Qué difícil es morirse.
Cinco razones para vivir…o no
1º ¿Y si
mañana nos toca la primitiva y la jodemos dejando el premio para hacienda?
Mejor pensamos en dejar este mundo cruel para después del sorteo.
2º ¿Y si
finalmente Mari Puri, después de diez veces de rechazar ir al cine conmigo por
agotamiento mental, se rindiera a mis encantos y tenacidad y aceptara este
domingo ir conmigo? La duda me corroe.
3º ¿Y si se
ve recompensado mi trabajo, mis horas extras sin cobrar, ser el último en salir
del trabajo y finalmente, el director me recompensa ascendiéndome, de ayudante
tercero (no hay cuarto) del vicedirector de archivos y decide subirme a
ayudante segundo y (lo más importante) permitiéndome
comerme el tapper de la comida que traigo, sin tener que repartirla para
ahorrar costes con el botones? La emoción me embarga de solo pensarlo.
4º ¿Y si
finalmente, la dieta de verdura fresca y zumo de alcachofas, logra hacerme
bajar después de arduos meses sin rastro de carne, de estos veinte kilos? Hay que
valorar, estos doscientos gramos que conseguí eliminar en estos meses de dieta
estricta. Yo creo que el aire que respiro también alimenta (eso no venía en el
prospecto de este método de adelgazamiento)
5º Además, no
estoy al corriente de los pagos de Santa Lucia y esta gente no se va con
puñetas y lo mismo me tiran a la cuneta antes de llegar al cementerio.
Decidido, pagaré primero las cuotas atrasadas, me repasaré el último boletín que
me mandaron, hay una oferta interesante, por un módico incremento de precio en
las cuotas, me aseguran quince plañideras profesionales que irán llorando y lamentándose
a moco tendido hasta el nicho, con la a seguranza de que incrementaran sus
lamentos si pasa alguien cerca para realzar mi entierro. Además de ofrecerme otras
cosas en el paquete. Puedo elegir para el responso desde un monje tibetano
hasta un coro de góspel (no me aseguran que todos sean negros pero si lo deseo,
y un pequeño pago más, los pintan que de lejos ni se nota) y ya para terminar,
me ofrecen también (con un ligero incremento en el precio) que a la salida del
tanatorio, camino del cementerio, toque la filarmónica de Barcelona y me
escolte la guardia municipal a caballo con traje de gala.
Demasiadas
dudas ¿Cuál elijo, me las quedo todas aunque tenga que hacer horas extras hasta
que pueda matarme?. Dudas, dudas ¡¡así no hay manera de suicidarse copón¡¡¡
3 comentarios:
Jajajajajaja yo que tú, hasta que Santa Lucía no te ofrezca regresar al más acá, si no te gusta el más hallá, ni me lo planteaba. Vaya con los seguros!! Siempre dejan sin cubrir lo más importante... 🤔😜
eso mismo pensaba yo, ademas, sale muy caro :))))
Madre mia, vaya texto, aunque siempre me gusta leer tus cuentos, con este me has echo pensar, voy a hablar con Santa Lucia a ver que me entra a mi,no sea que me dejen en la cuneta, jajajaja
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