ventanilla del copiloto. - ¿Cuánto?- 50 un completo. - Bien. Sube. - No. Nunca me subo al coche de un desconocido. Me ha salido solito. Y a él le ha cogido por sorpresa. Más que a mí. Disfruto el momento. Me gusta. No puede castigarme por esto. Él me dijo “como una puta de verdad”. Las putas son putas, no tontas (al menos, en las películas). Le lleva unos segundos reaccionar. - Sube, te daré 100. - He dicho no. Lo siento- 200.Pienso que eso es un dineral para una puta. Que por esa cantidad sí puede correr el riesgo. A ver.- Dame 100 ahora. Saca el dinero con mucha calma. Lo pone en mi mano. ¡Me da una pena no estar mascando chicle! Empiezo a pasarlo bien. Tengo la sensación de estar controlando la situación, y me gusta. Durará poco, claro. Pero ahora mismo, soy la reina del teatro. Meto el dinero en mi bolsito, sin prisa y sin mirar en su interior. Abro la puerta del coche antes de que lo haga él. ¡Ahora puedo! Me siento, cierro fuerte y le digo:- ¡Donde tú quieras, precioso!Arranca sin decir palabra. Me pongo el cinturón y jugueteo con la correíta del bolso. No vamos muy lejos. Para. - Bájate y espérame aquí, ahora mismo vengo. - Como tú digas, precioso. Me ha gustado eso de llamarle precioso. Es irreverente y vulgar. Seguro que lo odia. Pequeñas venganzas idiotas. No puede castigarme. Mientras le espero, me entretengo mirando el portal. Entre varias placas viejas y desconchadas, hay una de una “pensión económica, trato familiar, comedor”. No quiero ni imaginarlo. Todo este barrio es así. Lleno de sitios vulgares, de putas vulgares, chulos vulgares. Viejos atrapados en pisos baratos con un eterno olor a verduras cocidas y zapatillas. Bares costrosos. Calles estrechas. Un escalofrío me recorre la columna. La diversión me va a durar poco. Aparece por la esquina. Cuando llega hasta mí, agarra fuerte mi brazo y me mete en el portal. Intento zafarme pero no me deja. - ¡Eh! ¡Me haces daño!Afloja un poco la presión. Me lleva andando al primer piso. Llama a una de las dos puertas. Sale un tipo gordo en camiseta. Pelo rizado y graso. - Un momento –dice, al reconocerle.Arrastra sus zapatillas ida y vuelta. Le da unas llaves. Cierra sin más. Subimos otro piso. El olor de la escalera me produce nauseas. Coles cocidas. Ambientador de pino. Cloro. Él abre la puerta que está sobre la del gordo. Un pasillo mal iluminado al frente, otro a la derecha. Por la derecha, tras un recoveco y varias puertas, se para ante una. La abre. Me empuja dentro sin contemplaciones. Cuando voy a protestar, su cara me dice que mejor me callo. Se acabó la diversión. Coge mi bolsito y lo tira sobre la cama. Me empotra contra la pared y empieza a sobarme y manosearme por encima de la ropa. - Tranquilo, hay tiempo para todo.- Cállate, puta. Por lo que me vas a costar creo que tengo derecho a que te calles. Y a hacerlo como quiera.- Vale, tú mandas. Nunca me ha tocado así. Me excita porque sé que es él. Pero también me produce un rechazo terrible esa ansiedad, ese hambre. Sus manos recorriendo mi cuerpo como un poseso. ¡Maldito, maldito sea! Él lo sabe, claro. ¡Maldito sea mil veces! Su mano entre mis piernas clava aún más el pantaloncito. No me lo voy a poder quitar nunca. Me sujeta los brazos hacia arriba con una mano. Con la otra sigue sobando. La camisita ya se ha bajado. Se me ve parte del sujetador y parte del pecho, que se ha salido en cuanto ha visto una oportunidad de liberación. Está pegado a mí. Le noto duro contra mi vientre. Sé que estoy excitada. Mucho. Pero sigo viéndolo todo de lejos. Le conozco. Falta algo. Estoy tensa. Me aplasta contra la pared. Su respiración agitada –pocas veces se lo permite-, su olor, y su pene contra mí, duro y violento… Si soy una puta no debo dejarme impresionar. Intento controlarme. No me engaño. A él no se le escapa nada. Claro que no todo se puede controlar. Estoy empapada. Me lleva hasta la cama. De pie, me sobajea las tetas. Termino con la camisa de cinturón, los brazos medio inmovilizados y el sujetador cubriendo tan sólo la parte por debajo de mi pecho. Me desabrocha el pantalón. Lo baja. Me agarra –como con garras- el culo y pega mi pubis al suyo. Soba. Manosea. Está rompiendo la rejilla del panty. Me tira sobre la cama. Boca abajo. Se tumba sobre mí. Duro contra mi culo. Tan duro… Me estoy clavando el bolsito de las narices. Intento quitarlo. Me inmoviliza. - Quieta, puta. No se te ocurra moverte. Él saca el bolso. La idea de que lo hace para que no me moleste desaparece cuando oigo que lo abre. Le conozco. Falta algo. Me tenso. Aquí llega. Está otra vez sobre mí. Me aplasta. El bolso abierto en el suelo. - Te voy a follar por detrás, puta. Más vale que te relajes, o te romperé el culo.- ¡NOOOOOOO! ¡ERA UN COMPLETO! Me tapa la boca. No puedo decirle que no es justo, que se salta las reglas. No puedo llamarle cabrón, hijo de puta. - Por el dinero que te voy a dar, creo que puedo elegir yo el menú. ¡Mierda! ¡MIERDA! ¡MIERDA! ¡MIERDA! Otra vez es él el que controla el juego. El que lo juega mejor. No se salta las reglas. Yo he picado como una idiota. ¡IDIOTA! Dijo que iba a dejar el coche. Y llegó en coche. ¡DIOS! Si no llego a ponerle pegas… ¡DIOS! Si no llego a subir el precio… ¡Y parecía sorprendido! ¡DIOS! Me noto el cuerpo desmayado mientras él me baja el panty y las bragas hasta media pierna. Los pantaloncitos en los tobillos. O en los tacones. No lo sé. Tiemblo. Otra vez tiemblo. De indignación, de miedo por lo que podría haber ocurrido, de miedo por lo que me va a ocurrir. No es que sea la primera vez. Es que sé que él hará ésta inolvidable. Oigo cómo se baja el pantalón. Lo justo, lo notaré después. Así se coge a una puta. Sin contemplaciones. Ahora sé qué había en el bolso. Lubricante. Noto que lo introduce en mi recto con el dedo. Gimo. No. Tranquila. Relájate. Ábrete. Relájate. Ábrete. Ábrete. Tienes que verte bien abierta, relajada… Cuando le noto intento moverme. - Levanta el culo. Lo levanto. Me lo abre. Ábrete. Relájate. Relájate. Ahí viene. Antes de poder tensarme está dentro. También él está lubricado. Pero el cuerpo, aunque tarde, reacciona. Intenta rechazarle. Él empuja. Y ya no para. Relájate. Relájate. Respira. No respiro. Gimoteo. Lloro. Me duele. ¡Me duele!- ¡ME DUELE!
Con su mano incrusta mi cara en el colchón. Las sábanas no huelen bien. Tienen un calor asqueroso. Ahora respirar es más importante que el dolor. Muevo las caderas con toda la fuerza que puedo. Él suelta mi cabeza para controlarlas. Bien. Giro la cara y respiro. Él no ha parado. No para. Pero ahora ya no me duele. Una especie de escalofrío que llega desde dentro de mi cuerpo se extiende. Jadeamos juntos. Me muevo con él. No quiero que se despegue de mí. Gimo, respiro, grito al colchón, gruño, se me seca la boca, gimo, grito, me muevo. Le oigo, le siento, le huelo. ¿Las putas se pueden correr? ¿Se corren?Más me vale. Algo brutal se abre paso desde mis entrañas; calor, un cosquilleo salvaje, y… sí, me voy a deshacer desde dentro. Quedará de mí un charco cálido y suave. Y el cuerpo entero se me pierde en un latigazo, y el lomo se me dobla, y me voy a despegar de la cama. Y le oigo. Le oigo a él, le siento dentro de mí, rompiéndose, inundándome, pegado, pegado, pegado… Ruge. Ruge. Y su rugido me hace saltar de nuevo. Y rujo con él. Hasta la extenuación. Los dos sobre la cama. Todavía pegados. Las putas no hablan. No dicen te deseo. No dicen gracias. No dicen amor. No dicen me vuelves loca; nunca después del revolcón. Me vuelves loca. Una puta sensata nunca dice haz conmigo lo que quieras, hazlo todo. Él se va al baño. Cuando vuelve me tira el resto del dinero encima. No me he movido. No sé qué hacer ahora. Deseo besarle, abrazarle. No me muevo. Me muevo. Recojo el dinero. Necesito ir al baño y limpiarme. Empiezo a chorrear. Entonces Él se acerca, me tumba despacio, se acerca a mi boca y me besa. Cálido. Hondo y cálido. - Espera. Vuelve con agua, toallas. Me limpia. Me besa. Cuando termina, me abraza. Me besa. Me besa. Quiero perderme en la oscuridad húmeda de Su boca, en la humedad cálida de Su boca, en la calidez negra de Su boca. Morirme en Su abrazo. De vuelta a su casa, de vuelta a nosotros y mis ropas, nos vamos a cenar. Cada vez que pienso en ese día mi cuerpo entero me pregunta por qué no estamos aún allí, así, con Él. Él dentro de mí. Yo, toda de Él